MIAMI.- WILMA HERNÁNDEZ
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@whernan
MIAMI.- El cantautor guatemalteco estremeció el American Airlines Arena con su espectáculo Viaje
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Fotos Ávaro Mata
Pedaleando una antigua bicicleta apareció Ricardo Arjona en el escenario que estuvo ambientado en una estación de trenes. Así se reencontró el cantautor guatemalteco con su público de Miami la noche del viernes, que lo recibió más apasionado que nunca.
Vistiendo un sobretodo y sombrero, al mismo tiempo que interpretaba A la luna en bicicleta, de su última producción Viaje, inició en el American Airlines Arena su gira por EEUU, titulada como el álbum.
Acto seguido y sin dejar de sentir la emoción de los espectadores, que gritaban a todo pulmón, cantó su afamado tema El problema acompañado de su guitarra.
Luego un juego de luces hicieron parte de la interpretación de Acompáñame a estar solo y Dime que no, temas que la multitud no dejó de tararear.
Enérgico corría de lado a lado de la tarima mientras cantaba Cuando fue la última vez. Era difícil que el público permaneciera sentado durante esta puesta en escena peculiarmente orquestada, que contaba con un escenario de dos niveles.
Acompañado de nueve músicos, entre ellos dos cubanos, Arjona regresó a la capital del sol más comprometido con su repertorio de letras que muchos describen como poemas cantados. De hecho, eso dejó claro antes de interpretar Desnuda.
“Cuidado cómo le hablan a una mujer. No es lo mismo decirle que cantarle: no es ninguna aberración sexual, pero me gusta verte andar en cueros, el compás de tus pechos aventureros, víctimas de la gravedad”.
De vez en cuando coqueteaba con la guitarrista y vocalista, con quien cantó a dúo Fuiste tú, que interpretaron sentados en una cama de hierro.
El cantautor, que puede ser rechazado por algunos con la misma intensidad que es amado por sus fans, demostró su capacidad interpretativa e impecable melodía, apoyada de su varonil voz y anatomía masculina.
“Tuvimos que recorrer todo un continente y lo único que queda claro es que lo poco que queda de mí es todo de ustedes esta noche. Hagan con eso lo que quieran, que yo mañana me arreglo”, dijo al público mientras descansaba encima de una maleta antes de interpretar el sexto tema.
Emociones
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando reveló que había contemplado la idea de no volver a cantar uno de sus grandes éxitos, pero que haría una excepción.
“Les quiero confesar que no iba a cantar Señora de las cuatro décadas, primero porque esa señora a la que le canto ya debe tener 114 años”, bromeó.
“Y luego porque esa parte de 10 años menor me hace sentir culpable. Pero lo voy a hacer si viene una señora”.
Los gritos eufóricos de las mujeres no se hicieron esperar. De repente todas querían tener 40 años y el cantautor inició un juego tratando de adivinar las edades de las candidatas mientras leía algunas pancartas. “Soy tu señora de las cuatro décadas”, decía un letrero. “Está es mi última oportunidad tengo 49”, decía otro.
Pero la elegida para subir al escenario no podría estar acompañada del marido y tendría que ser atrevida, de acuerdo con los requisitos que impuso el artista, pues, según él, las mujeres se cohíben cuando están con los maridos y son “valientes sólo cuando están lejos y por teléfono”.
Luego que escogiera a una señora, cantó el tan esperado tema. Espontáneamente corrió hacia el segundo plano del escenario donde estaba la mujer, que resultó la envidia de las demás, por abrazar y besar al cantante.
“Se llama Francesa. Es venezolana y tiene unos ojos preciosos”, reveló sobre la afortunada.
El auditorio, que estaba abarrotado con cerca de 20.000 personas, se estremeció y pocos quedaron sentados cuando interpretó Puente, dedicada a la separación familiar de los cubanos, como una de sus admiradoras expresó con emoción a DIARIO LAS AMÉRICAS.
“Para mí lo más emotivo fue cuando cantó Puente, y todo el mundo se paró y aplaudió. Lo he seguido en sus conciertos durante ocho años y éste para mí ha sido el más espectacular, no sólo por su voz, sino por toda la producción. Vale la pena cada centavo pagado por ver a Arjona”, comentó Sandra Novoa.
Novoa no fue la única emocionada, el cantautor se despidió en varias ocasiones, mientras el público vehemente pedía más. Quiso cerrar con un popurrí, pero tuvo que regresar tan enérgico como al inicio con Mujeres, que fue el éxtasis de la noche.
Luego de entregar su antiguo repertorio y algo de lo nuevo por dos horas, Arjona se despidió de Miami dejando tras su paso un arsenal de féminas enamoradas de la música del popular guatemalteco.