LIMA.- Era como la crónica del oro anunciado en el salto triple femenino, tras el retiro de Caterine Ibargüen.
LIMA.- Era como la crónica del oro anunciado en el salto triple femenino, tras el retiro de Caterine Ibargüen.
Ausente la colombiana y principal contendiente en los últimos tiempos, la sensacional venezolana Yulimar Rojas se impuso el viernes en la final de esa prueba para sumar su primer cetro en el atletismo de los Juegos Panamericanos. Y lo hizo con una nueva marca continental.
Un título que quizá no tiene el mismo sabor para la actual campeona mundial de 23 años.
La final del salto triple se había publicitado como el gran duelo del atletismo en Lima, puesto que enfrentaba nuevamente a Rojas con Ibargüen, monarca olímpica. Pero esa cita entre las dos saltadoras más importantes del planeta en la actualidad se cayó el martes, cuando Ibargüen desistió de presentarse al resentir una fascitis plantar en el pie izquierdo durante la final del salto de longitud.
Ibargüen, de 35 años, había sido la campeona del triple salto en los anteriores Panamericanos de Toronto 2015, y le había ganado a la joven Rojas el pulso en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Pero Rojas se impuso a la colombiana en el Mundial de Londres, un año después.
La oriunda de la ciudad venezolana de Barcelona, de todas maneras, tenía preparado todo un espectáculo en el estadio atlético en Lima.
De entrada, Rojas logró un registro en su primer intento de 14,90 metros, que le aseguraría a la postre el oro y que se quedó apenas cerca de la marca panamericana impuesta precisamente por Ibargüen hace ocho años en Guadalajara (14,92).
Su segundo intento fue invalidado y su tercero fue de 14,67. Luego vino el de 15,11 con el que sencillamente selló el oro, trituró su propia marca de la temporada (15,06) y rebasó el de la ausente Ibargüen en Panamericanos.
La plata fue para la jamaiquina Shanieka Ricketts con su mejor intento de 14.77 y el bronce para la cubana Liadagmis Poveda con su 14,60.
FUENTE: Con información de AP