La venezolana Paola Pérez Sierra, a la izquierda, nada junto a la estadounidense Emily Brunemann durante la competencia femenina de natación en aguas abiertas de 10 km en los Juegos Panamericanos en Toronto, Ontario
AP / Felipe Dana, archivo
REDACCIÓN.- Desde la llegada del chavismo al poder en Venezuela, en 1998 con Hugo Chávez, el deporte ha sido usado con fines políticos. El expresidente de Venezuela solía llamar a los atletas “la Generación de Oro”, pero hoy con su “legado” en curso a manos del dictador Nicolás Maduro, el deporte carece de apoyo y el sueño de estar en Tokio se complica para algunos atletas.
Permisos, visados, concentraciones o presupuestos tienen que ser gestionados por los propios atletas venezolanos en pro de alcanzar el sueño Olímpico. Para algunos, Tokio es su última oportunidad.
Esta semana la nadadora de aguas abiertas Paola Pérez, la misma que en los Juegos Panamericanos estuvo a merced de una hipotermia por no contar con el traje adecuado, abrió un GoFundMe para costearse su preparación a los clasificatorios que se realizarán en Japón a finales de mayo. En menos de 24 horas había obtenido $454 de los $10.000 que se trazó como meta.
“Faltan dos meses de preparación, fuertes entrenamientos, mucha concentración y bastantes gastos económicos. Por eso quiero contar con tu ayuda en esta recta final tan importante para participar en mis segundos Juegos Olímpicos”, escribió Pérez en su cuenta de Instagram, donde dejó el link para recibir aportes voluntarios.
La ayuda que no le brinda el régimen de Maduro y la Federación venezolana de Natación, Pérez la busca entre sus seguidores para poder competir por uno de los 14 cupos que quedan disponibles para participar en Aguas Abiertas en Tokio.
Pero no solo es cuestión de dinero. Hacer un trámite simple como una carta para que los atletas puedan viajar con su equipo a los clasificatorios también le es imposible a quienes administran el deporte en Venezuela.
“Que frustrante es ser atleta en este país”, escribió en su Instagram la nadadora Jeserik Pinto días antes de partir a Argentina, donde busca el boleto a Tokio en el campeonato Sudamericano de Buenos Aires.
“El presidente de la federación (Ender Luzardo) me niega el derecho de llevar a mi fisioterapeuta a una competencia clasificatoria para los Juegos Olímpicos. Ni siquiera por el hecho de que los gastos no iban a salir de su bolsillo, lo único que debía hacer era otorgarme una carta de invitación para que aceptaran su entrada al país, (Argentina)”, dijo la nadadora, quien además dejó saber de irregularidades que existen en la federación de natación de Venezuela al denunciar que “otras personas fuera de la delegación tienen la carta y yo no?”.
Incluso la preparación, ya con el cupo en mano se ha visto mermada. La selección masculina de voleibol que consiguió su boleto a Tokio en enero del año pasado, no ha tenido el respaldo para concentrarse y llegar a la justa con la mejor preparación posible. También está el capítulo de Andrés Lage, el velista, que sin nngún apoyo económico del régimen logró su boleto a los Juegos Olímpicos.
Lage, entre los sacrificios que ha hecho para ir a Tokio cuenta, según reseñó el portal tokyo2020.org/es, que viaja y duerme en en su camioneta para economizar. Él mismo se costea cada evento al no contar con el respaldo del régimen venezolano, ese mismo por el cual tuvo que abandonar el país en 2015.
Retroceso cuantificable
A poco más de cuatro meses para que se inauguren los reprogramados Juegos Olímpicos de Tokio (23 de julio), Venezuela por falta de apoyo del régimen de Maduro está lejos de igualar su máxima delegación en una justa olímpica.
En 2008, cuando el petróleo –principal mecanismo financiero de la nación caribeña- se cotizaba sobre los $120 por barril el chavismo disponía de capital para anclarse en el poder y otorgaba recursos para la preparación de los atletas, lo que llevó a la nación a tener una delegación de a 109 deportistas en Beijing.
Pero más allá de igualar la cantidad de los olímpicos de 2008, los que Chávez llamó la “Generación de Oro”, Venezuela podría tener la menor cantidad de representantes desde que el chavismo llegó al poder.
Hasta este martes 16 de marzo, Venezuela contaba con 22 clasificados a los Juegos Olímpicos de Tokio.
En Sidney 2000, con Chávez en el poder poco menos de dos años, Venezuela contó con 50 atletas. Para Atenas 2004 fueron 48 los representantes de la nación caribeña, en Beijing 2008 se hizo historia al llevar 109, pero cuatro años más tarde la representación en Londres 2012 se redujo a 68, mientras que en los últimos Juegos Olímpicos celebrados en Río de Janeiro en 2016, fueron 86 los atletas que logran el boleto.
Los clasificados:
Atletismo
Yulimar Rojas: compite en la modalidad de Salto Triple. Posee la marca mundial de la disciplina bajo techo y fue obtuvo la medalla de plata en la disciplina en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
Robeilys Peinado: compite en la modalidad de Salto con Pértiga. Consiguió el tercer lugar –junto a la cubana Yarisley Silva- en el mundial de Londres 2017. Participó en los olímpicos de Río de Janeiro, pero tuvo que abandonar al necesitar ser operada tras un incidente durante una práctica.
Esgrima
Rubén Limardo: Modalidad espada. Fue campeón en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Obtuvo el segundo lugar en los mundiales de 2013, en Budapest, y 2018 en la ciudad china de Wuxi.
Karate
Antonio Díaz: Modalidad Kata. Fue bicampeón mundial en la modalidad de (Belgrado 2010 y París 2012), además ha alcanzado en tres ocasiones el bronce.
Ciclismo
Daniel Dhers: modalidad BMX. Cinco veces cinco veces ganador de los X Games y campeón Panamericano de la disciplina.
Orluis Aular: modalidad ruta. Campeón de Venezuela en contrareloj y segundo en ruta.
Vela
Andrés Lage: categoría Finn de vela.
Un cupo continental de Judo
Dos cupos de remo
Voleibol: 12 (aunque es un deporte colectivo, se cuenta la inscripción nominal)
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