MIAMI. - Han transcurrido cuatro meses del desplome parcial del techo de un edificio en Hialeah y sigue sin salir a la luz quién fue la persona que utilizó fraudulentamente el nombre de un ingeniero fallecido para firmar el reporte de los 40 años de este inmueble, poniendo en peligro la vida muchos residentes de este municipio del condado Miami-Dade.
A fin de conocer si hubo algún fallo en el proceso de recertificación que hiciera posible el fraude, DIARIO LAS AMÉRICAS conversó con Alexis Riverón, director del Departamento de Construcción de Hialeah, quien ofreció detalles de cómo se presenta en el Ayuntamiento un documento que afirma que un inmueble es estructuralmente es seguro y puede ocuparse.
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Daños sufridos por el inmueble de Hialeah.
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Hialeah
Es bueno aclarar que desde que ocurrió el suceso el 31 de octubre de 2022, el edificio ubicado en el 2350 de Palm Avenue permanece cerrado. Aunque hubo que evacuar a las 15 familias que ahí vivían, afortunadamente no hubo que lamentar ninguna víctima, ni lesionados.
Según Riverón, cuando se produjo el desplome del techo de un pasillo del edificio de dos plantas “nos dimos a la tarea para ver qué ingeniero realizó el reporte y ahí se descubrió que la persona se encontraba fallecida en el momento que alguien presentó dicha documentación”.
Un día después del suceso, Estaban Bovo, alcalde de Hialeah, en un comunicado de prensa dijo haber ordenado al Departamento de Construcción de la Ciudad que realizara “una investigación completa y exhaustiva”.
Investigación
Riverón afirmó que el 27 de agosto de 2019, cuando el Departamento recibió el reporte del inmueble, se cumplió con el procedimiento operativo estándar, “verificamos en la base de datos del Departamento de Regulación Comercial y Profesional del Estado de Florida, (DBPR, por sus siglas en inglés) donde nos aseguramos de que el ingeniero que firmaba el documento tenía su licencia en regla”. La licencia del ingeniero Claudio Jofre seguía apareciendo en la base de datos de DBPR, a pesar de haber fallecido el 19 de febrero de 2017.
En realidad, no fue hasta el 3 de marzo de 2021, cuatro años después del deceso del ingeniero Jofre, que Condado advirtió en un memorando dirigido a todos los funcionarios de los distintos departamentos de construcción que no se debía aceptar documentos para permisos con ese sello.
“Nos ha llamado la atención que Claudio A. Jofre, ingeniero con el número de licencia de Florida 28531, ha fallecido, sin embargo, se siguen presentando planos con su firma y sello. No acepte estos documentos para permisos”, advertía el Jaime D. Gastón miembro de la Junta de Administración y Códigos del condado.
En este contexto, el director de Construcciones de Hialeah reconoció que su Departamento no puede llevar a cabo una investigación más allá de la que realizó. “Revisamos para ver si había otros documentos con el sello de la persona fallecida y no encontramos más casos”.
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Reporte recibido en la ciudad 2 años después del fallecimiento del ingeniero.
CÉSAR MENÉNDEZ/DLA
Procedimiento estándar
“Cuando alguien trae un juego de planos para un permiso, este pasa por muchas manos en nuestro Departamento. Todas las personas involucradas comprueban que cumpla la normativa. Si el documento trae la firma de un ingeniero, uno asume que está vivo. Para nosotros, detrás de cada sello hay un ingeniero”.
Riverón indicó que cuando alguien pierde su licencia por alguna razón, el Estado, DBPR, le retira de forma inmediata el sello que lo acredita.
“Lo que sucedió en este caso es que alguien se quedó con el sello y siguió firmando fraudulentamente”, sostuvo Riverón, quien lleva 10 años al frente del Departamento de Construcción de la Ciudad que Progresa.
Más adelante indicó que no existen registros de las personas que presentan los planos al ayuntamiento, “lo puede hacer cualquiera sin necesidad de identificarse”.
Según el jefe del Departamento, cuando ocurrió el desplome, ellos informaron al Condado sobre el suceso y dejó claro que la Ciudad cumplió escrupulosamente con sus obligaciones.
“Lo estándar es que el ingeniero con licencia tenga la última palabra. No es usual un proceso de reinspección por parte de los inspectores de la Ciudad”, afirmó un ingeniero de estructuras en condición de anonimato.
Condado
Las investigaciones sobre el fraude las debe realizar el condado y la fiscalía. Una fuente anónima informó que el impostor durante años continuó trabajando con el sello del ingeniero fallecido. En los detalles de la licencia de DBPR se puede ver que esta persona tomó un curso en 2020.
DIARIO LAS AMÉRICAS contactó con la oficina de la fiscal Katherine Fernandez-Rundle para saber si se está llevando a cabo alguna investigación, conocer el autor de este fraude o si se han puesto en contacto con las potenciales víctimas. La respuesta fue que “existe una investigación abierta, llevada por Departamento de Policía del Condado con nuestra colaboración. No podemos dar más detalles”.
Por su parte, el teniente Luis Sierra del Departamento de Policía de Miami-Dade confirmó la existencia de dicha investigación. “No podemos hablar sobre ello. Es un caso muy complicado. Estamos haciendo las diligencias. Hay muchas entidades involucradas -Hialeah, Miami-Dade, DBPR-. Solucionarlo tomará tiempo”.
Es de suponer que cada resumen de recertificiación de un edificio y cada plano entregado en alguna de las ciudades del condado debió generar contratos, inspecciones, fotos o transacciones bancarias. Sin embargo, con todos estos rastros, aparentemente disponibles, seis años después de la muerte de este arquitecto, aún desconocemos quién usurpó su sello para lucrar mientras ponía en riesgo la integridad de los residentes del sur de Florida. La justicia para ser eficaz debe ser rápida.
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