Quien busque combatir el estrés con un entrenamiento autógeno, una técnica parecida a la meditación basada en la concentración y en sensaciones físicas, hará bien en practicarla a diario. El mínimo deberían ser tres veces por semana durante 15 a 20 minutos.
Este tipo de entrenamiento también puede ser útil en casos de problemas de sueño o dolor de cabeza. Para los principiantes, lo ideal es aprender primero la técnica en un curso, lo que facilitará su práctica posterior.
El entrenamiento autógeno se lleva a cabo recostado o sentado y consiste en distintos ejercicios. Hay un ejercicio de "descanso" que sirve para enfocarse mentalmente en el entrenamiento; un ejercicio de "peso" que sirve para relajarse haciendo que el cuerpo se sienta más pesado mediante la autosugestión; y otros ejercicios que tienen que ver con la respiración y que ayudan a una respiración regular y más lenta.
FUENTE: dpa