Mientras el conglomerado de los Dolphins es uno de los más admirados en Estados Unidos por sus emprendimientos y éxitos, su equipo de fútbol americano es uno de los que más sufre por la falta de resultados.
Los proyectos como el Miami Open y el Grand Prix de F1 tienen gran éxito, pero no dan en la tecla correcta con el equipo de fútbol americano
Mientras el conglomerado de los Dolphins es uno de los más admirados en Estados Unidos por sus emprendimientos y éxitos, su equipo de fútbol americano es uno de los que más sufre por la falta de resultados.
El domingo 3 de enero, los Dolphins cayeron contra los Jets de Nueva York y quedaron fuera de los playoffs. Hace 25 años que el equipo surfloridano no gana un partido en la postemporada de la NFL y en esta campaña terminó con un récord perdedor (8-9) por primera vez desde el 2019.
Desde que en el 2008 el magnate inmobiliario Stephen Ross adquirió el 55% de los Dolphins a Wayne Huizenga, por 550 millones de dólares y un año después cerró la compra del 45% restante en una operación de 1.1 billones de dólares en total, la organización ha ido creciendo de manera impresionante.
Entre el 2014 y 2016 se realizó la renovación completa del Hard Rock Stadium con una inversión de 550 millones de dólares. El estadio quedó como un hotel de cinco estrellas y desde entonces ha acogido partidos inolvidables como el clásico Barcelona vs. Real Madrid, la presencia de los campeones mundiales Brasil, Argentina y España, la final de la Copa América, el Super Bowl y la presentación de artistas como los Rolling Stones y Taylor Swift.
En 2019, con una inversión de 60 millones de dólares, los Dolphins construyeron en una zona de parqueo 30 canchas de tenis, incluyendo tres con tribunas para albergar el Miami Open.
En 2022 se inició un acuerdo para que el Grand Prix de Miami de F1 se disputara por 10 años en el Hard Rock Stadium. Los Dolphins invirtieron más de 60 millones de dólares en la construcción de un autódromo permanente.
También el club impulsa la campaña del Dolphins Challenge Cancer, que durante más de una década recaudó más de 75 millones de dólares donados íntegramente al Sylvester Cancer Center de la Universidad de Miami para la investigación y la cura de esta enfermedad.
Todos estos emprendimientos de los Dolphins son exitosos, en cambio el equipo de fútbol americano no funciona, ¿por qué? Porque ahí no se toman las decisiones correctas. En la NFL el límite salarial cada temporada es 255.5 millones de dólares. Más de una tercera parte de esa cifra se la llevan dos jugadores: Tua Tagovailoa (48 millones) y Tyreek Hill (27 millones). No queda mucho más dinero para reforzar todas las líneas de manera equilibrada.
No hay que olvidar que la plantilla de un equipo de fútbol americano se compone de 53 jugadores.
Los Dolphins eligieron a Tua en el Draft 2020 pese a que el quarterback se había roto la cadera y sufrido dos conmociones cerebrales. El verano pasado le extendieron un contrato por cuatro años y 212.4 millones de dólares y en 2024 Tua se perdió seis partidos debida a una conmoción cerebral y una lesión en la cadera. Sus suplentes son fatales.
Ross ratificó al entrenador Mike McDaniel y al gerente general Chris Grier, pero dijo que hará una “dura revisión de lo hecho y se darán los cambios que sean necesarios para convertirse en un equipo ganador”.
Ojalá que eso dé resultados.