jueves 20  de  marzo 2025
CINE

Gil Perez-Abraham: el delicioso impulso de actuar

De raíces venezolanas, el multifacético actor Gil Perez-Abraham brilla en el teatro, la televisión y el cine. Lo podemos ver ahora en la película "The Batman"
Diario las Américas | GRETHEL DELGADO
Por GRETHEL DELGADO

MIAMI.- Al actor Gil Perez-Abraham lo vimos recientemente en la película The Batman, donde interpreta al oficial Martínez, pieza clave dentro de la policía de Gotham. Pero antes de brillar en Hollywood este talentoso joven ha recorrido un interesante camino dentro del teatro y la televisión.

El intérprete de raíces venezolanas contó a DIARIO LAS AMÉRICAS cómo se enamoró de la actuación y no dudó en hacer sacrificios para perfeccionar destrezas en lo que es, a todas luces, su vocación.

“Pasé mi niñez entre Baltimore (Maryland) y Caracas. Comencé a hablar español antes de inglés en la casa, crecí pensando en español, eso no se me ha quitado. Nosotros oíamos música de Venezuela, música cubana. Mi mamá hacía arepas rellenas de cualquier cosa imaginable, que ahora se ha vuelto muy de moda. Mi papá hacía un jugo de piña y unas cachapas para morirse. Nosotros pedíamos [chocolates] Toronto, Cocosette [wafer], muchas cosas que nada más veíamos en Venezuela”, rememoró el actor.

Al mudarse a Kansas, “yo siendo el primer estadounidense de mi familia, me encontré que me hacían mucho bullying por ser latino. Me decían que era mexicano. Muchos de ellos eran niños cuyos padres tenían mucho dinero y se reían de nosotros”.

Según resaltó, “pasaba mucho tiempo solo, escribía historias y cantaba, me ponía a hacer cosas creativas en la casa. Mis padres me metían en coros. En el bachillerato, unos niños que se reían de mí me pusieron el reto de audicionar para una obra, entonces fui pensando que si audicionaba ellos iban a ser mis amigos. Cuando fui, la directora, que había ganado un premio Tony de actuación, y que por casualidad estaba en Wichita, Kansas, haciendo trabajo comunitario, me dio la parte principal en la obra de teatro”.

A partir de ahí, la actuación se ha convertido en una suerte de obsesión creativa en la que busca perfilar nuevos matices y ampliar su diapasón interpretativo. “Desde ese momento me afinqué más en serio a la actuación. Luego me fui a la universidad a estudiar Ciencias Políticas, pero ya llevaba esa experiencia con mi primer show, me habían nominado a un premio nacional, y estaba buscando irme a Nueva York”, afirmó.

Su “segundo golpe de suerte” llegó con la propuesta a su hermano: “vente conmigo a Nueva York”, le dijo, aprovechando una beca de verano para estudiar en la universidad. “El día que llegué fui a audicionar para una obra de Shakespeare y se me dio. Entonces me quedé”.

“Empecé con varios proyectos y trabajando en televisión con Paolo Sorrentino, específicamente, él vio que tenía talento y me recomendó estudiar en un colegio de actuación. Me dijo que buscara al maestro William Esper, que falleció hace poco”, detalló el actor, que ha trabajado en películas como The Farewell, dirigida por Lulu Wang; The Young Pope, de Paolo Sorrentino, y en las series POSE

(Ryan Murphy/Silas Howard), Orange Is the New Black, y Shades of Blue (NBC), entre otras producciones.

En la prestigiosa escuela de actuación William Esper Studio le dieron una beca completa con la condición de que pagara las clases limpiando los baños y el colegio. “Eso fue lo que me dio el empuje, empecé a madurar mucho mi instrumento como actor y me empezaron a dar papeles principales en obras de Shakespeare, en dramas off-Broadway”, indicó.

The Batman, la oportunidad

Cuando Gil se alistaba para los ensayos de una obra teatral que iba a presentarse en el circuito de off-Broadway, y donde tenía un papel protagónico, supo del casting para la cinta The Batman. “Mandé un video tarde en la noche”, recordó. “Ahí cambió todo. Me llamó Matt Reeves y a partir de ahí eso ha sido un impulso”.

Sobre el estilo de dirección de Matt Reeves se ha dicho que va más allá del tono comercial y que apuesta por toques de cine de autor y un trabajo profundo con los actores. Sobre la dinámica del set de grabación, Gil constató que, en primer lugar, “a Matt Reeves le gustan los actores que tienen el legado parecido al clásico de Nueva York, como Robert De Niro, Al Pacino, Marlon Brando, creo que a él le gusta mucho ese estilo de actuación, del Hollywood viejo”.

Por ejemplo, “Matt no escribe en el papel la acción, él no escribió que yo le pongo la mano en el pecho a Batman en un momento de la película, eso salió de la improvisación de la escena entre los actores. Me preparé mucho porque sabía que para mí sería un reto trabajar con actores que para mí eran héroes, pero que a la misma vez odiaba desde el personaje, porque Martínez odia a Batman”.

