Durante años se ha repetido la idea de que tener plantas en el dormitorio es perjudicial porque por la noche "consumen oxígeno" y podrían dificultar la respiración. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que se trata de un mito: la cantidad de oxígeno que absorben es insignificante para la salud humana.
En ausencia de luz, las plantas dejan de realizar la fotosíntesis y pasan a la respiración celular, proceso en el que absorben oxígeno y expulsan dióxido de carbono. Sin embargo, las cifras desmontan cualquier alarma. Según cálculos del científico Martin Gent en 70 preguntas curiosas de la ciencia (Siruela, 2013), a lo largo de una noche una persona consume entre el 2% y el 3% del oxígeno de una habitación cerrada de 20 m*, mientras que una planta en maceta apenas llega al 0,1%. Comparado con dormir acompañado de otra persona o de una mascota, el impacto de una planta es irrelevante.
A esta confusión se sumó la popularización de un estudio de la NASA de 1989, que muchos interpretaron como prueba de que las plantas podían influir de forma decisiva en el aire interior. En realidad, aquel trabajo, dirigido por el investigador Bill Wolverton, no analizaba el consumo de oxígeno, sino la capacidad de ciertas especies para reducir compuestos orgánicos volátiles (COV) en ambientes cerrados, como laboratorios o hábitats espaciales.
La evidencia posterior matizó ese entusiasmo. En 2019, una revisión publicada en Nature por Michael Waring (Universidad de Drexel, EE.UU.) analizó más de 190 experimentos previos y concluyó que el efecto de las plantas en espacios cotidianos es muy limitado. Para lograr el mismo impacto que una ventilación normal de una hora, sería necesario colocar entre 100 y 1.000 plantas en una sola habitación.
Por tanto, dormir con plantas en la habitación no supone ningún riesgo. Aunque absorben oxígeno durante la noche y expulsan dióxido de carbono, la cantidad es mínima y no afecta a la salud. La clave, como recuerdan los expertos, está en mantener la habitación ventilada al menos una vez al día durante una hora, una medida suficiente para garantizar la calidad del aire en cualquier hogar.
A cambio, las plantas aportan beneficios reales: decoran, ayudan a crear un ambiente más agradable y pueden reducir el estrés, contribuyendo a una mayor sensación de bienestar en casa.
FUENTE: Con información de Europa Press