Batear es tan difícil, que fallando siete veces de cada diez se considera exitoso. Y aunque Aaron Judge está en ese promedio, cada vez que se para a consumir un turno hace pensar que batear no es tan complejo como durante años se ha señalado.
Batear es tan difícil, que fallando siete veces de cada diez se considera exitoso. Y aunque Aaron Judge está en ese promedio, cada vez que se para a consumir un turno hace pensar que batear no es tan complejo como durante años se ha señalado.
El jardinero de los Yanquis de Nueva York, que está no solo encaminado al MVP (Jugador más valioso, por sus siglas en inglés) sino al récord de jonrones en la Liga Americana durante una temporada, también puede meterse en la historia del deporte por otro hito: la Triple Corona.
El martes, Judge consiguió llegar a 60 jonrones en la temporada para igualar la campaña de Babe Ruth en 1927. El Juez está a un cuadrangular de igualar el récord que ha estado vigente por 61 años de Roger Maris en la Liga Americana de más vuelacercas en una sola temporada.
Con el ritmo que ha tenido el jardinero de los Mulos del Bronx, de dar un vuelacerca cada 8.8 turnos, es inminente que se quede en los próximos días con el récord de Maris. Salvo que algo extraordinario ocurriera en la última semana de temporada.
Ahora bien, el poder no es lo único que ha demostrado Judge este año. Sus batazos tienen a los Yanquis cerca de conquistar la División del Este de la liga americana para asegurar su boleto a la postemporada.
El buen momento de Judge, que tras finalizar la Serie Mundial podrá declararse agente libre tras rechazar antes de la temporada un contrato multianual con los propios Yanquis de siete años y $213.5 millones, también le podría dar la Triple Corona.
El miércoles, tras empatar a Ruth, también amaneció como líder en el joven circuito en carreras impulsadas (128) y average .316.
Si Judge consigue quedar líder de los tres departamentos, se convertirá en apenas el pelotero 17 en la historia de las mayores en lograr el hito y el primero desde que el venezolano Miguel Cabrera lo logró en 2012.
Si no la consigue, su campaña será tan memorable que con los que ha hecho es digno merecedor del MVP, pero si además la redondea con las marcas el nombre de Aaron Judge será referencia en el futuro.