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La irreverencia de “El Chucky” Lozano fue evidente en los primeros 15 minutos del partido. Jugó por el sector derecho. Una y otra vez buscó a “Chicharito” Hernández. Juan Carlos Osorio lanzó a la cancha al capitán de capitanes, Rafa Márquez, acompañando en la contención a Héctor Herrera y Andrés Guardado. Vela jugó por el sector izquierdo, mientras Lozano, el jugador soñado por Diego Armando Maradona, fue al otro extremo.
Los brasileños no tenían dominio del juego. Pero Neymar comenzó mostrando sus primeros destellos sobre el minuto 21, reafirmando que, tras la ausencia de Messi y Cristiano Ronaldo, es la “megaestrella” de esta Copa del Mundo. Lo secundó Philippe Cutinho, unido a Neymar, una dupla que genera demoledoras situaciones de gol. En el 24, Neymar quebró la defensa mexicana a “mero virtuosismo futbolístico”, pero “Memo” Ochoa interpuso su mano izquierda al balonazo, frustrando la más clara oportunidad de gol. El cancerbero mexicano estuvo inmenso, evidenciando que fue, junto al danés Peter Schmeichel, el mejor portero de esta Copa del Mundo.
El primer tiempo terminó empatado a cero, aun cuando el dominio de Brasil se afianzó sobre el 30. En el segundo, Osorio redefinió su estrategia sobre la cancha. Layún sustituyó al capitán de capitanes, Rafa Márquez, jugando por el sector derecho.
Brasil comenzó imponiendo su concepción de equipo. Cuando sus estrellas se funden, el “Scratch du Oro” es invencible. En el 51, Neymar la puso de taquito a Willian, que se metió por la izquierda, buscó el centro, pasó a Gabriel Jesús, que no pudo rematar, haciéndolo el propio Neymar para marcar el 1-0.
La genialidad de Neymar se impuso, una vez más, en el 88. “El Gallo” buscó de derecha la puerta de la “Tri” y disparó al arco. “Memo” Ochoa metió la pierna izquierda, la tocó, pero como un bólido entró Roberto Firmino, sentenciando de derecha el 2-0. El gol de Brasil (227), los ubicó con uno por delante de Alemania en mundiales.
Faltando dos minutos para el inicio del alargue, la diferencia reafirmaba que la suerte estaba echada. Pitazo Final: Brasil 2 - México 0. “La verdeamarela” estaba en cuartos de final.
Pero México hizo soñar, no solo a su hinchada, sino a todo el continente. “El Chucky” Lozano fue un portento futbolístico en esta Copa del Mundo. “Memo” Ochoa trascendió la grandeza para alcanzar la inmensidad. El capitán de capitanes, Rafa Márquez, alcanzó su quinto mundial. Juan Carlos Osorio, más allá de inculpar al principal del destino frente a Brasil de su incapacidad para leer estratégicamente el destino de este último partido, fue un buen timonel para la “Tricolor”.
Después de un magistral debut frente a Alemania, México no pudo apropiarse del liderazgo de su grupo, algo que, quizás, hubiese girado su destino. La selección volvió a caer en octavos de final, como en seis ocasiones anteriores. Solo llegó a semifinales, cuando fueron sede de la Copa del Mundo (1970-1986).
Pero la hinchada que se robó el corazón del pueblo ruso, que inundó las calles con sus cánticos, entonando a viva voz su “México lindo y querido”, apropiándonos de su himno mundialista, no puede llorar, porque la actuación de la “Tricolor” merece cantar. Sus jugadores regresarán a casa, pero el equipo que los representó en Rusia 2018, estará, junto a selecciones como Islandia o Perú, en lo más alto del cielo mundialista.
II
Bélgica se enfrentó a Japón. Los japoneses, el equipo más débil en octavos de final, según los pronósticos, jugó contra el mayor goleador de la Copa del Mundo.
En los minutos iniciales, los europeos sentían que la victoria solo necesitaba el paso del tiempo: la primera parte culminó sin goles.
Fue sorprendente la reacción de los “samurai azules” en el complementario. Jugando el minuto 48, marcó Genki Haraguchi. Su remate cruzado, salió a la derecha del portero belga Thibaut Courtois para el 1-0.
El segundo gol lo marcaron en el 52. Kagawa recibió en el centro, hizo el espacio y habilitó a Takasha Inui, quien se perfiló y pateó con potencia en busca del segundo palo.
Ninguna selección que perdiera por dos goles en esta Copa del Mundo, pudo remontarla.
Los japoneses elevaron su nivel de juego, después de las anotaciones. Pero los belgas también se crecieron.
El primer gol de “Los Diablos Rojos” fue un gol insólito. Jan Vertonghen la elevó de cabeza, remontando al portero Kawashima. El segundo lo anotó el recién ingresado Marouane Fellaini, potenciando la superioridad en el juego aéreo de Bélgica.
Nacer Chandli fue el héroe belga con el juego empatado 2-2, anotando el gol que selló el pase a cuartos de final en el minuto 93.
Bélgica estuvo fuera del mundial, pero lograron una remontada histórica. Ningún equipo lo lograba, en menos de cinco minutos, desde el partido de Perú con Bulgaria en el mundial de 1970. Allí los peruanos empataron y vencieron 3-2.
Aun cuando los nipones fueron un dechado de orden y sabiduría, pudo más el empuje de “Los Diablos Rojos”, quienes enfrentarán a Brasil.
III
Este martes será el cierre de los octavos de final. Jugarán Suecia-Suiza e Inglaterra-Colombia.
Suecia viene de una goleada a México 3-0 y los suizos arrancaron la fase de grupos con un empate frente a Brasil. Ambos resultados le ofrecen un palmarés convincente para esperar un juego cerrado.
Los ingleses jugaron cinco veces con los colombianos. Poseen tres victoria y dos empates. Colombia tiene un potente equipo, aunque se especula sobre la ausencia de James Rodríguez, quien no estuvo en el último entrenamiento.
Al referirse al encuentro, el técnico inglés Gareth Southgate señaló: “El daño que haga Colombia depende de los espacios que le demos. Fue impresionante como empataron contra Japón, con diez jugadores durante todo el partido”, y añadió: “tenemos que estar excepcionalmente preparados”.
Las victorias de Brasil y Bélgica corroboraron los vaticinios de este lunes. Aun cuando los juegos de este martes pueden ser cerrados, y no sorprende que se incumplan los pronósticos: Inglaterra y Suecia deben estar en cuartos de final.