Por fortuna para el Heat de Miami, el domingo libre brindará la oportunidad de superar la dolorosa derrota ante los Celtics de Boston en los últimos segundos del partido del sábado. Con mente y cuerpo descansado, los dirigidos por Erik Spoelstra volverán a la carga el lunes por la noche, como visitantes, para intentar alcanzar las Finales de la NBA.
Con su victoria por 104-103 en la faena sabatina, los Celtics se convirtieron en el cuarto equipo en la historia de la NBA en borrar una desventaja de 0-3 en una serie al mejor de siete para forzar el encuentro decisivo. Sin embargo, los otros tres conjuntos que lo lograron - los Knicks de Nueva York de 1951 en las Finales de la NBA, los Nuggets de Denver en la segunda ronda de 1994 y los Trail Blazers de Portland en la primera vuelta de 2003 - fracasaron en su intento de ganar el séptimo compromiso.
"Tenemos que empujarnos unos a los otros", aseguró Spoelstra en declaraciones a The Associated Press. "Estos son juegos emotivos y las cosas pueden cambiar en ese juego siete. En ese tipo de encuentros, la presión puede ir de un lado a otro. No vamos a ningún lado", agregó.
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A lo largo de su historia, el Heat tiene récord de 6-5 en séptimos juegos, pero han perdido los últimos dos. Quizás lo más preocupante en el historial para Miami es que ha caído en cada uno de los dos desafíos siete que ha disputado en la carretera.
El ganador del duelo del lunes avanzará a las Finales de la NBA, donde esperan unos ansiosos Nuggets que resultaron campeones de las Finales de la Conferencia Oeste.
"Vas a recibir la misma prueba hasta que la pases, lo juro", señaló el estelar Jimmy Butler. "Estuvimos en la misma posición el año pasado. Podemos hacerlo, sé que lo haremos. Tenemos que salir a la carretera y ganar en un ambiente muy, muy difícil".