lunes 10  de  febrero 2025
ARTES VISUALES

Cultura urbana, pop y videoarte en clave femenina en Miami

Se trata de uno de los proyectos expositivos de videoarte más ambiciosos del museo Frost, con una selección de once vídeos pertenecientes a la colección privada del matrimonio filántropo formado por Carlos y Rosa de la Cruz, radicado en Miami

MIAMI.-EFE

Escenarios urbanos sonoros, referencias pop, intertextualidad y guiños de western son algunos de los temas que plantean, en clave femenina, seis videoartistas en la muestra Resonancia/Disonancias del museo de arte Patricia y Phillip Frost, de Miami.

Se trata de uno de los proyectos expositivos de videoarte más ambiciosos del museo Frost, con una selección de once vídeos pertenecientes a la colección privada del matrimonio filántropo formado por Carlos y Rosa de la Cruz, radicado en Miami.

A través de pantallas de gran formato situadas en un espacio expositivo muy cuidado, la exhibición plasma la mirada aguda, extrema, de un grupo de videoartistas que mezclan reflexión, observación (a veces inquietante) y humor para hablar del mundo, para contar la vida.

Así, la singular obra Intertextualidad, de la videoartista cubana Quisqueya Henríquez, capta con humor el tráfico continuo en la calles de una ciudad por donde se mueve un gallo con absoluta naturalidad y control de la situación.

"La idea de 'Intertextualidad' era parodiar la realidad caribeña de sus calles y buscar una manera de confrontar lo urbano y rural en un mismo espacio, en una misma acera y ciudad y apareció el gallo", dijo Henríquez sobre el vídeo de tres minutos de duración en el que la presencia del ave no fue preparada ni buscada.

Y precisó que su apuesta por la obra digital, por el vídeo, por el movimiento, surge siempre a partir de la mirada sobre la realidad: "Me interesa observar mi entorno y ver qué sucede", apuntó Henríquez, quien reside en República Dominicana y trabaja también con instalaciones, collage y esculturas.

A través de muñecos articulados y un entorno de superhéroes infantiles y "con poderes", la videoartista Beatriz Monteavaro rinde homenaje a la estrella rock británica de la década de 1980 Adam Ant, quien, explicó la artista, sufrió de "bipolaridad y estuvo internado en varias ocasiones en clínicas".

En los diez minutos de duración de Antics in the Forbidden Zone (2002), Monteavaro monta un relato tierno y de rendida admiración infantil por Adam Ant, su "héroe, alguien a quien he admirado desde niña, desde que tenía 12 años," y que ha logrado superar la enfermedad.

La reflexión del vídeo consolida la idea, prosiguió la artista también de origen cubano, de que "podemos tener éxito después de luchar y afrontar las dificultades".

Sobre las seis videoartistas, entre las que están además Tracey Emin, Sarah Morris, Aida Ruilova y Susanne M. Winterling, el comisario de la muestra, Klaudio Rodríguez, destacó su capacidad para encontrar la "resonancia y disonancia espiritual y física de nuestro mundo" y su capacidad para "investigar temas como la sexualidad o la vida diaria urbana".

Rodríguez mostró a Efe su entusiasmo por esta muestra que, desde la óptica femenina, viene a confirmar la posición cada vez más "relevante" del videoarte en el mapa museístico.

"Nunca he separado el vídeo del arte. Está integrado plenamente en el mismo espacio y en nuestra colección", apuntó Rosa de la Cruz, muy reconocida por su labor filantrópica, el respaldo al arte joven y su apuesta por mejorar las oportunidades para los creadores en Miami.

De la Cruz se refirió a la "enorme calidad artística" de los trabajos seleccionados para esta exposición y del acierto del diseño del espacio museístico, al punto que los visitantes, señaló, "comprenden la importancia del videoarte no relegado a un pequeño monitor, sino proyectado sobre grandes pantallas".

"Todo el mundo que entra en esta exposición sale comprendiendo la importancia del videoarte y del trabajo de estas artistas reconocidas internacionalmente", aseveró De la Cruz, quien desde hace 25 años impulsa la promoción de las artes plásticas con su colección privada de arte contemporáneo en Miami.

Resulta inquietante la instalación de la danesa Susanne M. Winterling Play Winterling, un vídeo de siete minutos de duración en el que una mujer de pelo oscuro recogido mantiene con firmeza el violín bajo el mentón de su barbilla mientras arranca del instrumento únicamente notas disonantes.

Sometimes the Dress is Worth More Money than the Money, el vídeo de Tracey Emin, con música de fondo de la película El bueno, el feo y el malo, recupera un sueño recurrente que esta artista británica tenía en su infancia, cuando se veía vestida de novia, de blanco, con billetes de curso legal prendidos con alfileres a la tela del vestido y corriendo por un paisaje de la tierra natal de su padre, Chipre.

La también británica Sarah Morris presenta en la muestra su vídeo en color "Midtown", de nueve minutos de duración, grabado en Manhattan, en el que retrata la masa anónima de gente que puebla las calles de Nueva York en contraste con los ciegos edificios que dominan la ciudad.

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