La mayoría de los atletas, por no decir todos, quieren llevar el nombre de su país en el pecho. Pero en la V edición del Clásico Mundial de Béisbol, que se celebrará del 8 al 21 de marzo, tal vez algunos peloteros se queden con las ganas.
La mayoría de los atletas, por no decir todos, quieren llevar el nombre de su país en el pecho. Pero en la V edición del Clásico Mundial de Béisbol, que se celebrará del 8 al 21 de marzo, tal vez algunos peloteros se queden con las ganas.
La competición, que este año tal vez se espera con más ansias que en ediciones pasadas, puede verse manchada por la ausencia de estrellas. En especial de República Dominicana y Venezuela.
Según el gerente general del equipo quisqueyano Nelson Cruz, hasta 18 jugadores de los 50 de la lista preliminar tienen puesta una objeción por parte de sus organizaciones de MLB para participar en su quinta edición.
No se han revelado nombres de los dominicanos que podrían perderse el clásico, pero es muy probable que entre ellos estén peloteros como Juan Soto, Vladimir Guerrero Jr, Rafael Devers o Wander Franco. Así como el abridor de los Marlins Sandy Alcántara, entre otros.
La selección de Venezuela, por ahora tiene la baja confirmada del receptor Wilson Contreras, mientras que Ronald Acuña Jr, su estrella más valiosa en la actualidad sigue siendo una incógnita.
Aunque no se refirió directamente al Clásico, el mánager de Venezuela, Omar López, escribió en sus redes sociales: “No entiendo de verdad cuál es el propósito de crear algo en el cual te van a colocar tantas trabas … de pana no entiendo y tampoco le encuentro sentido para eso es mejor no hacer nada”.
Ahora lo que parecía que se estaba convirtiendo en el evento de béisbol más rimbombante del planeta, parece ser un torneo sin mayor atracción. Aunque hay equipos que han adelantado sus nóminas, como Japón que cuenta con Shohei Ohtani. Probablemente el pelotero más completo (recuerden que lanza y batea por encima del promedio).
Si faltan estrellas el béisbol no va a brillar como se quiere para enamorar a una audiencia joven. Pero de momento no queda nada más que esperar y ver quiénes estarán y quiénes, por decisión propia o por falta de permiso, estarán ausentes.