Cada vez son más los reconocimientos nacionales e internacionales otorgados a la ciudad de Miami, por su evolución en los últimos años. Somos una comunidad diversa, trabajadora y apasionada. Una combinación perfecta que nos convierte en el destino de negocios globales, aquellos que traen las oportunidades y la prosperidad a nuestra zona.
Como residente de Miami, recuerdo hace unos 10 años, pensábamos que esta posibilidad sería lejana y remota. Pero si bien es cierto que el camino no ha sido fácil, ha existido el empeño y la visión de líderes extraordinarios para lograrlo.
Hemos avanzado, sí, pero aún hay mucho por hacer para lograr que la comunidad vaya al compás de los cambios, sobre todo el talento que se mide por aquellos individuos de entre 25 y 64 años que han alcanzado una credencial universitaria y aquellos que aún están en desventaja. Según las estadísticas, un 63% de los trabajos en el país requieren de alguna educación más allá de la escuela secundaria. Esta demanda seguirá creciendo para el 2027 cuando el 70% de los empleos requerirán educación o capacitación post-secundaria.
Necesitamos más que nunca conectar nuestros sistemas educativos y laborales para abrir caminos hacia la clase media, proporcionar movilidad social y económica. Rediseñarlos para que los jóvenes accedan a carreras gratificantes.
Como orientadora del Miami Dade College, sentí una gran satisfacción al recibir a un grupo extraordinario de líderes de primera clase en el recinto Wolfson del downtown de Miami, para la presentación del libro: Emerging Global Cities: Origin, Structure, and Significance, del Dr. Alejandro Portes, un distinguido catedrático, sociólogo y profesor de Derecho de la Universidad de Miami, director del Centro de Migración y Desarrollo de la Universidad de Princeton.
El Dr. Portes posiciona a Miami, junto a Dubai y Singapur, entre las ciudades más importantes identificadas como “ciudades globales”, cuya función en la economía mundial trasciende las fronteras nacionales. También explora la similitud de sus horizontes y características comunes en el rápido ascenso como centros de comercio, finanzas, arte y cultura.
Como oriunda, nacida y criada en la ciudad de Miami, sentí orgullo al escuchar sobre esta narrativa tan fascinante, que recibió el apoyo de los presentes, empresarios, presidentes de universidades y líderes como Rodrick T. Miller, presidente y director ejecutivo de Miami-Dade Beacon Council, una organización que lidera los esfuerzos para dar forma al futuro económico del condado.
Para mí es un honor presidir el consejo de líderes académicos del Beacon Council y debo añadir que son pocas las ciudades en este país, donde prominentes líderes académicos se reúnen con regularidad para buscar soluciones a las necesidades del talento y la fuerza laboral de nuestra comunidad. Y eso es precisamente lo que hacemos.
Agradezco a Matt Haggman, por su liderazgo como vicepresidente ejecutivo de Opportunity Miami, y por facilitar este encuentro, a la honorable alcaldesa del Condado Miami-Dade, Daniella Levine Cava, quien hizo acto de presencia y al Dr. Jose L. Dotres, superintendente de las Escuelas Públicas del Condado de Miami-Dade (M-DCPS), con quien hemos afianzado un compromiso a través de la excelencia académica, con la preparación profesional de cientos de futuros maestros.
Creo que el único factor que podría detener el continuo crecimiento económico de Miami es el talento. Y el Miami Dade College seguirá trabajando con los líderes de la comunidad para lograr la meta, mientras seguiremos educando de forma innovadora con las nuevas herramientas tecnológicas y de inteligencia artificial, además de desarrollar en los estudiantes aquellas habilidades únicas que también son requeridas en el nuevo mercado laboral.