CARACAS.- Tras una gira catalogada de exitosa, con una duración de más de 10 días por países de Europa y Las Américas, el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, regresará a la nación caribeña con las energías renovadas por los éxitos de sus encuentros con diplomáticos y dignatarios, así como con la diáspora venezolana; pero también, su retorno está marcado con una lista de retos que deberá enfrentar para mantenerse como líder de la oposición y amalgamar esfuerzos para alcanzar su objetivo de recuperar la democracia en Venezuela.
Mucho más allá de las especulaciones de su retorno y sobre la posibilidad de que sea o no detenido por los agentes de seguridad del régimen de Nicolás Maduro, el también presidente del Parlamento Nacional tendrá que diversificarse en su acción, porque no solo deberá continuar en su empeño de derrocar la dictadura, sino también que trabajar para reavivar el entusiasmo de los venezolanos que en el último año vieron en él una opción viable y legítima para recuperar la democracia.
A juicio del embajador de Venezuela ante el gobierno de Canadá, Orlando Viera Blanco, el principal reto para Guaidó será capitalizar “esta bocanada de remotivación, remoralización, que ha significado la gira del presidente Guaidó por Europa y en América”.
Destaca que el reto es despertar nuevamente la fe, “esa credibilidad en su liderazgo y remprender un proceso sostenible de la movilización de calle, de la protesta no violenta para lograr ese gran objetivo que es el cese de la usurpación a través de la primavera venezolana. Ese es el gran desafío de ese nuevo liderazgo que ha venido recuperando Guaidó a través de toda la gira”.
Resalta Viera Blanco que para alcanzar sus objetivos ya hay múltiples estrategias que ya se comienzan a ver tanto a lo interno como a lo externo. “A lo exterior hay un proceso de consolidación, armonización y amalgamamiento de todos los grupos y aliados para ir generando una fuerza más tipo bloque, para lograr el proceso de presiones y de estrategias con el fin de entrar en la transición”.
Retorno con la euforia del pasado año
Guaidó deberá repetir la hazaña de volver a Venezuela como lo hizo el pasado año, luego de que saliera por la frontera con Colombia y regresara en un vuelo comercial. Esta vez también se desconocen los medios por los cuales llegará al país, pero se espera que convoque a una gran movilización de calle para iniciar las actividades de protestas pacíficas y retomar la presión social que hubo el año pasado.
Ésta sería la primera de una serie de acciones públicas en las que los venezolanos puedan expresar su rechazo a la dictadura y exigir sus derechos. Ya lo ha dicho Guaidó: “En Venezuela hay protestas todos los días”, pero ahora tendrá el reto de convertir cada manifestación en una acción nacional que replique el descontento por sectores.
Elecciones libres
Mientras Guaidó consolidaba el apoyo de líderes mundiales como Emmanuel Macron en Francia, o el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; Luis Parra, el diputado llamado opositor pero que se ha aliado al régimen de Nicolás Maduro, se mostraba en videos publicados en las redes sociales, ejerciendo las funciones de presidente del Parlamento en encuentros y sesiones, junto a los otros parlamentarios que conforman la llamada “fracción CLAP” (diputados opositores que han sido señalados de haberse vendido al régimen para votar en contra de Juan Guaidó en la reelección parlamentaria).
Es decir, Parra y el chavismo se mantienen en la idea de que es el presidente del Parlamento a pesar de que su supuesta elección no contó con el quorum reglamentario, ni con los pasos legales para la renovación de autoridades.
En los días de ausencia de Guaidó, la Asamblea Nacional anunció el inicio del proceso de conformación del Comité de Postulaciones electorales, pero el chavismo en la voz del constituyente Francisco Torrealba, informó que Parra había argumentado "omisión legislativa” ante el oficialista Tribunal Supremo de Justicia. Parra luego desmintió el hecho. Al parecer, éste será el actuar de Parra dentro de la estrategia del régimen para evitar que el trabajo legislativo de la oposición se desarrolle con éxito y se puede elegir democráticamente un CNE imparcial que ofrezca elecciones libres y soberanas.
Crisis humanitaria
A pesar de que en Venezuela, luego de la dolarización de facto aplicada por el régimen, existe la impresión de mejoría económica que ha sido utilizada por los voceros de la dictadura como una muestra de recuperación económica, la crisis económica y social es cada día más aguda.
Ya lo han advertido distintos voceros de las Naciones Unidas, quienes han sido testigos de la situación humanitaria que vive el país. Ese espejismo creado por las imágenes donde se observan los estacionamientos de los restaurantes colmados de autos de lujos, solo muestra el intento del régimen de mostrar una cara amable al mundo, diferente al de las personas que comen de la basura.
El responsable de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, Mark Lowcock, ya lo había advertido. “Durante mi primera visita a Venezuela, he visto cómo las mujeres, los hombres, los niños y las niñas se enfrentan cada día a retos abrumadores para sobrevivir. Millones de personas no pueden acceder al mínimo de alimentos, agua y atención médica. La situación continúa deteriorándose”.
Así que los aires renovados de energía con los que Guaidó llegará a Venezuela, lo deben llenar de fuerza para continuar la difícil misión de sacar la dictadura del gobierno para ofrecer la libertad a los venezolanos.
El "monstruo" opositor
Uno de los problemas a los que deberá enfrentarse Guaidó es a los llamados opositores de la oposición, quienes se han dedicado a sembrar una matriz de opinión contra el único líder venezolano que concentra el apoyo internacional y la legitimidad constitucional. Estos opositores que insisten en que él, como presidente encargado, debe solicitar la intervención militar instantánea, como si se tratase de un juego. Allí uno de los problemas que tendrá que enfrentar y que lo acompañó durante toda la gira internacional.
