Brasil tropezó en la que podría considerarse como la primera gran prueba en la preparación de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
La Villa Olímpica ha sido reprobada y al menos tres delegaciones optaron por alojarse en otro lugar hasta que los lujosos pero inacabados edificios que les asignaron estén habitables.
Las delegaciones de Italia y Bielorrusia fueron las últimas que se sumaron a las quejas que llevaron a Australia y Argentina a aplazar su ingreso a la Villa Olímpica, informó este martes el portal GloboEsporte.
El portal brasileño cita al jefe de la misión italiana en Río 2016, Carlo Mornati, quien dijo a medios de su país que la delegación contrató personal por su cuenta para trabajar de manera "ininterrumpida" y dejar los apartamentos en condiciones de ser ocupados lo más rápido posible.
A su vez, Bielorrusia divulgó en su página web un comunicado en el que se queja de las condiciones de sus instalaciones.
"De acuerdo con informaciones de la delegación de Bielorrusia en Río, el apartamento todavía no tiene agua caliente y recibe poca agua fría; el sistema de descarga (del inodoro) no funciona; pisos, ventanas y escaleras necesitan limpieza. La delegación está empeñada en mejorar los apartamentos antes de la llegada de los atletas", relató la autoridad olímpica de ese país.
Se trata de problemas similares a los que llevaron a Australia y Argentina a decidir instalarse en otros condominios: goteras y filtraciones de agua; instalación eléctrica precaria o inacabada; falta de luz en corredores y escaleras; cables expuestos; olor a gas o falta de ese combustible; inodoros y cañerías tapadas; y pisos sucios con restos de las obras.
Asimismo, y a diferencia de lo que había sido divulgado anteriormente en base a medios brasileños, la delegación sueca no abandonó las instalaciones a raíz de los problemas mencionados.
Según aclaró al informativo de la TV Globo la autoridad olímpica de ese país, los atletas que fueron vistos en la noche de lunes dejando la Villa Olímpica en taxis y cargando con sus pertenencias eran deportistas que por error ingresaron a las instalaciones en forma anticipada. La delegación nórdica ocupará en los próximos días sus apartamentos.
El Comité Organizador Río 2016 prometió que la Villa estará "cien por ciento" lista este jueves. Para lograr ese objetivo, más de 600 personas fueron contratados para terminar con los trabajos inconclusos.
No obstante, según informó el portal del diario Folha de Sao Paulo, el propio comité admitió en la noche del lunes que al menos 15 de los 31 edificios que conforman la Villa no están terminados.
"Descubrimos en las instalaciones de los atletas muchas cosas por hacer. Nuestro equipo trabaja desde el 24 de julio para resolverlas. Lamentablemente será necesario más tiempo. Los atletas llegaron antes y no están los apartamentos acabados para recibirlos. Pedimos disculpas por esto y apreciamos su comprensión", indicó el Comité de Río 2016, citado por GloboEsporte.
Australia fue la primera delegación en alzar la voz. Poco después de que sus atletas arribaran al complejo que alberga 3.604 apartamentos, la delegación retiró del lugar todas sus pertenencias mientras sus dirigentes calificaban las instalaciones de "inhabitables".
En medio de las quejas, una ironía del alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, tensó aún más la situación.
"Estoy pensando en poner un canguro frente al edificio de ellos para que se ponga a saltar y se sientan en casa", dijo Paes, a lo que el director de comunicación de la delegación australiana, Mike Tancred, retrucó: "No precisamos canguros, precisamos fontaneros debido a los varios lagos que encontramos en los apartamentos (por causa de filtraciones de agua)".
La jefa del equipo de ese país, Kitty Chiller, reconoció el lunes los esfuerzos de la organización para resolver los problemas, y aventuró que los cerca de 700 integrantes de su equipo podrían volver a la villa el miércoles.
Argentina también decidió mudarse a otro lugar. El presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), Gerardo Werthein, explicó que dos de los cinco pisos que le corresponden a su equipo "no estaban habitables".
"La gente de Brasil ha tenido problemas de todo tipo y en lo que respecta a la Villa, nosotros somos uno de los países más afectados", dijo Werthein en Buenos Aires.
La delegación japonesa no llegó a retirarse, pero sus atletas también reclamaron. "El piso estaba muy sucio y los inodoros no tenían descarga", dijo Kazuki Yazawa, quien compite en canotaje slalom, citado por Folha.
Los problemas detectados en la Villa Olímpica, cuya dimensión real se podrá constatar cuando esté ocupada en su totalidad, fue un inesperado obstáculo que se sumó a los muchos que precedieron -y siguen latentes- la preparación de los primeros Juegos Olímpicos que se celebran en un país sudamericano.
Entre otros, Río 2016 se vio bajo la sombra del virus del zika, la inestabilidad política, la crisis económica, la contaminación de las aguas en las que se realizarán competiciones acuáticas, la inseguridad en Río de Janeiro y en los últimos días el temor a que ocurran atentados terroristas durante el evento.
Las críticas a la lujosa Villa en la que convivirán unos 10.000 atletas revelaron un problema en donde menos se esperaba. Y aguaron la fiesta que suponía la llegada, el domingo, de las primeras delegaciones de los más de 200 países que participarán en los Juegos Olímpicos (5 a 21 de agosto) y Paralímpicos (7 a 18 de septiembre).
