MIAMI. — El área metropolitana de Miami despide el año 2025 con señales claras de una economía que pierde velocidad, marcada por un aumento en la tasa de desempleo y un encarecimiento agudo en la canasta básica.
Aunque la tasa de desocupación del 3.6% supera las cifras de 2024 en el área metropolitana de Miami, la región muestra mayor resistencia que el resto del país, según el Departamento de Labores
MIAMI. — El área metropolitana de Miami despide el año 2025 con señales claras de una economía que pierde velocidad, marcada por un aumento en la tasa de desempleo y un encarecimiento agudo en la canasta básica.
En su último reporte, la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos puso en contexto que la falta de empleo en la zona subió al 3.6% en septiembre, seis décimas por encima del registro del año anterior.
A pesar del incremento, el mercado laboral local resistió mejor que el promedio nacional, que alcanzó un 4.3% en el mismo periodo.
Mientras la Reserva Federal analiza el impacto de sus políticas monetarias, Miami enfrenta una realidad particular: una inflación general del 2.5% —inferior al 2.9%— que contrasta con el precio de los alimentos, cuyo costo se disparó un 4.8% en el último año.
El informe oficial revela una transformación en la estructura del empleo en el sur de la Florida. La economía añadió 21.900 puestos de trabajo netos entre septiembre de 2024 y septiembre de 2025, un alza del 0.7%, pero la calidad de estos empleos genera debate.
El sector de la educación y servicios de salud actuó como el sostén de la región al sumar 9.800 nuevas plazas. Por otro lado, el sector de servicios profesionales y empresariales sufrió un revés considerable con la pérdida de 2.500 empleos.
Esto confirma lo que los expertos ya esperaban: después de años contratando a mucha gente, las empresas ahora están frenando y recortando empleos de oficina.
El dato más crítico para el presupuesto doméstico no aparece en las gráficas de empleo, sino en los supermercados. El aumento del 4.8% en el precio de los alimentos supera por mucho el promedio nacional del 3.2%.
Analistas atribuyen este fenómeno a los costos logísticos y de transporte que impactan en la cadena de suministro de Florida.
Para las familias de ingresos medios, esta subida en productos esenciales representa un golpe directo al poder adquisitivo, sobre todo porque los salarios no logran compensar la diferencia.
El reporte destaca otra realidad difícil para el cierre de año: los salarios en Miami pierden terreno frente al promedio del país.
El sueldo semanal promedio en el área se ubicó en 1.428 dólares durante el segundo trimestre de 2025, por debajo de los 1.436 dólares a nivel nacional.
Solo el condado de Palm Beach logra superar la media estadounidense con 1.468 dólares semanales, mientras que Broward queda rezagado con 1.365 dólares. Miami-Dade figura con 1.450 dólares.
Esta brecha salarial cobra mayor relevancia al observar el gasto de los hogares. Los residentes de Miami destinan 26.661 dólares anuales exclusivamente a vivienda, una cifra superior al promedio nacional de 24.868 dólares.
Aunque el mercado inmobiliario muestra signos de estabilización, el costo del alquiler y las hipotecas consume una porción importante de los ingresos locales.
Según los analistas, Miami arrancará el año nuevo con una buena y una mala noticia. La buena es que la economía local no se está hundiendo como en otras partes del país; el turismo y los hospitales siguen generando mucho trabajo y mantienen el barco a flote.
La mala noticia es que el ‘boom’ de los últimos años se terminó. Los expertos advierten que el gran desafío será el costo de vida: si la gente no puede pagar el alquiler o el supermercado, será muy difícil encontrar trabajadores para cubrir los puestos vacantes.
