lunes 25  de  marzo 2024
GASTRONOMÍA

Juan Manuel Barrientos, el chef que cocina por la paz

Además de dirigir una novedosa cadena de restaurantes, el joven acoge en su cocina en Colombia a exguerrilleros que buscan reintegrarse a la sociedad

Desde Colombia llega a la Capital del Sol el joven chef Juan Manuel Barrientos, quien a través de su excepcional talento para la cocina ha abierto el restaurante El Cielo, un lugar único que ofrece platillos que él mismo crea, partiendo de la base de la comida típica de su país.

“Cuando tenía 19 años comencé a cocinar. Antes trabajaba en negocios internacionales con mi padre, pero siempre supe que me quería dedicar a la cocina. Cuando uno ama cocinar y descubre que a través de los sabores se puede transmitir muchas cosas, inevitablemente la vida te lleva al lugar al que quieres pertenecer”, comentó Barrientos a DIARIO LAS AMÉRICAS.

Aunque tiene dos restaurantes más en Medellín y Bogotá, ambos tienen características diferentes.

“Cada uno toma los ingredientes locales. Aquí tenemos la pesca, los productos de las haciendas ecológicas de Homestead. Vamos hallándolos en dependencia del área y los adaptamos a las recetas, que cambian cada tres meses”, agregó.

Sobre la tendencia de los platillos que se catan en su negocio, Barrientos explicó el origen y reveló que para él siempre es un reto inventar platos nuevos y organizar la manera en que se sirven.

“Hacemos una menú degustación, los clientes no ordenan a la carta sino que escogen entre 10 y 15 platillos. Nos inspiramos en la nouvelle cuisine  de Francia y después en la adaptación que se hizo en la gastronomía española de esta tendencia que surgió hace 20 años”, resaltó.

Pero El Cielo tiene un doble significado: por un lado es un restaurante exitoso, y por otro, en Medellín, es reflejo de una obra altruista que a través de la cocina ayuda a que los soldados se reinserten en la sociedad.

“Con este programa primero visitamos las zonas de conflicto en compañía del ejército y promovemos la desmovilización. Después de este proceso, en el que ellos se recuperan y actualizan su situación legal, comenzamos a integrarlos a nuestras cocinas para que se capaciten y tengan la oportunidad de integrarse a la vida civil”, expresó.

Con el emprendimiento de este proyecto social, Barrientos quiso demostrarle a sus paisanos que el arreglo de la situación en su país no era un tema político, sino de reconciliación.

“Todos los colombianos hemos sido víctimas de la violencia y el ejército nos ha protegido. Entonces, en forma de agradecimiento quise hacer algo para aportar también a mi sociedad. Durante todo el proceso nos dimos cuenta que la paz solo se iba a lograr con el perdón recíproco de cada persona”, expresó.

Asimismo, compartió la historia vista desde su posición.

“Muchas personas que llegan a la fundación ni siquiera están buscando un empleo, sino que lo hacen como un proceso de terapia. Nosotros les abrimos los brazos a todos y les enseñamos todo lo referente al arte culinario. A veces nos ha sucedido que los exguerrilleros tienen tanto talento que deciden quedarse trabajando en nuestro restaurante y entonces aprenden nuestras recetas y estilo”, agregó.

A través del trabajo que realiza con su fundación, Barrientos ha aprendido que el bien puede hacerse desde cualquier posición, por lo que cada día disfruta ser parte del cambio que experimenta la sociedad.

“Creo que cualquier persona que tenga pasión puede aprender a cocinar, por más que crea que no sabe. Como colombiano me llevo el aprendizaje de que la paz está entre nosotros mismos, en trabajar para que nos volvamos hermanos”, afirmó. 

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