MIAMI.- Tras varios meses de atención médica, el activista cubano anticastrista Luis Posada Carriles falleció en Miami y su amigo Gabriel Astengo relata cómo fueron sus últimas horas.
“Yo fui la última persona que vio a Carriles con vida, aparte de la joven Cari que lo cuidaba”, declaró a DIARIO LAS AMÉRICAS Astengo, quien mantuvo una estrecha amistad con el activista cubano.
“Lo visité ayer martes en la tarde y estuve con él cerca de tres horas, hasta las 7 p.m. Vimos juntos una película que le llevé, 12 strongs, que se desarrolla en Afganistán, y le gustó mucho”, puntualizó Astengo.
Gabriel Astengo
Gabriel Astengo durante una entrevista en la emisora La Poderosa.
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“Era el primer día que lo sentaban (en una butaca) para que comiera y todo parecía estar muy bien”, prosiguió. “Estaba muy contento. Comió muy bien y al despedirnos nos dimos un fuerte abrazo”, resaltó.
Luego en horas de la madrugada “Cari me llamó y me anunció el fallecimiento”, recordó.
Astengo conoció personalmente a Carriles en El Salvador, donde ambos eran asesores militares del Ejército Salvadoreño.
“Yo nunca fui agente de la CIA, ni tuve nada que ver con esa agencia. Luego aquí en Miami Carriles y yo continuamos la amistad y tuvimos una gran relación de amigos”, subrayó.
Sobre la acusación de los gobiernos de Fidel Castro, en Cuba, y Hugo Chávez, en Venezuela, para ser extraditado al país sudamericano, de donde escapó en 1985, mientras era acusado de supuestamente preparar el atentado cometido en 1976 contra una aeronave de pasajeros de Cubana de Aviación, Astengo aseguró que Carriles “fue calumniado por el régimen castrista, con la historia que inventaron de que hizo volar el avión, junto a Orlando Bosch. Eso fue totalmente incierto”.
Y añadió: “Tal vez el régimen cubano supo que ellos, en el afán de lucha, dijeron que todo aquel que apoyara o llevara premio a Fidel Castro (en referencia a los logros deportivos de atletas cubanos) eran objetivos militares. Eso tal vez lo escuchó la inteligencia cubana y prepararon el atentado para luego desacreditarlos. Quién sabe”.
Luego comentó: “Por ello tal vez la dictadura cubana nunca ha permitido que se saquen los restos del avión, para conocer los detalles de la explosión”.
Carriles regresó a Estados Unidos de manera irregular y fue sometido a juicio y posteriormente liberado “ante las faltas de garantías” que tuviera en un juicio a celebrarse en Venezuela bajo el gobierno de Chávez.
Astengo recalcó que “Carriles cumplió con sus ideas y su patria y así lo debemos recordar. Fue el hermano mayor que nunca falló”.
