SAN JOSÉ.-El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, se encuentra en Nueva York para abordar, entre otras cosas, la crisis migratoria que vive su país desde finales del año pasado en busca de cooperación internacional para este problema.
El motivo principal del mandatario participar en las actividades relacionadas con la 71 Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), pero en Nueva York dictará 9 discursos en diferentes escenarios para conversar sobre las migraciones irregulares y el empoderamiento de las mujeres.
"Costa Rica necesita cooperación internacional y también trasladar al mundo su experiencia exitosa en el tratamiento de migrantes. Miles de ellos que han estado pasando por nuestro territorio y que todavía se encuentran allí desde hace muchos meses”, declaró el mandatario este fin de semana, momento que partió desde Costa Rica hacia Estados Unidos.
Este país presenta problema con migración irregular desde finales del año pasado, cuando debió permitir el ingreso desde Panamá de 8 mil cubanos irregulares que viajaban hacia Estados Unidos.
Los migrantes quedaron varados en Costa Rica ante el cierre del paso de Nicaragua. Más de la mitad de ellos fueron atendidos en una red de albergues abiertos por el Estado, con ayuda de iglesias cristianas y organizaciones de la sociedad civil, hasta que unos 4,600 partieron vía aérea hacia El Salvador y México para continuar la ruta migratoria a Norteamérica. El resto partió con ayuda de coyotes atravesando Nicaragua.
Ahora la problemática la tiene con migrantes irregulares haitianos, africanos y asiáticos. Alrededor de 9,500 han ingresado por Paso Canoas, frontera con Panamá; y unos 4,500 se han quedado varados en el norte costarricense porque Nicaragua continúa blindando sus fronteras con el Ejército y la Policía Nacional.
A su vez, Costa Rica ha devuelto a Panamá a cerca de 400 migrantes cubanos que ingresaron su territorio de modo irregular entre agosto y septiembre de este año.
Solís copresidirá con el Primer Ministro de Bélgica, Charles Michel, el panel que abordará la vulnerabilidad de los migrantes en las travesías de sus países de origen a las naciones de arribo, en el Diálogo de Alto Nivel sobre Movimientos Masivos de Refugiados y Migrantes.
Mientras tanto en Nicaragua, el país cuyo gobierno ha creado un tapón en el sur de Centroamérica y hasta Colombia, al cerrar las fronteras a la migración irregular, sacerdotes del departamento de Rivas, fronterizo con Costa Rica, han pedido ayuda a sus feligreses para que se sumen a la labor humanitaria de dar apoyo a los migrantes indocumentados que son atrapados por la Policía Nacional y el Ejército mientras buscan llegar a Estados Unidos.
El padre Marcial Guzmán, párroco rector del Santuario Nacional de Jesús del Rescate en Rivas, dijo que “estos hermanos van hambrientos, sedientos, descalzos y sin dinero porque han sido víctimas de la delincuencia y necesitan de nuestra caridad y podemos darles nuestro apoyo antes que sean devueltos a Costa Rica, allá por el puesto de La Virgen”, según el diario La Prensa.
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