miércoles 5  de  febrero 2025
ANÁLISIS

La voz de alarma de Suecia sobre Cuba

Ya era hora de que alguien se diera cuenta de que las circunstancias del pueblo cubano son cada día más terribles

Por: Logan Williams

El 24 de agosto de 2023, el ministro sueco de Asuntos Exteriores, Tobias Billström, hizo declaraciones sobre Cuba. En una respuesta oficial a una pregunta del parlamentario sueco Markus Wiechel sobre los esfuerzos del Ministerio de Asuntos Exteriores sueco en pro de la liberación de los presos políticos cubanos, el ministro dijo: "Suecia siempre aboga por los valores democráticos y los derechos humanos. Cuba no es una excepción. Se puede afirmar que la situación en [Cuba], especialmente con respecto a los presos políticos, no ha mejorado, a pesar de los esfuerzos tanto de Suecia como de la Unión Europea para promover la democracia y los derechos humanos en el país."

Como saben los estudiosos del problema cubano, lo que destaca de Cuba es su capacidad de resistirse al cambio. La ideología castrista sigue apuntalando el régimen cubano hoy, casi 65 años después del triunfo de la revolución de 1959 y a 15 años de la renuncia de Fidel Castro a la presidencia.

En Occidente, la izquierda intelectual ha hecho popular el apoyo al régimen cubano. Esta posición ha cobrado nueva vida últimamente debido a las revelaciones del Wall Street Journal sobre la creciente presencia de China en la isla. Sin embargo, los académicos y políticos que abogan por dicha relación se hacen de la vista gorda ante los costos que esta estrategia tendrá para el pueblo cubano.

Esta ignorancia explica por qué la respuesta de Billström es crucial para que los políticos responsables del mundo – especialmente en Estados Unidos, donde esto se debate seriamente – la interioricen. El Ministro de Asuntos Exteriores sueco está admitiendo que, a pesar de los esfuerzos concertados durante tres décadas y media, la Unión Europea (UE) ha fracasado rotundamente en garantizar el más mínimo cambio en Cuba.

En 2019, la UE era el primer socio comercial de Cuba. También fue el principal socio de desarrollo de Cuba y fuente de inversión extranjera. En 2019, una cuarta parte de todos los turistas que visitaron Cuba, cuyo presupuesto nacional depende del sector turístico, procedían de la UE. A pesar de esta sólida relación, Cuba se ha negado a cambiar. Como han demostrado los esfuerzos de Estados Unidos por la libertad de Cuba, no habrá éxito mientras los estados anti-democráticos sigan motivados por una ideología contraria a los principios del liberalismo. La falibilidad de la UE en Cuba es una prueba más.

Billström también mencionó que en noviembre de 2023 tendrá lugar un debate sobre derechos humanos entre el Representante Especial de la UE para los Derechos Humanos, Eamon Gilmore, y miembros del régimen cubano. Sin embargo, el historial de la UE sobre la democracia Cuba carece de firmeza y no es esperanzador para el pueblo cubano.

En 2016, en un intento de apaciguar a régimen despótico, la UE optó por poner fin a la "posición común" sobre Cuba. Dicha política establecía que el principal objetivo de la UE en relación a Cuba era fomentar una transición no violenta hacia un gobierno democrático en la isla, el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, y la mejora de las condiciones económicas y de vida del pueblo cubano. Esta "posición común” basaba "[la] plena cooperación [de la UE] con Cuba" en estas "mejoras de los derechos humanos y las libertades políticas". El abandono por parte de la UE de su política hacia Cuba centrada en los derechos humanos envió un claro mensaje a los déspotas cubanos: el dinero europeo seguirá llegándoles independiente de las condiciones de los derechos humanos en la isla.

