WASHINGTON — La percepción o confianza de los consumidores estadounidenses en agosto por la economía siguió un mes más con las cifras más bajas en los últimos 30 años.
La barrera de medición es de 100 puntos y la evalucación se ubica por debajo de los 70 desde que la administración Biden-Harris llegó a la Casa Blanca.
Durante el gobierno de Donald Trump y antes de que el COVID-19 golpeara la economía a principios de 2020, que provocó una recesión seguida por una recuperación inesperadamente sólida también bajo el mandato de Trump, el índice de Michigan alcanzaba alrededor de 90 puntos y ocasionalmente superaba los 100.
El índice de percepción del consumidor de la Universidad de Michigan apenas llegó a 67,8 tras salir del paupérrimo 66,4 en julio. Las expectativas de los estadounidenses para el futuro se mantienen casi igual, mientras que la evaluación de las condiciones económicas actuales se hundió aún más.
El índice de Michigan se ha recuperado, pero continúa en terreno negativo tras llegar a un punto mínimo de 50 en junio de 2022, cuando la inflación alcanzó su nivel máximo en cuatro décadas.
La insatisfacción, la respuesta de los consumidores
La gente no ve casi nada saludable en la economía actual en la que la administración Biden-Harris ha hecho trizas los principales indicadores de la economía estadounidense y los consumidores sufren las consecuencias desde hace más de tres años.
Sin embargo, la gran prensa de izquierda y los departamentos de Biden afirman lo contrario a la realidad que atraviesa el país.
Las cifras prosiguen muy por debajo de un nivel favorable. Antes de que el COVID-19 golpeara la economía a principios de 2020, provocando una recesión seguida por una recuperación inesperadamente sólida bajo el gobierno de Donald Trump, el índice de Michigan alcanzaba alrededor de 90 puntos y ocasionalmente superaba los 100.
Los economistas observan las mediciones de la percepción de los estadounidenses para calcular si están de buen ánimo para comprar, lo cual es importante porque su gasto equivale a cerca de 70% de la actividad económica estadounidense.
Desde que la inflación golpeó hace más de tres años, los estadounidenses han estado enfadados. Conforme se aproxima la elección de noviembre, muchos culpan al presidente Biden por los altos precios.
A pesar del mal humor, los estadounidenses tienen que seguir gastando debido al nivel de vida tradicional en EEUU como la necesitad de tener autos y comodidades no común en la mayoría de los países.
Sin embargo las cifras de crecimiento económico no concuerdan con la situación que atraviesan los estadounidenses.
Según el gobierno de Biden-Harris, el ritmo anual de crecimiento en entre abril y junio fue de 2,8%.
FUENTE: Con información de AP y otras fuentes.
