WASHINGTON- El Departamento del Tesoro liberó el lunes 350.000 millones de dólares para distribuir más "ayuda" a los gobiernos estatales y locales, dinero que muchos analistas consideran ya innecesario y lo califican de un plan de derroche.
WASHINGTON- El Departamento del Tesoro liberó el lunes 350.000 millones de dólares para distribuir más "ayuda" a los gobiernos estatales y locales, dinero que muchos analistas consideran ya innecesario y lo califican de un plan de derroche.
Legisladores republicanos y analistas económicos han dicho que el paquete de ayuda —que aumenta los pagos a los desempleados— ha perjudicado la contratación porque la gente puede ganar más dinero quedándose en casa que trabajando.
La ayuda es parte del paquete de 1,9 billones de dólares aprobrado en el Congreso sin respaldo republicano para supuestamente "paliar" los efectos económicos del coronavirus, pero ha tenido un efecto contrario entre inversionistas y resultados macroeconómicos. Funcionarios dijeron que los pagos podrían enviarse en los próximos días a los gobiernos elegibles.
“Nos estamos moviendo en la dirección correcta”, dijo Biden en un discurso el lunes desde la Casa Blanca. “Nuestro plan económico está funcionando. Nunca dije, y ningún analista serio lo sugirió, que salir del profundo, profundo agujero en el que se encontraba nuestra economía sería simple, fácil, inmediato o perfectamente estable”.
Pero, una cosa es el discurso de Biden y otra es la realidad. El desempleo subió al 6,1% la semana pasada, los precios de las materias primas y de consumo se han disparado desde enero, entre ellos la gasolina, los cereales, el estaño (utilizado en circuitos electrónicos y baterías de vehículos) la carne de cerdo (+51%), los metales (doble del precio). La deuda asciende a 30 billones de dólares y la inflación en abril se ubicó en 2,6%, cuando esa no se esperaba a principios de año.
El mandatario demócrata está impulsando un gasto gubernamental aún más ambicioso, proponiendo un total de más de 5 billones de dólares de inversión en infraestructura, familias y educación que se financiarán con impuestos más altos para las corporaciones y los ricos, otro gran descalabro -según economistas- de aprobarse en el Congreso.
FUENTE: AP