MIAMI.- BEATRIZ E. MENDOZA
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@bemendozac
Si está esperando visita de sus amigos o familiares en el mes de marzo, prepárese para a duras penas verles la cara, pues este es el Mes de las Compras en Miami, una iniciativa del Greater Miami Conventions Center and Visitors Bureau, y las ofertas son tan tentadoras que hasta los que detestamos los centros comerciales podríamos sucumbir ante ellas.
No es sino visitar el website shopmiamimonth.com para encontrar promociones, como una tarjeta de regalo de Cheesecake Factory de $25 cuando gasta $150 en Coco Walk. Además, las personas que compartan su estilo al vestir en redes sociales usando el hashtag #ShopMiami podrán participar en la rifa de una tarjeta de regalo de $50. La asesora de moda Irma Martínez, cuyos clientes incluyen a Gloria Estefan y Eva Longoria, es la embajadora del programa.
“En Miami, hay todos los precios, todos los estilos. Estamos con todas las tendencias del momento, todo lo que tú ves en las pasarelas europeas, en Nueva York, lo encuentras en Miami. Antes la gente pensaba que sólo puede irse de compras a Nueva York, pero en Miami se encuentra todo. Los grandes diseñadores tienen tiendas en nuestros malls”, dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS esta cartagenera desde su estudio Trendy, en Wynwood.
“Siempre que tú entras a un lugar en Miami, hay un sale, hay un rack que tiene descuentos. En Latinoamérica o en Europa sólo hacen una venta al final de la temporada. Miami es un lugar donde puedes comprar a buen precio todos los días”, aseguró.
“La gente a veces viene de shopping como desaforada, mis amigos o mi familia vienen de Colombia con las maletas vacías. ‘Quiero, comprar, comprar’, como desesperados. La idea es que disfruten el shopping. Cuando voy Bal Harbor o a Merrick Park, me encanta tomarme el tiempo para aprovechar y tomarme un cafecito al fresco, al aire libre, un clima tan divino, no es para meterte en un mall todo el día”, dijo.
“Estamos en una temporada de transición y quizá por eso [marzo] es el mes ideal. Ahora mismo, si vas a cualquier mall, puedes comprar desde un abrigo hasta un vestido de baño. En Nueva York ahora no puedes comprar un bañador”, concluyó.