Además, en mayo de 2023, el Alto Representante de la UE, Josep Borrell, viajó a Cuba. Durante este viaje, Borrell comprometió a la UE a una relación de "respeto mutuo" con la dictadura cubana, y declaró con respecto a futuras misiones de derechos humanos de la UE a la isla que la UE "no tiene ni la capacidad ni la voluntad de imponer cambios en Cuba." Sin embargo, Borrell expresaría interés en la rentabilidad de las llamadas "empresas emergentes" de Cuba. El desprecio de Borrell a los clamores de las organizaciones de derechos humanos de todo el mundo en favor de los crecientes vínculos empresariales con la dictadura ha colocado para siempre a Josep Borrell y a la UE en la "lista de oportunidades perdidas."

Aunque Borrell no aprovechó su viaje para condicionar relaciones amistosas entre Cuba y la UE a que Cuba respete los derechos humanos, sí instó a Cuba a adoptar una postura más responsable respecto a la guerra rusa en Ucrania. Cuba hizo caso omiso a dicha petición a pesar de la relación de la UE con Cuba que es crucial para la isla.

Desde el inicio del conflicto ucraniano, el régimen cubano ha realizado esfuerzos diplomáticos y propagandísticos en apoyo a la agresión rusa.

Una semana antes de la llegada de Borrell a Cuba, un alto militar bielorruso tuiteó que personal militar cubano realizaría entrenamiento militar en Bielorrusia. El 24 de mayo de 2023, La Habana votó en contra de la resolución de la Organización Mundial de la Salud que condenaba los ataques rusos contra los sistemas sanitarios ucranianos. Fue uno de los nueve votos en contra de la resolución respaldada por Europa: Argelia, Bielorrusia, República Popular China, Corea del Norte), Laos, Nicaragua, Rusia y Siria. Cuba votó con algunos de los otros violadores de los derechos humanos del mundo. El mismo día, los medios de comunicación rusos informaron de que soldados cubanos contratados se habían unido a unidades militares rusas en su guerra contra Ucrania.

¿Cambió de opinión el gobierno cubano tras la visita de Borrell? Por supuesto que no.

El 30 de mayo de 2023, el presidente cubano Díaz-Canel apareció en Russia Today en español, una red estatal rusa, para reiterar el apoyo "incondicional" de Cuba a Rusia y condenar la expansión de la OTAN. Díaz-Canel también abogó por "alejarse del dólar.” China, Rusia y otros estados delincuentes suelen utilizar esta prerrogativa política como método para frustrar los intentos de Occidente de imponer sanciones económicas contra malos actores globales.

Lo ideal sería que el "descubrimiento" de Billström catalizara a la UE para revitalizar una política hacia Cuba orientada a los derechos humanos.

¿Cómo sería esa política? Empezaría con la adopción por parte de Occidente de una estricta política de contención del régimen cubano. El primer paso consistiría en imponer sanciones contra Venezuela por sus numerosos delitos contra la comunidad mundial, como su participación en el narcotráfico y su patrocinio al terrorismo.

El siguiente paso sería que los Estados occidentales impidieran que sus ciudadanos financiaran personalmente la tortura y la represión de un pueblo que clama libertad, cortando los vínculos del régimen con sus dos salvavidas monetarios externos: el turismo y las remesas. Estados Unidos debe hacer cumplir sus políticas actuales contra el apoyo financiero a la dictadura cubana. La UE debe seguir el ejemplo de Estados Unidos y reactivar su propia política de "posición común" orientada a los derechos humanos, que condicionaría la continuación del compromiso financiero de la UE a que el régimen cubano demostrara reformas reales en materia de derechos humanos. Esta medida demostraría el compromiso inquebrantable de Occidente con los ideales del liberalismo y con la protección de los derechos humanos en todo el mundo.

Por desgracia, hay pocas esperanzas. Occidente seguirá defendiendo de labios para afuera la causa del liberalismo mientras aplica políticas contrarias a la promoción de los derechos humanos en la isla. Si tengo razón, el pueblo cubano seguirá sufriendo la inacción de Occidente.

Declaración:

Este artículo se reproduce con el permiso del Fletcher Forum.

Sobre el Autor:

Logan Williams es un estudiante de Historia en la Universidad de Connecticut e investigador de Ciencias Políticas para el Centro para una Cuba Libre.

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