BRUSELAS.- Cuando dos swifties de los Países Bajos intentaron organizar hace dos años una noche para fans de Taylor Swift, los dueños de los clubes contactados se mostraron reacios, porque dudaban de que la megaestrella fuera un éxito entre el público moderno.
"No les gustaba la idea", dijo a la AFP Alexa Fischer, de 25 años, fanática de Swift, que el 9 de mayo inicia una larga gira por Europa.
"Ni siquiera podíamos poner los nombres de los locales en nuestras redes sociales porque les daba vergüenza ser anfitriones de la fiesta de Swift", recordó su amiga Femke van Splunter.
Sin embargo, esa primera fiesta fue un éxito instantáneo: las 200 entradas se agotaron en un día.
Dieciocho meses después, los clubes que alguna vez fueron reticentes ahora buscan al dúo a fin de organizar las jornadas para swifties, al haber comprendido la magnitud del fenómeno en Europa.
The Eras Tour
Taylor Swift comienza el jueves 9 de mayo, con un concierto en París, la parte europea de la gigantesca gira Eras, que terminará el 20 de agosto en el estadio Wembley de Londres.
Em los Países Bajos, donde Swift cantará el 4, 5 y 6 de julio en Ámsterdam, el primer evento fue motivado por el lanzamiento del exitoso álbum Midnights, en 2022, y la necesidad de reunirse con fans de gustos afines para celebrarlo.
"Pensábamos que había mucha gente entusiasmada, pero no sabíamos dónde estaban", dijo van Splunter, de 30 años.
Con una experiencia parecida, la portuguesa Joana Lopes dice que los swifties están acostumbrados a que se menosprecie su devoción, ya que hasta la propia cantautora ha sido objeto de desdén por letras que giran, en gran medida, en torno a sus exparejas.
"Hace unos años, no podíamos hablar de Taylor sin que nos juzgaran o se burlaran de nosotras", dijo Lopes.
Comunidad
Sin embargo, los fans dijeron a la AFP que el sentido de comunidad es muy real.
Fischer y van Splunter, por ejemplo, organizan una mezcla ecléctica de grupos en WhatsApp, que incluye uno con vídeos de los conciertos de Swift y otro en el que los admiradores se reúnen para hablar de política.
En Lisboa, Lopes y su amiga Ana Carmo, de 29 años, pertenecen a un grupo de WhatsApp con docenas de swifties que viven en diferentes ciudades, y que las ayudó a conseguir entradas para ver a su ícono.
Más allá del sentido de pertenencia, a muchos admiradores Swift ha brindado consuelo en tiempos difíciles.
Después de que Fischer perdiera a su padre a la edad de 16 años, recuerda haberse sentido apoyada por una canción: "sobre el propio viaje de Swift con el cáncer y su madre".
La música también ayudó a Lopes a llorar la pérdida de su abuela. "Fue el mismo día en que Taylor se convirtió en parte de mi vida", dijo la joven de 33 años, quien agrega que las letras de Swift son: "lo que más valoro".
En Bruselas, Clara García dijo Swift hace que sus fans se sientan vistos, y para analistas es parte de su arrollador éxito.
"Swift ha creado una comunidad y se ha posicionado como alguien que podría ser una amiga para sus fans", dijo Georgia Carroll, una experta en cultura de fans, quien destacó que la cantautora es ahora: "más popular de lo que ha sido jamás".
El calor de Taylor Swift
El atractivo de Swift como compositora puede no ser obvio en un continente donde pocos hablan inglés como primera lengua, pero eso no es un obstáculo para sus fans.
"Comencé a escuchar sus canciones y pensé: '¿Qué diablos está diciendo?'", recordó Lopes. Por ello, "comencé a leer sus letras y a traducirlas, para entenderlas", agregó.
Carmo, en tanto, apuntó que con ese mismo procedimiento: "estoy aprendiendo nuevas palabras, estoy aprendiendo nuevos significados de las cosas".
Alessia Faranna, de 25 años, residente en Bruselas, dijo que Swift le ayudó mucho con su inglés. "Me enamoré de la forma en que expresa sus sentimientos", reforzó
Además de París y Londres, la gira de Swift incluye conciertos en Estocolmo, Lisboa, Madrid (en el estadio Santiago Bernabéu), Lyon, Edimburgo, Liverpool, Cardiff, Dublin, Amsterdam, Zurich, Milán, Gerlsenkirchen, Hamburgo, Múnich, Varsonia y Viena.
La gira Eras culminará el 8 de diciembre de 2024 en Vancouver, Canadá.
FUENTE: AFP