De ahí que uno de sus recursos para construir el personaje fuera decirse que “si yo soy policía, y todos los días me sacrifico en la calle como policía, ¿cómo va a venir un hombre a robarme mi trabajo? Esa tensión que uno ve es verdadera entre los actores, que después pasó a los personajes”.

Como amplió, “Robert Pattinson trabaja de una manera muy seria también, entonces siendo el líder de nuestro set, uno sentía que los actores trabajaban al nivel que quería trabajar Robert, que era obsesionado, duro y serio. La temperatura del set era de mucha improvisación. Llegábamos a ensayar, pero uno tenía que ir con ideas para aportar. Esa era mi pelea como actor, seguir la visión que yo tenía y más que nada servir la visión de Matt”.

“Los directores son como las personas que controlan un zoológico, donde hay muchos animales, y todos son diferentes. Matt trabajaba muy humildemente, oía a las personas, hasta los extra podían tener opiniones. Así íbamos trabajando desde el principio de la película hasta el fin. Generalmente eso no se ve mucho, pues las películas se graban en un orden diferente. Eso ayudó mucho”, añadió.

Un punto curioso es que la mayor de la película se filmó durante el confinamiento por el COVID-19. “Eso creó una burbuja, donde el único mundo que existía era Gotham, no existía nada fuera de Warner Brothers. Entonces creo que entre la improvisación, el liderazgo de Robert Pattinson y la burbuja, íbamos al trabajo enfocados, tratando de encontrar la manera más honesta de contar esta historia”, explicó.

“Creo que donde Matt es diferente es que para él lo más importante era la actuación. Y si algo no servía con la cámara, él no hacía que el actor cambiara, él hacía que la cámara cambiara. Y eso es diferente de otras experiencias que he tenido”, aseveró.

En la última escena, cuando Gil (oficial Martínez) saca un arma, Matt le dijo que esa idea le encantaba pero que no estaba seguro de que fuera así como los policías sacaban un arma. Gil, que estudió técnicas policíacas como parte de su entrenamiento para el personaje, contó que en vez de optar por un movimiento más usual o conocido, el director hizo llamar a un supervisor de acciones militares que estaba en otro set para que viera la escena.

“Y él dijo que sí, que estaba bien. Y así seguíamos, así eran los días, uno probaba algo y había momentos en que se repetían más de 40 veces las escenas. Para mí era una experiencia excelente, porque yo soy del teatro originalmente y la manera en que trabaja pienso que es muy parecida a la manera en que trabajamos en teatro”, aseguró.

Otros pasos creativos

“No sé qué va a pasar con el oficial Martínez, estoy muy interesado en ver qué pasará, quizás pueda ser algo más grande”, destacó Gil. Mientras tanto, y frente a la pregunta de qué tipo de personaje le gustaría interpretar, se inclina por producciones de corte fantástico, como la serie Juego de Tronos o la película El laberinto del fauno. “Un sueño sería trabajar en una película así, o ser como el Jon Snow latino”, confesó, entre risas.

Pero además de sus proyecciones como actor, Gil se enfoca en la creación de historias donde quienes hablamos español nos veamos identificados más allá del cliché. “Hay muchos personajes que me encantaría crear. Escribo mucho, y estoy creando otros personajes, como uno que es un papá inmigrante que viene de Venezuela a empezar una vida con su hijo y su hija en Nueva Jersey”, contó.

“Mi sueño más grande sería producir más películas de mi gente y para mi gente, porque pienso que hay un hueco en el mundo del entretenimiento, que no nos incluyen. Claro que nos sentimos incluidos con un personaje como el oficial Martínez, y parte de la razón es porque no se ven muchos latinos. Eso me da lástima porque debería ser normal. Pero la pelea sigue. Estoy tratando de reunir dinero para producir una película propia”, recalcó sobre su proyecto basado en una familia venezolana.

En los tiempos libres que le deja la actuación y la escritura, Perez-Abraham suele ponerse sus patines lineales e ir a parques de patinaje. De hecho, uno de los personajes de un guion que escribió y busca filmar pronto es una joven que sueña con ser patinadora profesional en EEUU. Además, la historia se nutre de experiencias personales en familias de inmigrantes.

“La familia de mi socia en la escritura de esta historia es cubana, y ella es estadounidense de primera generación. El papá de ella vino con la operación Pedro Pan, así que entre nosotros tenemos muchas historias”, reveló, enfocado en “crear más oportunidades” para actores hispanos. “Una actriz como Verónica Falcón, por ejemplo, me encantaría verla como mamá de una familia latina; me gustaría ayudar a crear muchas oportunidades así”, agregó.

¿Qué aconseja Gil a esos jóvenes que sueñan con llegar a Hollywood? El camino no ha sido fácil para él y por eso sabe que el éxito implica sacrificios. Por eso entre sus recomendaciones están el estudio y la constancia.

“Siempre es bueno oír más que hablar. Uno oyendo aprende mucho. A mí me dijeron una vez que si uno tiene un sueño grande, la idea no es hacer algo grandísimo para poder cumplir ese sueño, la idea es hacer algo pequeño todos los días, y todo eso lleva a algo grande”, finalizó.

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