En el balotaje del 15 de octubre se pone en juego el destino democrático de Ecuador, considera el expresidente Lucio Gutiérrez (2003 - 2005)
El joven empresario Daniel Noboa se mantiene como favorito en las encuestas de cara al balotaje de Ecuador.
GERARDO MENOSCAL / AFPQUITO.- Ecuador, azotado hoy por las mafias del narcotráfico y la corrupción, se enfrenta este 15 de octubre en un balotaje electoral que pondrá en juego el destino democrático de la nación suramericana, que podría convertirse en un "narcoestado", si no se toman los correctivos necesarios.
Ante este escenario se medirán el empresario Daniel Noboa, de 35 años, por la alianza Acción Democrática Nacional (ADN), y la delfín del expresidente Rafael Correa (2007 - 2017), Luisa González, de 45 años, por el movimiento Revolución Ciudadana. Una contienda en la que el joven empresario se mantiene como favorito, aunque los últimos estudios de opinión, publicados el 6 de octubre, vislumbran una reñida competencia, en la que el voto decisivo lo tendrán los indecisos.
Lucio Gutiérrez, expresidente ecuatoriano (2003 - 2005), asegura que, aunque el debate, celebrado el 1 de octubre, no logró cumplir con las expectativas de la población ecuatoriana e influir en los electores indecisos, el 70% de los ciudadanos rechaza al correísmo, lo que sugeriría una victoria casi infalible para Noboa.
"Daniel Noboa va a ser el próximo presidente del Ecuador y él nunca debe olvidar, como lamentablemente se olvidó (presidente) Lasso, que él va a ganar por el anticorreísmo, porque no queremos que los delincuentes vuelvan al poder a seguir delinquiendo y vivir en un narcoestado", expresa el recién electo diputado a la Asamblea Nacional en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS.
Noboa, hijo del magnate empresarial y cinco veces candidato presidencial Álvaro Noboa, logró colarse a la segunda vuelta con 23,43%, pese a que no figuraba en los primeros lugares de los análisis de opinión. Ahora en sus manos tiene la posibilidad de poner fin al correísmo, en un escenario similar al que vivió Ecuador en 2006, cuando Correa se enfrentó a Noboa padre, haciéndose con 56,76% de los votos. Aunque en esta oportunidad se enfrentarían los pupilos de ambos políticos en un panorama que se presenta favorable para el joven político.
"Daniel Noboa debe tener presente en todo momento, todos los días, a cada hora, que el pueblo ecuatoriano votará por él para que nunca más vuelva el correísmo al Ecuador, para que nunca más vuelvan las balas, la delincuencia, la corrupción y el narcotráfico", asevera Gutiérrez.
A su juicio, Noboa tendrá que la "oportunidad histórica" de continuar con el cambio que inició el expresidente Lenín Moreno (2017 - 2021), al tomar decisiones en "favor de la justicia" y no satisfacer la opacidad que esperaban los dirigentes correístas.
Gestión que, menciona, el presidente Guillermo Lasso eludió al "traicionar" al país y convertirse en "cómplice de la corrupción" por no exigir una investigación al gobierno correísta y permitir que salgan en libertad "delincuentes condenados", como el exvicepresidente Jorge Glas, y que Correa, quien tiene orden de aprehensión desde 2018 y fue condenado a ocho años de cárcel en 2020 por delitos de corrupción, haga propaganda y haga campaña política desde Bélgica, donde se encuentra asilado.
"Si entiende (Noboa) que el país es de 18 millones de ecuatorianos, que hay que gobernar para todos, que tiene que ajustarse los cinturones y reducir el despilfarro y poner a raya la corrupción, es probable que comencemos a salir de la crisis", señala Gutiérrez.
En medio de la crisis política, institucional y de criminalidad, que cobró la vida del presidenciable Fernando Villavicencio, el exmandatario considera que el próximo presidente deberá gobernar la nación con dos manos: en una, el pan, las oportunidades y el empleo; y en la otra, "un látigo" y reformas "radicales". Esto, con la finalidad de brindarle un futuro a los jóvenes ecuatorianos y ponerle un freno a la delincuencia, el narcotráfico y la corrupción.
"Si el próximo presidente de Ecuador no toma las riendas de la conducción del Estado y enfrenta con contundencia a los carteles de la droga y la corrupción, las bandas delincuenciales que están coludidas con las mafias políticas ecuatorianas van a terminar, junto a los carteles de la droga, controlando de manera total el Estado ecuatoriano", sostiene.
En su opinión, el liderazgo, capacidad, honradez y patriotismo harán la diferencia del gobierno de Correa, que, al no renovar el acuerdo con Estados Unidos para mantener la Base de Manta, que servía de control del narcotráfico, "convirtió a Ecuador en un país que antes era de paso de la droga, en un país productor, consumidor y exportador de droga".
"Si hay mano dura, si se comienza a gobernar en beneficio de todos los ecuatorianos, las cosas sí van a cambiar en Ecuador", asegura. De lo contrario, advierte, sería el comienzo de "la extinción del estado ecuatoriano".
El expresidente sostiene que el nuevo mandatario, quien gobernará Ecuador por alrededor de 18 meses, debe comenzar por robustecer los requisitos para ingresar a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional, que fueron flexibilizados por Rafael Correa, permitiendo que miembros de bandas delincuenciales se convirtieran en militares y policías.
"Inclusive, se debe colocar requisitos estrictos, por ejemplo, el polígrafo y otras herramientas tecnológicas para el ascenso de militares y policías porque ya está el cáncer dentro de estas instituciones. Y si hay dos instituciones que no pueden fallar, para que no hablemos de un Estado fallido o de un narcoestado, son justamente Fuerzas Armadas y la Policía Nacional", subraya.
También propone la aprobación de leyes férreas para que los políticos que se han enriquecido ilegalmente devuelvan los recursos, se apliquen cadenas perpetuas para jueces y fiscales corruptos, que dejan "que a cambio de dinero salgan en libertad los delincuentes de cuello blanco", y que esta medida se extienda a sicarios y violadores de niños. "Los presos tendrán que trabajar por ley para que paguen por la alimentación, por el alojamiento y para que se dediquen a aprender un oficio para que se reintegren en la sociedad", apunta.
Además, indica, hay que brindarle "oxígeno" al pueblo ecuatoriano, bajando las tasas de interés, ofreciéndoles oportunidades de empleo, mejor salud y educación. "Con generación de empleos y una ley dura de cadena perpetua para todos los delincuentes, creo que podemos comenzar a salir adelante y volver a ser lo que era hace unos 15 años, antes de que llegara Correa, una isla de paz, de tranquilidad y bienestar", enfatiza.
@ebritop22
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