MIAMI. - En una noche en la que la historia, el compromiso y la música se entrelazan, Leslie Cartaya subirá al escenario como una de las artistas invitadas en la gala por el 50 aniversario del Club Kiwanis de La Pequeña Habana.
Ella promete un espectáculo cargado de energía y raíces, donde cada tema ha sido seleccionado para ofrecer al público una experiencia llena de emoción.
MIAMI. - En una noche en la que la historia, el compromiso y la música se entrelazan, Leslie Cartaya subirá al escenario como una de las artistas invitadas en la gala por el 50 aniversario del Club Kiwanis de La Pequeña Habana.
De acuerdo con la cantante, cuya trayectoria está íntimamente ligada a la comunidad de Miami, esta invitación trasciende lo artístico.
“Es un honor y un orgullo para mí ser parte de una celebración tan significativa”, confiesa. No es un vínculo reciente. Los Kiwanis fueron los primeros que confiaron en su talento y la llevaron a escenarios emblemáticos como Carnival on the Mile y Calle 8, espacios que marcaron su despegue profesional, también me dice.
Para Cartaya, la misión de los Kiwanis y su propia visión del arte avanzan en la misma dirección.
“Vincular mi música a causas como estas es fundamental para mí. Mis canciones nacen desde la intención de transmitir positivismo, alegría y orgullo por mis raíces y cuando esa energía se une a un esfuerzo comunitario y mi arte puede sumarse a causas que generan un impacto real, siento que estoy cumpliendo una misión más grande que cantar”, asegura.
En la gala, Leslie promete un espectáculo cargado de identidad y fuerza. Su presentación será, como ella misma adelanta: “un viaje lleno de energía, raíces y emoción”, con un repertorio diseñado especialmente para celebrar la ocasión. Entre las sorpresas, el público podrá disfrutar de temas de su nueva producción discográfica, donde ya destacan Vuelvo a Sonreír y Azúcar 100, cuyo lanzamiento está previsto para marzo de 2026, adelantó la entrevistada.
Aunque nació en Cuba, Leslie Cartaya siempre reconoce que fue en la ciudad del Sol donde terminó de forjarse, “soy una orgullosa ciudadana de Miami”, afirma, recordando incluso que esa identidad quedó plasmada en la canción “Miami”, creada junto a Sonlokos y Boncó Quiñongo.
Está mujer está inspirada por la mezcla vibrante de culturas, la resiliencia de los inmigrantes, el apoyo constante de un público que la ha acompañado paso a paso. Por eso, cuando canta en eventos como la gala del Club Kiwianis de La Pequeña Habana, en celebraciones masivas de la ciudad, siente que lo hace para su gente, para quienes comparten su idiosincrasia, sus esperanzas y también sus sueños.
La artista describe su trabajo como un puente natural hacia la solidaridad. “La música tiene la magia de derribar barreras”, explica a la vez que agrega que “en una noche benéfica, ese poder se intensifica: une, moviliza y recuerda que todos buscamos construir un futuro feliz y con esperanza”. Y para la comunidad cubana y latina, añade, “también funciona como un vehículo de nostalgia, esencia y amor por Miami.”
Al final de la velada, Leslie solo desea que quienes apoyan esta causa se vayan con el alma encendida. “Que sepan que cada gesto y cada contribución tiene un impacto real en la vida de muchos”, subraya.
Y, fiel a su estilo, para concluir deja un mensaje que resume su filosofía de vida: “No paren de amar, de sonreír y de luchar por sus sueños”.
