lunes 10  de  febrero 2025
INDEPENDENCIA

El Parlamento de Cataluña aprueba la desconexión de España

El Ejecutivo de Rajoy anunció que llevará la iniciativa secesionista ante el Tribunal Constitucional y que "defenderá el orden constitucional, la igualdad y el derecho de todos los españoles a decidir sobre su país"

BARCELONA.-dpa

Cataluña dio este miércoles un paso más en su afán de separarse de España: el Parlamento de la región desoyó las advertencias del Tribunal Constitucional y aprobó, gracias al voto de los grupos secesionistas, una resolución que abre la puerta a una declaración unilateral de independencia.

La reacción del gobierno de Mariano Rajoy, actualmente en funciones, no tardó en llegar. El Ejecutivo anunció que llevará la iniciativa secesionista ante el Tribunal Constitucional y que "defenderá el orden constitucional, la igualdad y el derecho de todos los españoles a decidir sobre su país".

"Hoy se ha dado un paso más, reiterado y contumaz, muy grave, contra los derechos del conjunto de los españoles (...) El Gobierno va a actuar", dijo su "número dos", Soraya Sáenz de Santamaría.

La coalición separatista Junts pel Sí y Candidatura de Unidad Popular (CUP) apoyaron las conclusiones de la comisión que estudió el llamado proceso constituyente catalán, que avalan una serie de leyes para facilitar la secesión y contemplan un "mecanismo unilateral de ejercicio democrático", es decir, un referéndum independentista no pactado con España.

La votación no estuvo exenta de polémica. Los grupos de la oposición, contrarios a la resolución, advirtieron de sus consecuencias y acusaron a los separatistas de buscar enfrentarse con el Tribunal Constitucional, que había vetado el debate en la Cámara regional.

Desde el Partido Popular (PP), el de Rajoy, calificaron el texto aprobado de "atentado al Estado de Derecho".

El jefe del Gobierno catalán, el independentista Carles Puigdemont, defendió la legitimidad del Parlamento regional para impulsar leyes e iniciativas. "Estoy de acuerdo con que cumpla con el encargo de los ciudadanos (...) No estamos fuera de la legalidad", expresó.

El Gobierno español ha librado en los últimos dos años una batalla en el Constitucional contra los independentistas catalanes a golpe de recurso contra cada una de las decisiones sospechosas de ilegalidad.

El alto tribunal se pronunció en contra de la resolución adoptada el 9 de noviembre por el Parlamento catalán para iniciar el camino hacia la independencia. Hace unas semanas exigió a los secesionistas el respeto a la Carta Magna española, y vetó la apertura de un proceso constituyente en Cataluña "encaminado a la creación de la futura constitución catalana y del estado catalán independiente".

El desafío del Parlamento catalán llega en un momento político delicado en el país, donde los partidos buscan un acuerdo de gobierno tras más de medio año sin Ejecutivo.

Haciendo un alto en las negociaciones, Rajoy se puso en contacto este miércoles con los principales líderes políticos para abordar el tema catalán.

El socialista Pedro Sánchez aseguró que la resolución aprobada hoy es "de extraordinaria gravedad" y supone "un grave error político". "No hay democracia sin cumplimiento de la ley y sin respeto a la ley. He trasladado a Mariano Rajoy el apoyo del Partido Socialista", dijo.

Desde el partido liberal Ciudadanos reclamaron medidas contra lo que consideraron una "desobediencia flagrante". "Espero que el TC (Tribunal Constitucional) actúe contra los políticos que atentan contra la democracia", escribió en Twitter su líder, Albert Rivera.

La situación política en Cataluña también es convulsa. El actual jefe del Ejecutivo, Puigdemont, anunció que se someterá a una cuestión de confianza en el Parlamento regional el 28 de septiembre, después de que su socio, la CUP, no apoyara su proyecto de presupuestos.

Cataluña, de 7.5 millones de habitantes, celebró en septiembre unas elecciones en clave plebiscitaria que ganó la lista Junts pel Sí, auspiciada por el máximo impulsor del proceso soberanista catalán, el entonces presidente del gobierno regional Artur Mas.

Sin embargo, la lista no obtuvo mayoría absoluta, por lo que se vio obligada a pedir el apoyo de los anticapitalistas y secesionistas de la CUP para poder gobernar. Éstos presionaron para que Mas se retirara y Puigdemont se puso finalmente al frente del Gobierno.

El partido, considerado por algunos sectores antisistema, ha pedido reiteradamente a Junts pel Sí muestras claras de "desobediencia" a las instituciones españolas.

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