viernes 7  de  marzo 2025
MOTIVACIÓN

Daniel Habif o la apología de la buena onda

Este comunicador que mueve masas en torno al amor realiza su primera gira mundial con un amplio programa en EEUU, México, Canadá, España y América Latina
Diario las Américas | GRETHEL DELGADO
Por GRETHEL DELGADO

@GrethelDelgadoA

MIAMI.- En todos los tiempos ha habido profetas que han definido las crisis y también han compartido sus predicciones y consejos para superarlas. Y como la Historia es una circular repetición de hechos, aquí estamos en el siglo XXI buscando ser mejores entre la competencia y la velocidad.

Desde el escenario, desde la pantalla del teléfono, desde el televisor, un mexicano mira de frente y dice esas cosas que muchos quieren escuchar, que muchos necesitan entender. Su nombre es Daniel Habif. Tiene astucia para atrapar a la audiencia, sabe usar el lenguaje corporal como el actor entrenado que es, y con un sello muy personal se ha convertido en uno de los mejores motivadores de la actualidad.

Pero cómo resaltar entre tantas personas que hacen lo mismo. Pues justamente no haciendo lo mismo que todos. Y aunque es fácil de decir, requiere una destreza y madurez que, como Habif, se ganan a golpe de experiencias y de la confianza en que el mejor modo de sobresalir es siendo uno mismo. Sí, esto suena cursi y trillado, pero ser uno mismo es una hazaña en tiempos donde cuesta salirse del esquema, decir no y decir la verdad. Arriesgarse tiene sus recompensas, y este mexicano de palabra ágil ha aprendido de los golpes y del dolor para devolver, siempre, una sonrisa y un gesto de bondad.

Vivimos en un mundo muy conectado, donde muchas veces la felicidad es un espejismo que radica en usar el mismo vestuario de un famoso o subir tu fotomontaje junto a la torre Eiffel porque, sí, este año tampoco pudiste juntar el dinero ni el tiempo ni las vacaciones ni el permiso del jefe para ir a París. Unos cuantos likes te darán esa efímera “felicidad instagramera” y luego seguirás tu día a día.

Pareciera que el tiempo no alcanza para esos momentos de introspección y búsqueda de nuestra versión más auténtica. Pues de esto, y mucho más, habla Habif en sus presentaciones. Así que el mejor modo de conectarse con él es en una de sus conferencias, en vivo y en directo. La oportunidad está aquí, porque el mexicano está realizando su primera gira mundial con un amplio programa en EEUU, México, Canadá, España y América Latina.

Sobre su gira y esa voluntad para mover a las masas en torno al amor, Habif profundizó en una amena charla con DIARIO LAS AMÉRICAS.

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El motivador mexicano Daniel Habif.
El motivador mexicano Daniel Habif.

En tiempos donde reina la ansiedad por ser felices y demostrarlo en esas peceras digitales que son las redes sociales, ¿qué crees que le hace falta al mundo para amarse más y mejor?

Autenticidad. El tema tiene una percepción equivocada y ha sido uno de mis más grandes retos porque las redes sociales no permiten crear arcos narrativos ni debates reales. Solemos tener una mirada muy inmediata para las cosas y construimos un juicio desde una perspectiva hueca. Deberíamos comprender que las palabras tienen un poder muy profundo. Con una palabra tienes la capacidad de destruir una nación o de unir a una nación.

Cada palabra tiene cierta carga energética. Cuando motivas a alguien, aunque todos somos motivadores, comprendemos que no es negar la realidad sino hacer de la realidad un plano más profundo. No soy un tipo que niega el dolor, porque negar el dolor es negar la humanidad. Soy alguien que muestra que existen herramientas inherentes a ti que te sirven para vivir en una mejora continua y elevarte a un estado positivo, que te permite arrancarle los terrores al mundo.

Cuando te enamoras, los pelos que te parecían feos te encantan, los cuerpos que no eran simétricos ni tenían cierta estética de repente te parecen gloriosos. Y esto no es que el cuerpo en realidad sea glorioso, sino que tu estado de enamoramiento, de paz, gozo y deleite, te permite convertir aquello que podría ser malo en otra situación, lo transformas como un gran catalizador. Entonces lo que yo hago es profesionalizar el bien, arrancarle el entusiasmo al bien.

Hacer el bien es muy complejo, más complejo que hacer el mal, porque hacer el mal es para simples. El bien requiere orden, enfoque, disciplina, visión, unicidad, verdad, poesía. Eso es otra historia. Busco vivir en esa autenticidad. Esa es mi forma de comunicar. Crecí con el arte de la actuación, de la pantomima sobre todo. Crecí con Chéjov, con Dostoievski, con Stanislavsky, Peter Brook, Margarite Yourcenar, Juan Rulfo, crecí con todas estas historias que abrieron un boquete por completo en mi creatividad y el lenguaje amplio nace de la dramaturgia, de actuar, de estar en un teatro. Siempre fui un apasionado del proscenio, de construir esta cuarta pared invisible. Uno nunca deja de ser un actor, porque el actor logra conectar con la verdad. El actor utiliza también sus vivencias dependiendo la técnica con la que hayas crecido.

En mi caso, siempre fui brutalmente vivencial y lo que digo no son suposiciones. Hablo de lo que he vivido, y de lo que no, simplemente otorgo perspectivas. Cuando hablo de un matrimonio es porque llevo 18 años casado, cuando hablo de construir compañías es porque he construido compañías exitosas, cuando hablo de música es porque he hecho música, cuando hablo de actuación es porque he estado ahí. Y creo que eso le da cierta veracidad a los hechos.

