Estado de piscinas en Hialeah impide entrenar a equipos de la comunidad

“Llevamos más de un año sin calentador en las piscinas y vinimos a pedirle una respuesta concreta al alcalde para que nos diga cuándo van a arreglar la piscina”, afirmó Gisel Alfonso, madre de una de las nadadoras adolescentes que practica en el parque de Milander.

Alfonso señaló que considera haber agotado todas las vías para solucionar el problema.

“Desde que supimos que se había roto el calentador y que los niños no podrían entrenar porque el agua estaba muy fría, empezamos a enviar correos electrónicos dirigidos a los representantes del parque y de la Ciudad para comunicar el problema. Muchas veces no obtuvimos respuesta”, agregó Alfonso.

La situación ha empeorado con la llegada del frío. “Ahora estamos en invierno y los niños no pueden entrenar. Nos tenemos que trasladar a otras piscinas. Nuestra instalación es para el uso y beneficio de la comunidad, y participamos en eventos competitivos poniendo en alto el nombre de Hialeah”, enfatizó.

Las madres calificaron como positiva la reacción del alcalde, quien prometió encargarse personalmente del asunto.

Yolani Lorenzo, otra madre afectada, afirmó que muchos niños han tenido que abandonar el equipo de natación debido a la prolongada espera y las promesas incumplidas.

“Esta situación ha sido tan frustrante que los padres han decidido cambiar a sus hijos a otros equipos. Algunos niños incluso se han enfermado por las bajas temperaturas del agua y han tenido que ausentarse de los entrenamientos”, explicó Lorenzo.

Además, destacó que los jóvenes atletas participan en eventos importantes como los Junior Olympics, las competencias de invierno y se preparan para los torneos de verano.

“Nuestros hijos no han tenido la oportunidad de completar el adecuado entrenamiento de dos horas diarias. Aunque agradecemos que una piscina de Hialeah Gardens nos permita entrenar, solo podemos hacerlo por una hora, lo que afecta el rendimiento y desmotiva a los niños”.

El equipo de Milander compite en natación, polo acuático y nado sincronizado.

Lorenzo resaltó casos como el de la nadadora Estela Beltrán, quien ha ganado 10 medallas en sus últimas competencias y se encuentra en el top ten de su categoría.

La frustración de las familias también se debe a la falta de transparencia en la gestión. “Nos comunicaron que el proyecto estuvo en manos de una compañía que no funcionó y ahora se le asignó a otra, lo que ha provocado retrasos. Además, el último calentador instalado solo duró tres años. Dicen que ahora quieren colocar uno más duradero, pero seguimos esperando”, agregó una madre.

Otro de los problemas señalados es la burocracia. “Se nos informó que los permisos para los arreglos fueron negados por la misma Ciudad, y no se ha dado seguimiento al proyecto. El alcalde prometió ocuparse personalmente”, afirmó.

Los padres, que pagan 45 dólares mensuales por el entrenamiento de los niños, además de accesorios y cuotas de participación en competencias, se sienten desatendidos. “Desde 2015 no se ha hecho mantenimiento en la piscina de Milander, y siempre se escudan en el presupuesto. Pero, ¿dónde está el dinero para las piscinas?”, cuestionó Benu Rodríguez, madre de Vanessa Acosta, y exnadadora cubana.

Acosta añadió que muchos de estos atletas, de entre 13 y 16 años, logran tiempos competitivos a nivel NCAA -que les permitirían optar por becas universitarias- y representan a Hialeah con gran éxito. Sin embargo, la falta de condiciones adecuadas les está afectando seriamente.

Finalmente, el alcalde Bovo reconoció las fallas en la gestión y asumió el compromiso de resolver la situación. “Estoy agradecido de que vengan a cumplir con su función de padres al velar por sus hijos. Me hago responsable de que no se haya hecho nada hasta ahora. Mi compromiso honesto es arreglar el calentador y garantizar que esta piscina vuelva a ser un espacio digno para estos jóvenes atletas”, concluyó.

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