El alto valor histórico de la libra esterlina ha sido uno de los grandes obstáculos para visitar Inglaterra pero ahora es diferente.
El alto valor histórico de la libra esterlina ha sido uno de los grandes obstáculos para visitar Inglaterra pero ahora es diferente.
Hoy una visita a esta gran nación resulta más económica que antes, lo cual es una buena noticia para el turista que ansía conocer este destino europeo.
Por esta razón, proponemos un itinerario de viaje que le ayudará a saciar los deseos de visitar Londres y otras ciudades del antiguo Imperio de los mares.
La capital
Comencemos en Londres, una ciudad que conserva su grandeza imperial. Es una urbe amplia y esbelta, donde las viejas historias de reyes, conspiraciones y amores prohibidos abundan.
Por ello, elegir lugares y trazar una ruta previa son los dos consejos primordiales a seguir para ahorrar tiempo. Hay quien prefiere dejarse guiar y subir a uno de esos autobuses turísticos que cuestan $37 dólares, por dos días, al cambio actual, cuando antes costaban $43 dólares.
Y dejarse guiar no es una mala idea porque ello le ayuda a ahorrar mucho tiempo.
Sin embargo, hay quien prefiere andar y andar, siguiendo la ruta previamente trazada en un mapa, para conocer las grandes construcciones de antaño, y las más modernas, los teatros y los museos, para descubrir por sí mismo la esencia de la ciudad.
En ese y cualquier caso, recomendamos consultar el portal VisitLondon.com, en el que obtendrá información detallada sobre lugares a visitar, tarifas y descuentos.
Si tiene buena suerte, Londres le obsequiará un día soleado. Pero aún nublado, incluso con niebla, la capital británica provoca recorrer sus calles, tal vez siguiendo las huellas de Oliver Twist de día o Jack el destripador durante la noche. Cualquiera de ellos le ayudará a conocer el encanto de los viejos callejones, disfrutar la tranquilidad de los parques o saborear la oferta de cervezas en los bares pub.
Es un andar que obliga a pasear a lo largo del Támesis, visitar Trafalgar Square y llegar al centenario mercado Borough Market, donde el tiempo se detuvo siglos atrás y perdura el recuerdo de las visitas de Shakespeare.
Tres opciones
En Inglaterra abundan los pueblos y ciudades colmados de historias. Hay neblina, castillos y un contar muy arraigado al pasado cruel del Medioevo. Son ingredientes que destacan a Chester, Durham y York. Tres ciudades muy inglesas que atraen a miles de curiosos que quieren recorrer las viejas calles y amplios alrededores.
Con casi 2.000 años de historia y una fundación que le deben a los romanos, Chester mantiene su aire medieval en el casco histórico, como si se tratara de un parque temático. Aún amurallada y muy bien conservada, la pequeña ciudad luce sus blancas fachadas, enmarcadas con maderos color negro, que logran resistir el paso de los siglos. Y a esto sumemos los testimonios de quienes aseguran haber visto soldados del viejo imperio de Roma deambular entre los restos del antiguo estadio. Es un rico contar de anécdotas y leyendas que tiene guías que hablan con los muertos y hasta una excursión en bus por los tenebrosos campos de la comarca.
Un poco más al centro está Durham, que fue fundada por unos monjes cristianos hacia el año 995, donde dieron santa sepultura al cuerpo inerte de quien más tarde sería santificado como St. Cuthbert. Este lugar, que cuenta con una majestuosa catedral gótica, un castillo de lujo y un palacio de arzobispos, también mantiene vivas sus historias con donjuanes, ladrones y doncellas mal amadas.
Muy cerca de Durham está el Castillo de Lumley con sus 600 años a cuestas y aire de gran nobleza. Es una conmovedora edificación que alberga un fastuoso hotel, en sintonía con la vieja usanza, que tampoco olvida las leyendas de horror y fantasmas.
York es otra ciudad inglesa que cuenta con casi 2.000 años y también debe su fundación a los romanos. Sumergida en el mal recuerdo de conflictos regionales y tragedias que estremecieron sus días durante el Medioevo, la vieja ciudad luce con esplendor su muralla, su catedral gótica y también sus muchas historietas.
Al caer la noche, cuando el Sol desaparece y la penumbra se apodera de York, la gente se agolpa en las esquinas para escuchar las mil y una historias de fantasmas. Hay un ejército de guías, muy bien documentados, que lleva de la mano a los curiosos por las calles del casco histórico. Es por ello que no hay mejor manera de saciar la curiosidad que vivir de cerca lo mucho que tienen para contar.
¿Cómo llegar allí?
Varias son las aerolíneas que brindan servicio a Londres. Un viaje en taxi, desde los aeropuertos de Heathrow o Gatwick al centro de la ciudad, es muy costoso. No obstante, ambos aeropuertos londinenses cuentan con servicio de tren rápido por $22 dólares, si compra el billete en HeathrowExpress.com o GatwickExpress.com al menos 14 días antes.
Chester se encuentra a 35 millas del aeropuerto de Manchester, a donde puede llegar previa escala en Londres, Nueva York o Newark. Conexión que sirve para ir a York por medio de un tren expreso. A Durham se llega a través de Newcatle o también en cómodo tren o autobús desde Londres.
¿Dónde hospedarse?
La capital británica ostenta una inacabable lista de hoteles y el portal VisitLondon.com puede ayudarle a elegir el ideal, acorde a la tarifa que desea pagar.
Por otra parte, Chester, Durham y York también cuentan con una amplia oferta de hostales y hoteles. Para visitar estas ciudades, recomendamos consultar Visitbritain.com para obtener información sobre promociones y atracciones turísticas.
Ahorrar más
Aún cuando la libra esterlina cuesta menos y una visita a Inglaterra resulta hasta más económica que antes, es importante seguir este consejo: no canjee dinero, y si lo hace, sólo cambie una cantidad mínima, 100 o 200 dólares. La mayoría de los viajeros tienden a cambiar dólares por la moneda nacional en las casas de cambio o bancos del país e ignoran que son tasados con una comisión que muchas veces es excesiva. Mejor deposite el dinero en su cuenta bancaria, tenga a mano una tarjeta ATM y retire el dinero que necesita en efectivo en el destino, tal como hace en su ciudad. También puede usar la tarjeta de crédito. Evite comer en los lugares frecuentados por turistas, en los que los precios suelen ser más altos.