Miami sigue creciendo como paraíso de inversión en materia de bienes raíces para los comerciantes chinos, y así lo refleja el más reciente informe de la corredora comercial CBRE, que anunció además que el efectivo asiático invirtió más de medio billón de dólares en la primera mitad del año; una cifra que convierte a la Ciudad del Sol, en el cuarto destino preferido por China en EE.UU.
De acuerdo al estudio, los inversores asiáticos gastaron $ 665.000 millones de dólares en bienes raíces en Miami durante la primera mitad de 2016, marcando un salto enorme, que significó más de $ 34 millones con respecto al mismo período del año 2015.
El flujo de capital de los países asiáticos, especialmente procedente de China, ha alcanzado niveles sin precedentes en el último año ya que los inversores buscan protegerse contra posibles riesgos de sus respectivas monedas. La depreciación del yuan chino hace que la inversión en bienes raíces en EE.UU se convierta en una apuesta con altas garantías, añade el estudio. Las cifras hablan por sí solas.
Los inversores asiáticos se movieron con $14.000 millones de dólares en activos inmobiliarios de Estados Unidos durante la primera mitad de 2016; ello representa alrededor del 52% de toda la inversión en el exterior de la región. Nueva York continúa como la ciudad preferida para los inversores chinos. Más de $4.000 millones de dólares en materia de negocios de bienes raíces; otras zonas predilectas por los del gigante asiático, resultan San Francisco ($1.400 millones) y Chicago con $ 1.340 millones.
Los edificios de oficinas tienen prioridad. Representan alrededor del 43% de todas las inversiones; los inmuebles de hoteles significan un 33%, según el informe. Japón también lucha por introducirse en el mercado. El conglomerado Sumitomo Corp, recientemente hizo una nueva incursión en el mercado de Miami con la compra de la icónica Miami Tower valorada en $ 220 millones, acción que marcó una de las mayores operaciones comerciales de la ciudad en 2016.
Además de la compra de propiedades externas, los inversores asiáticos se asocian cada vez más con los desarrolladores locales de Estados Unidos para construir proyectos de moliendas de edificaciones. Los vínculos con compañías de bienes raíces norteamericanas de igual forma se han convertido en una tendencia, con el propósito de conseguir apoyo inmediato en la industria.