miércoles 27  de  marzo 2024
EL JARRÓN CHINO

Allá voy, Israel

Me llamó mucho la atención no la excitación que los que vamos a emprender el viaje irradiábamos, algo lógico, sino la pasión con la que todos estos judíos de habla hispana nos hablaban de ese pequeño país que vive rodeado de enemigos

 

Por MANUEL AGUILERA

Acudo a mi cita semanal con los lectores, horas antes de iniciar un viaje tras el que me aseguran que va a cambiarme la vida. Gracias al Project Interchange y a la amabilidad de Juan Dircie, director asociado de AJC, formo parte de un grupo de profesionales hispanos de la comunicación que vamos a hacer la semana entrante un intenso y emotivo recorrido por el Estado de Israel.

Me acompañan, además de Juan Dircie, Carlos Cataño, locutor de Radio Caracol; Leonardo Ferreira, profesor de periodismo en Florida International University;  Julie Ferrer, reportera de Univision; Miguel Ferro, director de contenidos de Mira TV;  Carines Moncada, locutora de Actualidad Radio y presentadora de Telemundo51; Astrid Rivera, periodista de radio y televisión;  Emilio Sánchez, director de desarrollo de negocio en la Agencia EFE; Susan Stipcianos, cofundadora de la agencia de comunicación The Dream Team; María Teresa Romero, periodista de El Venezolano TV y Rosana Ubanell, editora de VOXXI.

El pasado lunes tuvimos un agradable encuentro en la casa de Karina Milgram, miembro de la dirección del Project Interchange, en Aventura. Allí, además de saludarnos los que no nos conocíamos, hicimos un repaso del recorrido y departimos con destacados latinos de la comunidad judía en el sur de la Florida.

Me llamó mucho la atención no la excitación que los que vamos a emprender el viaje irradiábamos, algo lógico, sino la pasión con la que todos estos judíos de habla hispana nos hablaban de ese pequeño país que vive rodeado de enemigos.

“Ya verás cómo te va a cambiar la vida”, me insistía un sonriente empresario venezolano, consciente de lo importante que es para la comunidad judía que los que nos dedicamos a la comunicación tengamos una imagen precisa, con todo detalle, de lo que está pasando en Israel.

Por mi parte, voy con la mejor de las intenciones y con los ojos y el corazón bien abiertos. Me siento muy cercano a este pueblo brillante y trabajador que ha salido adelante allá donde se ha asentado a lo largo y ancho del mundo. Pero, además, ha sufrido lo indecible para ganarse el respeto de otras comunidades. Todavía le quedan muchas batallas que ganar -y no precisamente en el sentido bélico- a los judíos para poder vivir y desarrollarse dentro y fuera de Israel como la gran comunidad que forman.

Historia, arte, tradición, religión, tecnología, información, turismo, política… Son tantas las aristas de este ilusionante viaje que uno no sabe ni por dónde empezar. Me siento afortunado por tener la oportunidad de conocer de primera mano la realidad de Israel y de poder hablar con gente de todas las ideologías, clases sociales, razas y religiones. Así es Israel, así es el mundo en el que nos toca vivir y en el que estamos condenados a respetarnos y a aceptar nuestras diferencias.

Conocer otros países, otras culturas, otras tradiciones nos ayuda en ese ejercicio de ponernos en la piel, en los zapatos de otro. Allá voy, Israel.

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