ARNALDO DÍAZ BORGES
Especial
"Una fracción de segundo después de los fuegos artificiales un enorme camión vino hacia nosotros a una velocidad desquiciada", cuenta Damien Allemand, un testigo de la matanza
ARNALDO DÍAZ BORGES
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A las 23:20 del jueves 14 de julio, un camión se abalanzó sobre las cientos de personas que se agrupaban en el paseo marítimo de Niza, a la altura de la plaza de Masséna. A esa hora se congregaban para ver los fuegos artificiales que iban a servir de cierre a las celebraciones del Día Nacional de Francia.
"El camión giró las ruedas, para atropellar la mayor cantidad de gente posible", detalló Allemand, un sobreviviente del atentado.
El vehículo recorrió unos dos kilómetros de calle hasta ser neutralizado; al mismo tiempo el conductor disparaba contra la gente.
“Le grité, agité mi mano para tratar de pararlo, avisándole de que había mucha gente bajo su camión ya muerta", cuenta Nadar el Shafei, que se encontró frente a frente con el camión y su conductor.
Fue una agente de policía la que logró poner fin a la masacre al trepar por la ventanilla del vehículo y disparar a su conductor.
El presunto autor es un francés de segunda generación, de origen tunecino de 31 años y con antecedentes por delitos menores y no relacionados con el terrorismo islamista. Se trata de Mohamed Lahouiaej Bouhlel. Los investigadores franceses habían encontrado una identificación de conducir, una tarjeta bancaria y un teléfono móvil en el interior del camión.
Las autoridades galas aseguran que: "Hay indicios de que el conductor había estructurado y planificado la masacre". Por su parte el presidente francés, François Hollande, confirmó que hay una gran cantidad de extranjeros y niños entre los muertos. El análisis de las imágenes del atentado ha revelado que, entre los fallecidos, hay al menos una decena de niños.
La nacionalidad de algunas de las víctimas
Los estadounidenses Sean Copeland, de 51 años, y su hijo Brodie, de 11, fueron identificados entre las víctimas del ataque perpretado durante las celebraciones del Día de la Bastilla, en Niza. "Estamos destrozados y en shock por la pérdida de Brodie Copeland, un hijo increíble y un hermano que alegraba nuestras vidas, y de Sean Copeland, un gran padre y marido", indicó la familia, radicada en la zona de Austin, Texas, en un comunicado a la agencia española Efe.
Al menos tres alemanes, tres marroquíes, tres argelinos, dos estadounidenses, una rusa, un tunecino, una armenia y un ucraniano perdieron la vida en el atentado, según la información facilitada por distintas administraciones y agencias oficiales.
El ministro de Exteriores belga, Didier Reynders, también ha aseverado en Twitter que investigan la posible muerte de un compatriota de origen ruso y de una mujer de nacionalidad kazaja pero residente en Bélgica.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores en funciones de España, José Manuel García-Margallo, ha subrayado que no existe constancia de victimas españolas.
Cerca de 50 personas se encuentran en una urgencia absoluta entre la vida y la muerte", dijo el presidente de Francia, François Hollande, después de visitar a las víctimas en un hospital de la ciudad de la Riviera Francesa.
Hay una gran cantidad de extranjeros y niños entre los muertos, detalló, y advirtió que la lucha contra los grupos extremistas será larga porque ellos seguirán tratando de atacar a los valores occidentales.
Al cierre de este reporte François Hollande asistía a la reunión de crisis convocada en el Ministerio de Interior, que preside el primer ministro Manuel Valls. Por su parte, el ministro de Interior, Bernard Cazeneuve, se desplazó a Niza para seguir en persona el curso de las investigaciones. A su vez, el Ministerio de Interior francés anunció la puesta en marcha del plan ORSEC, el sistema de gestión de crisis para garantizar la seguridad de los civiles.
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