domingo 2  de  febrero 2025
CINE

“Jane got a run”: Natalie Portman toma las armas

La actriz interpreta a una ciudadana modelo casada con Bill Hammond (Noah Emmerich) que arrastra problemas con la justicia desde el pasado. Cuando éste se vuelve contra su propia banda, conocidos como los Bishop Boys, es tiroteado sin piedad. Y es entonces cuando Jane decide tomar cartas en el asunto

LOS ANGELES.-dpa

El western, pese a haber superado hace décadas su época dorada, no ha muerto ni mucho menos para Hollywood: el género vuelve de vez en cuando aasomar la cabeza, como ahora lo hace con Jane Got a Gun, una cinta protagonizada por una grande como Natalie Portman.

Eso sí, la cinta llega un tanto devaluada en un mes de enero que suele ser el peor para estrenos de todo el año y que suele servir de hueco para estrenar las cintas complicadas o menos populares para los estudios.

En el caso de Jane Got a Gun, se trata de un largometraje que debería haber visto la luz hace año y medio y que por complicaciones con las distribuidoras ha encontrado sitio aprincipios de 2016.

Lo bueno es que el reparto es muy poderoso y que tiene detrás el sello de los hermanos Weinstein, consolidados genios a la hora de explotar cine de calidad donde otros solo ven un fiasco completo. 

Portman es Jane, una ciudadana modelo casada con Bill Hammond (Noah Emmerich) que arrastra problemas con la justicia desde el pasado. Cuando éste se vuelve contra su propia banda, conocidos como los Bishop Boys, es tiroteado sin piedad. Y es entonces cuando Jane decide tomar cartas en el asunto.

El malo de la película es John Bishop, interpretado por Ewan McGregor, que quiere cargar contra Jane. La protección para la pequeña pistolera llega de manos de un antiguo amor (Joel Edgerton), cuyo odio por Bill lucha contra el amor que siente por Jane. 

Además de la presencia de Portman y de McGregor, la cinta tuvo interés desde el principio por ser un guión de la llamada lista negra de Hollywood, que cada año se publica para destacar los libretos más interesantes que no encuentran un estudio para ser producidos.

El guión de Brian Duffield convenció a Portman desde el principio pese al cambio de actores en el reparto durante la producción.

Eso sucedió en 2013, cuando la luz de Portman brillaba con fuerza en Hollywood después de haberse hecho con el Oscar a mejor actriz en 2011 por Black Swan. Ahora, sin embargo, las cosas han cambiado ligeramente para la actriz israelí de 34 años, que desde hace un cierto tiempo no tiene la misma presencia de antaño.

Después de su brillante trabajo con Darren Aronofsky, llegó una comedia romántica muy publicitada junto a Ashton Kutcher, No Strings Attached, y tras eso hizo una pausa en su carrera para tener un hijo y dedicarse a asuntos personales junto al bailarín francés Benjamin Millepied.

El resultado es una cierta sensación de vacío en una industria que tiende a olvidar a las actrices a gran velocidad pese a haber sido encumbradas pocos años antes. Precisamente el Oscar suele tener un efecto devastador, como ya le sucedió a Halle Berry, por ejemplo, después de hacerse con su estatuilla dorada.

Para Portman este western, aunque muy cuidado en lo cinematográfico y en su puesta en escena, no es mi mucho menos una vuelta a la primera línea de acción. Todo dependerá en parte de cómo le vaya con un nuevo trabajo junto a Aronofsky, que se volvió a decantar por ella para una cinta sobre Jackie Kennedy, la viuda del presidente John Fitzgerald Kennedy.

Hace unos días se publicó la primera imagen de Portman vestida como Jackie como adelanto de una cinta que se estrenará en 2017 y que pudo no haber sido suya: también Rachel Weisz y Katie Holmes se barajaban para el papel. Hasta ver a Portman encarnando otro personaje potente, habrá que conformarse de momento con este western que, aunque tarde, llega por fin a la gran pantalla.

LEA TAMBIÉN:

¡Recibe las últimas noticias en tus propias manos!

Descarga LA APP

Deja tu comentario

Te puede interesar