La invasión de Rusia a Ucrania ha puesto a Europa prácticamente contra la pared. El Viejo Continente, baluarte de la socialdemocracia, entre otras cosas, trataba de superar la crisis económica y la inflación que provocó la pandemia de coronavirus cuando el ‘monstruo’ de la agresión volvió a desatarse.
“La economía, eso que se traduce en petróleo, cereales y lechugas, y que, sin percatarnos, tenemos en cuenta por encima de la libertad, nos pone a pensar”, comentó a DIARIO LAS AMÉRICAS el profesor jubilado de Derecho de la Universidad de Lleida, en España, Ferran Espaser.
En efecto, la agresión, la guerra, sucede en el traspatio de Europa y no en las cercanías de Estados Unidos. Y aunque el país norteamericano vela y sufre consecuencias, es el Viejo Continente quien afronta el mayor peso porque ni tiene el poder económico de Washington ni posee petróleo ni cereales ni lechugas suficientes.
Por ejemplo, mientras en Estados Unidos pagamos cuatro dólares o más por un galón de gasolina, dado el precio internacional del petróleo, el arrastre de la pandemia y los gastos extraordinarios del Gobierno federal, en Europa desembolsan casi ocho dólares por la misma cantidad.
“El coste de la electricidad subió al doble o más después de la pandemia, y cuando pensábamos que saldríamos de eso, saltó la invasión de Rusia a Ucrania, y por consiguiente las necesarias penalidades económicas a Moscú, pese a que una buena parte de Europa depende del petróleo ruso”, argumentó el profesor jubilado de Derecho.
“Digo necesarias penalidades económicas porque algo hay que hacer para detener al monstruo”, subrayó.
Economía
Mientras miles de ucranianos, más de 4.5 millones en un mes, abandonan sus viviendas con lo puesto y algo más, el mundo occidental sigue pensando en la economía.
“Tanto Europa como Estados Unidos, bajo el poder de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) tiene fuerza militar para frenar cualquier invasión, pero, de la misma manera que nosotros tenemos la fuerza, Rusia también tiene poder nuclear, y una guerra nuclear no queremos, y eso los sabemos”, recalcó el profesor de Derecho.
“Europa ha sufrido muchas guerras y la recuperación ha costado mucho, a nosotros y a Estados Unidos también”, apostilló.
Entretanto, la economía europea resiste la agresión de Vladimir Putin a Ucrania.
De hecho, la economía europea, tal como sucede en Estados Unidos, a pesar de los que algunos opinen, se recupera con relativa fuerza. No obstante, los altos índices de inflación que golpea a ambas orillas del océano Atlántico.
Mientras tanto
Hay voces en Europa, desde la congregación de la Unión Europea, que comienzan a ‘opinar’, protestar.
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, acaba de criticar los altos precios de la energía y se mostró contrario a ampliar las sanciones contra Rusia por su invasión de Ucrania.
Para el primer ministro húngaro, la Unión Europea debe suspender ciertas penalidades sobre la emisión de dióxido de carbono, para contrarrestar el alto coste de la gasolina y el gas que da calefacción al aun existente frío en parte de Europa.
El primer ministro húngaro, que coincidentemente es un nacionalista y partidario de algunas de las ideas de Putin, arropado en una contundente victoria electoral, parece enfrentarse a la Unión Europea, de la que su país es miembro.
Polonia, que también cuenta con un gobierno nacionalista, que no cumple con determinados estatutos sociales de la Unión Europea, pero es miembro de la intrincada asociación de países, no ha manifestado cosa igual a Hungría.
“Tal vez Polonia piensa. Quizás no simpatice con Putin o le preocupe compartir fronteras con Bielorrusia, que es aliado de Rusia”, apuntó el académico.
¿Pierde Putin?
Moscú, en la voz de uno de sus generales mayores, dijo que la misión militar “estaba cumplida” y que comenzarían a “moverse hacia el este de Ucrania”, donde se amontona la fuerza prorrusa que busca anexión a Rusia, o sabe Dios qué.
De cualquier manera, nadie confía en las palabras de Moscú. Mientras, aparentemente, los rusos se ‘retiran’ y dejan el rastro de matanzas a ucranianos civiles, lo que perpleja a medio mundo.
Nadie sabe, porque nadie lo puede asegurar, si es que Rusia no quiso arrasar con Ucrania o fueron los fallidos intentos militares o las deficiencias de la operación invasora o la impresionante respuesta del pueblo ucraniano la que impidió la toma del país.
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@JesusHdezHquez