
En su más reciente artículo, María Celeste Arrarás contó cómo fue el proceso que vivió para renunciar a Univision y unirse a la competencia: Telemundo
MIAMI.- La célebre cita del filósofo Nicolás Maquiavelo "El fin justifica los medios" puede que aplique para uno de los tantos anécdotas que comparte la periodista María Celeste Arrarás en su columna de opinión Así lo veo... Reflexiones de María Celeste.
En su más reciente publicación la presentadora puertorriqueña reveló cómo fue el proceso que vivió para renunciar a Univision y unirse a la competencia: Telemundo.
"Como periodista es fundamental ser discreto, proteger fuentes y saber guardar ciertas informaciones. Tengo ese entrenamiento. En adición a eso, me tocó aprender la importancia de guardar secretos muy temprano en la vida... gracias a una metida de pata", se lee en las primeras líneas del artículo.
María Celeste Arrarás cuenta que, luego de trabajar por varios años para Univisión, en 2002 decidió cambiar de rumbo profesional.
"En el 2002, decidí no renovar mi contrato con Univisión, la cadena para la que había trabajado por tantos años, y comencé a negociar con su rival, Telemundo. Por razones estratégicas, nadie podía saber que estábamos considerando lanzar un nuevo programa que no solo competiría directamente con mi antiguo show, sino que también reemplazaría el programa que Telemundo tenía en ese mismo horario. No queríamos alertar a Univisión para no darle tiempo a reaccionar y, además, queríamos asegurarnos de que la transición interna en Telemundo fuera lo menos complicada posible", recordó la boricua de 61 años de edad.
Arrarás no solo se mantuvo bajo perfil en sus negociaciones, sino que además optó por usar un nombre secreto: Diane. Estrategias que dieron sus frutos y que la llevaron a estar por 18 años en Telemundo.
"Mis reuniones clandestinas con los dos ejecutivos más importantes de Telemundo y mi agente artístico tenían lugar en mi casa y en suites de hotel para no ser vistos. Ya me imagino lo que la gente hubiese pensado al verme entrar en los cuartos hablando con ellos en voz baja y actuando con tanto misterio. Para mantener la confidencialidad, los dos ejecutivos me dieron un nombre secreto: Diane. Ellos les decían a sus jefes de la cadena NBC que yo era la Diane Sawyer de la televisión hispana y que contratarme sería un gran acierto, equivalente a que NBC se llevara a esa famosa periodista de la cadena ABC... Los ejecutivos de Telemundo estaban impresionados con lo discreta que yo era", dijo.
"El plan funcionó. Nadie se enteró de nada hasta que nosotros decidimos que había llegado el momento. El 10 de abril de 2002 hicimos el anuncio oficial en un lujoso hotel de Miami, en un salón lleno de periodistas de todo Estados Unidos y Latinoamérica", añadió.
Con este anécdota, María Celeste Arrarás aprovechó la ocasión para dejar un mensaje reflexivo: "A veces caemos en la tentación de compartir con los demás lo que guardamos celosamente en nuestro corazón, pero es importante aprender cuándo es preferible callar. Guardar en secreto nuestros más íntimos sueños no garantiza que se harán realidad. Pero sin duda, aumenta la posibilidad de que logren materializarse", finalizó la periodista ganadora de varios Emmys.