domingo 13  de  octubre 2024
MUNDO

Israel, a 75 años de su creación como Estado

Enclavado en una zona históricamente adversa a sus principios, el país hebreo avanza aún sin lograr convivir a plenitud con sus vecinos
Por JESÚS HERNÁNDEZ

MIAMI.- Hace 75 años, el 14 de mayo de 1948, un día antes de que las fuerzas británicas de ocupación abandonaran la amplia franja de tierra que rodea el sagrado río Jordán; el Estado de Israel fue proclamado en el territorio otorgado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) en 1947.

Acorde con el plan internacional, la región, de apenas 10.150 millas cuadradas, algo más de la quinta parte de la península de Florida; sería repartida entre israelíes y palestinos, o sea entre judíos y musulmanes, con Jerusalén y Belén bajo jurisdicción de la ONU.

Cuenta la historia que, en diciembre de 1947, la Liga Árabe rechazó la idea y advirtió que invadiría la zona si fuese necesario, y un día después de la declaración del Estado israelí cinco países árabes vecinos declararon la guerra al naciente país y trataron de ocuparlo.

Durante esa guerra, que tuvo lugar durante 15 meses, Israel optó por sumar ciertos terrenos para reforzar su frontera, mientras la antigua Transjordania, hoy Jordania, ocupó las áreas de Judea y Samaria, actualmente conocidas como Cisjordania.

De esta manera, Egipto ocupó el territorio correspondiente a la actual Franja de Gaza.

Desde entonces, israelíes, palestinos y países árabes vecinos protagonizan una confrontación de fuerzas que data de tiempos del Imperio romano y tiene por protagonistas a la cultura y la religión.

Unos años después, en 1967, Israel optó por pasar a la ofensiva, tras sentir el peso de otra inminente invasión, y ocupó la Península de Sinaí, Cisjordania y el llamado Jerusalén Este, además de los Altos del Golán.

Acuerdos

Más tarde, una década después, en 1978, Israel y Egipto firmaron la paz, durante el histórico acuerdo Camp David, bajo la negociación de Estados Unidos, y Sinaí volvió a ser territorio egipcio.

En 1993, tras largas negociaciones entre israelíes y palestinos, surgieron los Acuerdos de Oslo, también guiados por la mediación de Estados Unidos y países europeos; que permitió el reconocimiento del Estado de Israel y la creación de un autogobierno interino palestino en Cisjordania y la Franja de Gaza como paso inicial para la creación del Estado de Palestina.

No obstante, los palestinos tienen sus problemas internos y las fuerzas política y militar son repartidas entre Cisjordania y la Franja de Gaza, entre los partidos Fatah y Hamás respectivamente: el primero reconoce los Acuerdos de Oslo y el segundo pide la desaparición de Israel.

Muchas han sido las desavenencias entre israelíes y palestinos en estos 75 años, desde leyes de Israel que facilitan la inmigración de judíos del exterior y asentamientos israelitas en territorios ocupados hasta controles intensos de movimiento y el rechazo de una buena parte del mundo árabe a la existencia del país judío en la zona.

Hoy

Actualmente, cercas y muros separan un territorio del otro, con escasos puntos de control que vigilan y regulan el paso de palestinos a Israel y prohíbe la entrada de israelíes a territorio palestino, aunque el Ejército israelí porta el poder de entrar cuando lo considera oportuno.

Bajo estas características, todos avivan sus dolores y rencores, y la deseada paz, con el imprescindible reconocimiento mutuo y pleno, está aún pendiente.

“La gran prensa internacional, mayormente europea, fustiga a Israel cuando responde con mayor fuerza a los ataques terroristas contra civiles israelíes e ignora las maniobras militares inadecuadas del terrorismo, como crear escudos humanos, con niños y civiles, en torno a sus cuarteles en Gaza”, declaró Yosef Barkat, profesor de The Hebrew University of Jerusalem, durante una entrevista con a DIARIO LAS AMÉRICAS hace cuatro años.

“Si conocieran la verdad que vive un lado y el otro”, reclamó, “más allá de lo que leen en la prensa, tuvieran una perspectiva mejor de la realidad. Basta visitar las ciudades palestinas y también las israelíes, conversar con ambos pueblos, conocer cómo piensan, para darse cuenta de que el motivo principal de esta guerra constante es la religión”, subrayó.

Ímpetu

Hoy, tras 75 años, el plan de la ONU, de crear dos estados, no logra fraguar. Falta establecer el respeto mutuo y la convivencia, a pesar de las diferencias culturales y religiosas.

No obstante, Israel, con el ímpetu institucionalizado de crear una fuerte nación, logra instaurar una sociedad moderna y democrática, en medio de diferencias internas que suponen la presencia de tendencias más conservadoras.

Entretanto, la sociedad y el desarrollo económico de Israel crecen, alimentados en parte por el flujo constante de judíos del exterior, las ideas frescas y modernas y el ingenio que les caracteriza, además del apoyo que recibe de ciertos aliados, como Estados Unidos.

El progreso de la nación hebrea es palpable, pese a los pocos recursos naturales que posee; cuando apreciamos el avance de la ciencia, la educación, la tecnología, la cultura y los deportes.

Basta tener en cuenta la vitalidad de ciudades como Tel Aviv, la historia de Jerusalén y el coraje de un pueblo que prospera a pesar de las adversidades.

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