Se acaba de morir el inventor del arma más importante en la segunda mitad del siglo XX: Mikhail (pronúnciese"Mijail") Kalashnikov.
Murió a los 94 años de edad, y un somero repaso de su biografía revela una vida de éxito, plasmado en su abrumadora lista de condecoraciones: 22 de la Unión Soviética, entre ellas la Orden de Lenin -la más alta que concedía ese país, que obtuvo nada menos que tres veces-; cinco del país que sucedió a la URSS, Rusia; y dos más de otras tantas exrepúblicas soviéticas, Kazajistán y Bielorrusia. n
Su fama fue mucho más allá de la Unión Soviética. Hugo Chávez, por ejemplo, le entregó una copia de la espada de Simón Bolívar. nEs totalmente imposible determinar cuántas muertes caben atribuirse al genio innovador de Kalashnikov. n
En 2006, cuando su arma llevaba en servicio 49 años, el diario The Washington Post estimó que causaba 250.000 muertes anuales. Eso significa aproximadamente uno o dos muertos en el tiempo que tarda en leerse este artículo. O dos veces las víctimas de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki juntas. Al día de hoy, eso implica 14 millones de muertos. n Si se suman Vietnam (donde hubo 59.000 muertos estadounidenses y unos 3 millones de asiáticos), Afganistán (alrededor de 15.000 muertos soviéticos y 1,2 millones de afganos) y la Guerra de Irán e Irak (300.000 muertos iraníes y 100.000 iraquíes) resulta, en total, 4,6 millones de muertos. nEso es menos de un tercio de los atribuibles a Kalashnikov.
Y la elección de esos conflictos no ha sido aleatoria: esas tres guerras son las que han causado más muertos por causas violentas, es decir, excluyendo hambre, enfermedades y asesinatos por otros métodos, desde la Segunda Guerra Mundial. n
Pero podríamos sumar los 800.000 ruandeses muertos a machetazos en el genocidio de 1994, al millón de camboyanos asesinados en la década de los setenta por el procedimiento de meterles la cabeza en bolsas de plástico hasta que se asfixiaran, y los 4 millones de muertos de hambre y enfermedades de la guerra civil de la República Democrática del Congo, entre 1995 y 2005. Aun así, nos saldrían 10,4 millones de muertos. n
Y, a todo esto, u00bfqué inventó Kalashnikov? nAlgo tan simple como un rifle automático. El mejor, más eficiente, más resistente y de mantenimiento más fácil: el AK-47 y sus derivados.
No inventó ningún arma secreta, nada que tuviera que ver con la energía nuclear, con las armas químicas ni con el uso de microorganismos. En absoluto. nKalashnikov sólo concibió algo eficaz, fácil de fabricar y de manejar.
Es famosa la anécdota de que durante la Guerra de Vietnam los soldados estadounidenses tiraban sus M-16 para usar los Kalashnikov de sus enemigos muertos, porque eran más eficaces. Lo que no es tan conocido es que, cuatro décadas más tarde los soldados estadounidenses en Irak también lo hacían. n
Más allá de su aterrador historial, el AK-47 entraña una lección para la vida cotidiana. Muchas veces, lo más sofisticado no es lo más influyente. Puede decirse que las armas nucleares han jugado un papel central a la hora de determinar las decisiones en política exterior de Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial. Pero queda abierto la duda de si el AK u00ad u00ad u00ad u00ad-47 no ha sido más influyente. n
Guerrilleros comunistas armados con Kalashnikov provocaron la intervención de EEUU en Vietnam. Milicias tribales con esos rifles, la invasión de Afganistán por la Unión Soviética. Las tensiones de los años ochenta en Centroamérica se debieron a grupos insurgentes, en muchos casos armados por Cuba, que tenían como principal arma el Kalashnikov.
Quítenle estos rifles a las FARC colombianas y veremos qué pasa con ellas. O a los talibán afganos, y EEUU podrá acelerar su retirada de ese país. Por no hablar del 'cuerno de chivo', el nombre del Kalashnikov entre los carteles de la droga mexicanos.
Tal vez, más que en la era nuclear, habría que decir que vivimos en la era del Kalashnikov.