Durante décadas se debate sobre quién es el mejor futbolista de todos los tiempos. Unos votan por Pelé, otros por Di Stéfano, Cruyff, Maradona y Messi. En el fútbol femenino esta polémica no se suscita porque al pensar en la mejor jugadora de la historia nadie puede quitarle el puesto a Marta Vieira da Silva. Mia Hamm, Abby Wambach, Birgit Prinz, entre otras, se ubican varios peldaños por debajo de la brasileña.
Marta, quien en la actualidad juega en el Orlando Prime de la Liga de mujeres de Estados Unidos, es la única jugadora de fútbol, tanto en la rama femenina como masculina, que ha marcado 17 goles en la Copa del Mundo. Además, cuenta con seis Balones de Oro (2006, 2007, 2008, 2009, 2010 y 2018), el mismo número que Messi.
También es “pichichi” de la selección de fútbol de Brasil” con 112 goles, mientras que Pelé tiene 95. En Mundiales suma 17 tantos y Pelé 12. En 2007 con motivo de los Juegos Panamericanos, en el estadio Maracaná los hinchas cantaban: “Yo no vi jugar a Pelé, pero vi a Marta”.
El propio Pelé la apodó como la “Pelé en falda”, y en algún momento Marta declaró que no le gusta mucho ese apodo, pero con el tiempo lo acepta. Simplemente Marta de 36 años es un fenómeno fuera de cualquier parámetro conocido en los últimos 100 años de fútbol.
De Dois Riachos a Río
Nació en Dois Riachos una ciudad de 11,000 habitantes, localizada en el estado brasileño de Alagoas.
Superó vergüenza y discriminación en el inicio de su camino. Fue abandonada por su padre cuando tenía un año. Desde los seis jugaba con niños y fue golpeada por un hermano mayor que no quería que ella se dedicara al fútbol porque era un deporte de hombres.
A los nueve años aprendió a leer porque antes de ello su madre no tenía dinero para mandarla a la escuela. A los 14 ya vivía sola en Río de Janeiro mientras jugaba en el Vasco Da Gama (Equipo de Fútbol en Brasil). “Tuve que viajar tres días en autobús porque no teníamos dinero para comprar un billete de avión”, comentó Marta en una entrevista de hace algunos años.
Su máxima motivación era darle una vida mejor a su madre. La casa donde vivía se había inundado y ella quería recompensar a Doña Teresa por haberla criado.
Al principio su madre tampoco entendía que Marta prefería un balón, en vez de una muñeca. “Era la única niña en medio de un montón de niños y no era siempre bien aceptada. Pero nunca desistí porque me di cuenta de que era una forma de progresar en la vida y ayudar a mi familia económicamente y de una cierta manera revertir ese papel de la mujer”, declaró la considerada mejoró futbolista de Brasil a BBC.
Hace 124 años se jugó en Inglaterra el primer partido de fútbol entre dos equipos de mujeres, pero en la década de los 80’s en Brasil, Marta era discriminada por el simple hecho de ser mujer.
A los 14 años consiguió su primer premio en el Fútbol, fue reconocida como la mejor jugadora del campeonato brasileño en la rama femenina, pero Sub17, es decir en un grupo de jugadoras de hasta 17 años, ella con 14 fue la mejor.
“Marta debutó en la selección de Brasil cuando tenía 16 años y jugaba simultáneamente en dos selecciones de Brasil, la Sub19 y la Sub17. Hasta el momento ningún jugador o jugadora de Brasil ha logrado jugar en dos selecciones al mismo tiempo”, explicó Ricardo Setyon, periodista brasileño especializado en fútbol latinoamericano y profesor de Maestría en Gerencia Deportiva, a UNANIMO SPORTS.
Para Setyon, Suecia fue determinante para Marta. “Durante los años que jugó en el Umeå IK de la liga femenina de Suecia, entendió lo que es disciplina, seriedad, profesionalismo y ganó en tres ocasiones el premio como mejor jugadora del mundo de la FIFA”, indicó.
Sus logros le dieron el derecho de ser una figura poderosa en la selección de Brasil. “Ella también decide quien juega. Marta no tiene el poder de Messi, tiene mucho más”, agregó.
https://graph.facebook.com/v8.0/instagram_oembed?url=https%3A%2F%2Fwww.instagram.com%2Fp%2FCVYHD5JvNVQ%2F%3Futm_source%3Dig_web_copy_link&access_token=EAAGZAH4sEtVABALS02Fob1tbcK8Vu5hexkMmUPYo28xxT6pa7T5lsdtzIm1fx75nrrrpeZBqCgrxh7A8QMCWf0UsOPlbGYFJnbfD9E9RLQc61LUb7e92CyQh0SgquyuHTcb3OW7CXZBNeJPaUiN9AGGyRw6SjJgJNnMXIAqXgZDZD
El estadio Rey Pelé
La capital del estado de Alagoas (donde nació Marta) es Maceió y el nombre del estadio en esa ciudad en Brasil se llama Rey Pelé. “En 2008 hubo una votación en la Asamblea local para cambiarle el nombre al estadio.
Por 15 votos a seis decidieron cambiar el nombre de Rey Pelé a Reina Marta y ella dijo no”, recordó Setvon. “Allí mostró su humildad y le pidió al propio gobernador que no le quitaran el nombre de Pelé. A Marta le parecía injusto. El problema se solucionó hace tres años cuando crearon el memorial Reina Marta dentro del estadio Rey Pelé”, agregó.
Las botas de la igualdad
En el Mundial de Francia se le vio a Marta usar pintura de labios y rubor, cosa que no está prohibido por FIFA, pero no es usual en la cancha. También usa los zapatos por lo que ella misma llama la igualdad de géneros.
“Esto ha desatado polémica, cuando marcó el primer gol en el Mundial de Fútbol de Francia apuntó sus zapatillas que tienen dos franjas una que va de rosa a azul y la de abajo va de azul a rosa. Recordando que los géneros no son solo hombres o mujeres, sino que hay varios colores en el medio de las franjas”.
¿Qué le falta a Marta?
En cuanto a títulos lo único que le falta a la delantera de Brasil es la Copa del Mundo y una presea dorada en los Juegos Olímpicos. Ha ganado cinco medallas en total: dos doradas en los Panamericanos de 2003 y 2007; dos de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y Beijing 2008 y también fue medalla de plata en el Mundial de 2007.
En los pasados Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Marta y su selección estaban entre las candidatas al subir al podio, pero cayeron en los cuartos de final en penales ante las eventuales medallistas de oro, Canadá. Pero ahora su mirada estará en el próximo Mundial de Australia/Nueva Zelanda en el 2023.
FUENTE: UNANIMO DEPORTE