Las dudas están ahí para muchos, pero mientras los Marlins de Miami continúen ganando, habrá poco que argumentar en contra del caso de que el equipo de Skip Schumaker está para grandes cosas. Por eso, los jugadores del combinado no se preocupan por los comentarios que se escuchan en las afueras del dugout, sino por mantener un buen momento que los exhibe como imparables.
El domingo, por segunda jornada de forma consecutiva, los peces remontaron un desafío en el noveno acto. Fue la victoria número 20 del conjunto viniendo de atrás este año, la tercera mayor cantidad en todas las Grandes Ligas, y les permitió quedarse con la serie de fin de semana en Chicago.
Además, los Marlins mejoraron su registro a 17-5 en juegos decididos por una rayita en la vigente contienda, lo que equivale a un porcentaje de ganados de .773. Es el porcentaje más alto en compromisos de esas características para cualquier equipo en la era moderna de MLB (desde 1900).
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"Es una de las cosas más hermosas que he experimentado en mi carrera", señaló el cubano Jorge Soler. "Estar con un equipo así, de la forma en la que estamos jugando. Sé que mucha gente no cree en el club, pero nosotros sí. Y vamos a seguir jugando nuestra pelota", agregó.
Soler, quien se perdió algunos juegos a comienzos de semana por una dolencia en uno de sus pulgares, despachó un par de cuadrangulares en el cotejo y se mantiene como un sólido candidato a participar en el Juego de Estrellas. Fue el tercer encuentro de múltiples bambinazos para el antillano en lo que va de torneo.
Con sus 19 conexiones de largometraje este año, Soler está igualado con Aaron Judge de los Yankees de Nueva York en el segundo lugar de toda la gran carpa.