¿Por qué Inquebrantables?

He sido muy quebrantado en mi vida, pero no me han podido detener. Traiciones, dolores, enfermedades, muertes. Parecería que conmigo Dios se empecinó en hacerme cruzar desiertos que parecerían innecesarios. En muchos esos desiertos duré más tiempo por necio, por terco. Y aprendí que equivocarse en algo nuevo no era equivocarse, y también que equivocarse tres veces en lo mismo era ser un necio. Entonces fui comprendiendo que me podían quebrar la piel, la mente, el corazón, pero nadie podía quebrar mi espíritu.

De ahí nace inquebrantable, porque es una palabra que logra empujarte: cuando estás mal, hacia adelante; y cuando estás bien, hacia adelante. Tiene esta dicotomía, es una palabra que forma parte de tu identidad. En mi caso nace de un versículo de la Biblia que es Ezequiel 3:9, ‘te haré fuerte como la roca, inquebrantable como el diamante’. Después terminé haciendo un análisis acerca de los diamantes, y muchas personas quieren un diamante por su brillo, por su valor comercial, por el estatus que te genera, por la belleza misma, por la colorimetría, por la luz, pero son pocas personas que buscan un diamante por su resistencia, que es el poder más profundo. Y todo el mundo quiere ser un diamante sin tener la capacidad de resistir que tiene un diamante. De ahí nace inquebrantables.

Hay situaciones que pareciera que nos sobrepasan, como las injusticias, violaciones de derechos, problemas medioambientales. ¿Cómo podríamos actuar desde nuestros pequeños escenarios para hacer de este mundo un lugar mejor?

Uno debe aprender en la vida a amar tanto que no tenga espacio para odiar a nadie. Uno tiene que estar enfocado en amar. La única manera de acabar con el mal es estar enfocados en el bien. En América Latina es más fácil unir a la gente en contra de algo que a favor de algo. Porque nos apasionamos por las cosas que no nos apasionan. Lo puedes ver en las redes sociales, hay alguien que critica una serie de televisión que no le gusta durante siete días. ¿Qué haces viéndola? Primero, modificar la vista, enfocado en el bien.

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"Cuando el amor es tu respuesta, ¿qué te importa la pregunta?", dice Habif.

Las políticas de miseria de nuestros gobiernos, los tiranos, los dictadores siguen siendo hombres. Un día van a morir y tendrán que pagar la factura. Claro, que los terrores que estos personajes terminan por inyectar en nuestras sociedades son casi inolvidables o imperdonables. Pero tenemos que aceptar que nuestra vida no depende de un gobierno, ni de un presidente. Tú eres el presidente del metro cuadrado donde caminas. Tienes que decidir las leyes que rigen tu caminar. ‘Sí, Daniel, pero es que cuando vives en Venezuela, en Cuba, en Nicaragua, esto es algo utópico, una fantasía’. No. Estos tipos buscan que tú los odies porque es la única forma de permanecer en tu corazón para podrírtelo. Y cuando alguien logra podrirte el corazón te domina, te controla. Hay gente que utiliza el odio como un gran vehículo de dominio.

Cuando el amor es tu respuesta, ¿qué te importa la pregunta? Jamás va a importar una pregunta cuando tu respuesta siempre es el amor. En este mundo que cada día está más ensimismado, que cada día vive más en el individualismo, que esta más convencido de sus conveniencias que de sus convicciones, busco que este proyecto llegue a la mayor cantidad de personas. La mediocridad es viral, la tiranía se contagia, pero el amor también es viral. Y yo utilizo esas plataformas digitales para filtrar un mensaje de reconciliación, de empatía. Es tan importante que no sé si en algún lugar del mundo se esta gestando algún nuevo Hitler. Y si alguien escucha algunos de mis videos y le arranco de verdad el odio, la ira, en una de esas nos ahorramos otro holocausto.

En medio de tantos discursos de odio donde se marcan más las diferencias que aquello que nos une, has enviado muchos mensajes de amor a quienes, como los venezolanos, atraviesan situaciones difíciles. ¿Qué le dirías al pueblo de Venezuela que continúa de cara a una profunda crisis?

Mi amor por Venezuela cada día es más profundo. Sus colores han inundado por completo mi corazón. He tomado su flanco en la batalla como si fuera mío. Si yo estuviese ahí, me haría responsable de mi vida, encontraría en la creatividad y la imaginación la forma de salir adelante. Dejaría de esperar por el gobierno, por la oposición. La fe no va en la oposición ni en el gobierno en turno. La fe va en Dios. Y justo así es como uno debe caminar hacia adelante. Aunque la realidad de Venezuela está quebrada, la esperanza tiene que estar completa.

Perdonar es un gran paso. Sé que estoy solicitando algo inaudito, pero es la única manera de elevarte por encima de los terrores del mundo. Si ellos perdonan, los castigan. El perdón es para ti, es individual, no tiene nada que ver con la convivencia, sino con tu reconciliación de libertad. Porque cuando tú odias estás atado, te empiezan a crecer raíces de amargura, tu cerebro se llena de neblina.

Ayúdense mucho, manténganse firmes. No pueden dejar de marchar, no pueden resignarse. El arma número uno del mal es hacer que te resignes, pues cuando te resignas has perdido la capacidad de imaginar, de soñar.

Para ver todos los detalles de la gira visite este enlace.

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