MIAMI.- Antonio Delgado es un ingeniero cubano con maestría en Londres y, asimismo, un ejemplo claro de que Estados Unidos es el país de las oportunidades para quienes tienen talento y deseos de prosperar.
De profesor hace 10 años, después de afrontar el desafío de la barrera del idioma, este habanero de 36 años hoy se ha convertido en vicepresidente de Innovación y Alianzas Tecnológicas de Miami Dade College (MDC).
Delgado narró a DIARIO LAS AMÉRICAS cómo ha sido su trayectoria para alcanzar un ‘ascenso maratónico’ en la más grande institución universitaria de la nación.
El MDC, según afirmó, une sus dos grandes pasiones: la tecnología y, también pero no menos importante, ayudar a las personas que tienen talento y necesitan una oportunidad.
¿Quién es Antonio Delgado y cómo fueron sus comienzos en el área de los sistemas de computación?
Soy de La Habana, tengo 36 años. Ingeniero en Telecomunicaciones y Electrónica de la Universidad Tecnológica de La Habana (CUJAE). Después de graduarme, me quedé trabajando como profesor e investigador en la misma universidad en Cuba, hasta que salí a realizar una maestría sobre redes de computadoras en Londres. Elaboré proyectos que fueron reconocidos a nivel nacional y me seleccionaron como el joven más prometedor del centro donde estaba trabajando.
¿Cuáles fueron sus primeros proyectos?
Proyectos de ingeniería aplicados a la hidráulica, al desarrollo en ciertas áreas de la agricultura, y cómo la ingeniería apoya a la tecnología en áreas que realmente no se estaban usando, y cómo pueden mejorar desde el punto de vista de eficiencia.
Cuba es un país atrasado en materia de tecnología. ¿Cómo fue pasar de la isla a una nación de adelantos tecnológicos e innovación como Reino Unido?
Fue un shock cuando empiezo a estudiar mi maestría y veo la realidad de cómo funciona un mundo ya tecnológicamente conectado, con teléfonos inteligentes, todo funcionando a través de internet. También fue un shock cultural y pude apreciar mucho más el valor de la educación, sobre todo en tecnología, y cómo la tecnología avanzada puede crear oportunidades laborales y caminos para trabajos con salarios elevados.
¿Salir de Cuba te hizo abrir los ojos?
Lo que había visto en Cuba era atraso tecnológico, un atraso en acceso a internet. Esto fue hace más de 10 años, y fue ver cómo está avanzando el mundo y cómo Cuba se ha quedado atrás en acceso a la tecnología. En cuanto a educación, pude comparar que el acceso a la educación en Cuba es gratuito y que en países como Inglaterra y otros se paga por una educación de calidad, entonces lo que uno recibe en Cuba es una educación básica, que no llega a los últimos avances de la tecnología. De Londres recuerdo esas ganas de ‘comerme el mundo’, fue como salir de una burbuja y tener acceso al mundo entero y esa oportunidad cultural y tecnológica de conocer personas de todas partes del mundo, conocer culturas y tecnologías nuevas. Realmente, fue una experiencia única que me permitió abrir los ojos a lo que estaba pasando en el mundo entero y a tener una carrera sin límites para conseguir lo que uno se proponga. Estamos hablando de más de 10 años atrás y me maravilló que desde la computadora se podía realizar la compra del supermercado o adquirir los pasajes de tren o de avión. El acceso a que todo en la vida gire alrededor de tecnología fue para mí un gran impacto, siendo una persona que ama la tecnología. Era como finalmente encontrar lo mío.
¿Cómo fue el paso a Miami?
La persona que hoy es mi esposa es cubanoamericana; también estaba haciendo la maestría conmigo en Londres. Nos conocíamos. Habíamos vivido en el mismo barrio 10 de Octubre en La Habana y decidimos ir juntos a hacer la maestría. Llego a Miami con muchas ideas y ganas de experimentar el sueño americano. Y de nuevo me encontré con ese mismo sentimiento de haber vivido en una burbuja. Encontré un sistema completamente distinto. Me tocó hacer muchas de las cosas que hacen los inmigrantes. Por esos días trabajaba como conductor de Uber, pero trataba de estar lo más cercano posible a la tecnología. Siempre tuve presente cómo ayudar a las personas a usar la tecnología y a los pequeños negocios. Buscaba trabajo y me decían que no tenía experiencia en Estados Unidos. También me tocó vender aires acondicionados, que es una actividad que me dejó grandes experiencias.
¿Cómo se le abren las puertas en Miami Dade College?
Pues fue de una manera inesperada. Se me dio la oportunidad de ser profesor por certificados de estudio que ya tenía y sobre todo de dar ayuda a muchos que estaban en una situación similar a cuando yo había llegado a Miami. Empecé una carrera con muchas ineficiencias en el idioma inglés, pero eso no lo vi como un obstáculo sino al revés, era una motivación para esforzarme más cada día. Pude ver cómo todos los estudiantes de mi clase iban encontrando trabajo en Microsoft, en Apple, en empresas locales y cómo algunos iban creando sus propias empresas. En ese momento me di cuenta de que Miami Dade College unía las dos pasiones de mi vida: la tecnología y ayudar a esas personas que tenían el talento, pero no una oportunidad. Después me convertí en mánager del programa y un año después se me dio la oportunidad de ser el decano de la Escuela de Ingeniería, Tecnología y Diseño de Miami de College. Fue un gran reto. Con las conexiones que iba haciendo a diario con las grandes compañías de tecnología, la meta era seguir uniendo a MDC con esas empresas en el área de la tecnología. Ejemplos de este tipo de colaboración tenemos a Tesla, como empresa muy reconocida en el mundo de los vehículos eléctricos. También logramos alianzas con empresas como IBM, Microsoft, Amazon y otras más, todas muy importantes.
Usted ha sido nombrado vicepresidente de Innovación y Alianzas Tecnológicas de MDC. ¿Cuáles son sus planes más inmediatos?
La tecnología siempre está cambiando para mejorar y ser más eficiente. MDC debe mantenerse a la vanguardia a medida que cambia la tecnología, que nuestro currículo se mantenga siempre actualizado, que podamos darles a los estudiantes las habilidades que buscan los negocios hoy en día. Desde ese punto de vista, estamos muy conectados y nuestra meta es seguir innovando con las tecnologías más avanzadas, por ejemplo, en inteligencia artificial, computación en la nube o ciberseguridad.
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