MIAMI.- Jesús Tundidor, presidente del Concejo de Hialeah, participó en una distribución de alimento, este miércoles 9 de junio, junto a otros concejales, miembros del Departamento de Bomberos, y un grupo de voluntarios, entre los que se encontraba el excomisionado condal Esteban Bovo.
La entrega, que tuvo lugar en el parqueo de la iglesia de San Lázaro en la 4400W 18 Ave en Hialeah, comenzó a las 9:00 am y se utilizó el método de “drive thru”.
“Estamos haciendo lo que venimos practicado desde que comenzó la pandemia: distribuir comida a la gente necesitada”, indicó Tundidor.
“El coronavirus está bajo control, pero seguimos viendo una estrechez muy grande en la población. Aquí hay una fila de más de 200 carros desde la seis de la mañana. Lo que demuestra que sigue la necesidad”.
Tundidor no está de acuerdo con quienes consideran que estas personas acuden simplemente porque la comida es gratis, dijo no creer lógico que nadie espere tres o cuatro horas para recibir una bolsa de alimentos, si realmente no tiene esa premura.
“En Hialeah continuaremos distribuyendo comida, una vez al mes, mientras dure esta penuria”, subrayó.
“Esta es una comunidad de trabajadores y luchadores que hace lo imposible por trabajar. Sin embargo, aquí acuden muchas personas cuyos empleos están vinculados a la industria de los cruceros y al turismo que, como sabemos, han sido muy afectadas por la pandemia. A esas personas les debemos toda nuestra ayuda”.
“Este es un esfuerzo liderado por el Concejo de la Ciudad. Es algo lindo poder ayudar”, afirmó Esteban Bovo, excomisionado de Miami-Dade, quien participaba como voluntario en la distribución.
“Le damos gracias a Dios que hayan organizaciones como Farm Share y Feeding South Florida que facilitan estos productos y junto al esfuerzo de muchos voluntarios, los podemos repartir”.
Por su parte, Isabel Lage, residente de la tercera edad, que esperaba a ser atendida en la cola, manifestó: “lo que sucede aquí es muy importante. A veces, a las personas mayores no nos alcanza las pensiones que tenemos”.
No obstante, reconoció que "debido a las ayudas, muchas personas jóvenes no quieren trabajar. El gobernador hizo bien en suspenderlas”.
Gladys, que vive en un edificio para residentes de bajos recursos, consideró que es muy bueno que continúen las distribuciones de alimentos, “sobre todo para las personas que no tienen trabajo”.
“Es la primera vez, en los 35 años que vivo en este país, que me quedo desempleada”, indicó Maribel, quien, hasta el pasado mes de marzo, trabajaba para una empresa de alimentos.
“Me enfermé de cáncer de mama y después de operarme los dos senos, me sacaron”, explicó esta madre cabeza de familia que, aunque conduce un Mercedes Benz, necesita llevar alimentos a su familia.
Asimismo, Ramón Rodríguez, antiguo chofer de una agencia de alquiler de autos con sede en el Aeropuerto Internacional de Miami, que cerró a raíz de la pandemia, reconoció que lleva casi un año inactivo y que estas ayudas le vienen muy bien.
Sin embargo, indicó que “la economía comienza a dar sus primeros pasos. Es hora de que las personas se incorporen a sus empleos. A mi se me vence la ayuda, la próxima semana. Así que pienso regresar a mi antiguo puesto de trabajo”.
Unos 200 autos asistieron al reparto, nada comparable con las enormes colas que se producían todas las semanas en esta ciudad, durante la primavera y el verano de 2020.
cmenendez@diariolasamericas.com
@menendezpryce