Rusia entregó a las autoridades de Cuba un nuevo donativo de aceite vegetal a través del Programa Mundial de Alimentos (PMA), ahora consistente en 672 toneladas de ese producto alimenticio.
Rusia entregó a las autoridades de Cuba un nuevo donativo de aceite vegetal a través del Programa Mundial de Alimentos (PMA), ahora consistente en 672 toneladas de ese producto alimenticio.
"Esta ayuda alimentaria es un fiel reflejo de la amistad y las relaciones de solidaridad de muchos años que unen a Rusia y Cuba", dijo el jueves durante la entrega de la carga el embajador de Moscú en Cuba, Andrey Guskov, según el reporte del sitio oficial Cubadebate.
El diplomático señaló que entre 2020 y 2021 Moscú financió al PMA para enviar ayuda a Cuba por un monto de 4.000.000 de dólares.
"Desde 2018 hasta la fecha, el monto total de donaciones de Rusia al Programa Mundial de Alimentos en Cuba asciende a 11 millones de dólares", agregó Guskov.
Solo durante 2021, precisó el funcionario ruso, Moscú envió 170 toneladas de alimentos y medicamentos a la Isla en cuatro aviones de gran tamaño.
"Estamos seguros de que la reapertura del país contribuirá al desarrollo económico y social de la hermana Cuba. Nuestra cooperación en la Isla continuará para beneficiar al pueblo cubano", subrayó.
De acuerdo con el representante del PMA en la Isla, Paolo Mattei, una parte del donativo será destinado a los Sistemas de Atención a la Familia (SAF), comedores para alrededor de 70.000 ancianos, personas pobres y de bajos recursos, mientras que otra parte se emplearía en la asistencia a personas afectadas en situaciones de emergencia, sobre todo, durante la temporada ciclónica en Cuba.
Guskov además aseguró que la donación será distribuida de manera gratuita, pues en casos anteriores ha habido denuncias de los cubanos de que donativos de esta naturaleza habían sido vendidos en los establecimientos estatales.
Asimismo, en los comedores sociales del SAF los menús preparados no son gratis. Tienen un costo que, tras la arrancada de la Tarea Ordenamiento, ha aumentado considerablemente, obligando a numerosos inscritos en el sistema a abandonarlo por no poder asumir los nuevos precios.
En abril de este mismo año se desató un escándalo después que circularan en redes sociales fotos de frascos de aceite procedente de Rusia y entregados al Gobierno como donativo por el PMA a la venta en las bodegas del Estado en La Habana.
Como resultado, las autoridades cubanas tuvieron que explicar que habían obtenido los permisos del PMA y de la Embajada de Rusia en La Habana para vender las botellas de aceite con fines de donación como parte de la denominada canasta básica normada.
"Se ha producido una avería en la línea nacional de producción de envases en Cuba que le ha impedido envasar y preparar las botellas de aceite de cocina que van a la canasta nacional mensual de alimentos que entrega el Gobierno. Para asegurarse de que las personas en los seis de los 15 municipios de La Habana reciban la canasta completa, es decir, que incluya el aceite de cocina a tiempo, el Gobierno solicitó al Programa Mundial de Alimentos un préstamo de 150 toneladas métricas de aceite de cocina embotellado que repondrán una vez que hayan terminado", señaló la oficina regional del organismo con sede en Panamá.
"El Gobierno también ha informado a su población que las botellas de aceite de cocina que reciben llevarán la etiqueta 'No a la venta', pero serán devueltas al PMA una vez que se resuelvan los problemas con la línea de envasado en junio", añadió la nota.
También el Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) ofreció explicaciones: "Gentilmente el PMA, a partir de los inventarios existentes en el país, los cuales tienen destinos específicos, como es para desastres naturales y donativos, accedió a este préstamo con la condición de que se le repusiese en cuanto la industria lo permitiera", dijo la viceministra del sector Grisel Ávila Díaz.
También en esa ocasión el aceite procedía de "un importante donativo de 253 toneladas de aceite y 430 toneladas de harina de trigo, enviado por el Gobierno y la Embajada rusa a través del PMA", señalaron funcionarios del Ministerio de Comercio Exterior.
La estatal Agencia Cubana de Noticias agregó que la donación sería destinada "a más de 77.000 personas asistidas en los centros del Sistema de Atención a la Familia (SAF) del Ministerio del Comercio Interior de Cuba".
No obstante, esas explicaciones fueron dadas después que se generalizaran las denuncias. Y hasta la fecha ningún medio o entidad oficial ha anunciado la devolución del aceite "prestado".
En el denominado “período especial”, ese eufemismo utilizado por el régimen castrista para describir su ineficiencia, se pusieron de moda en Cuba, las llamadas ‘shopitrapos’, o sencillamente “tiendas de donación” donde se oferta ropa de segunda mano que, presuntamente provenían del gesto altruista de terceros. Esa práctica desdeñable de lucrar a partir de las miserias del propio pueblo parece haberse convertido en máxima gubernamental en medio de un escenario plagado de denuncias populares, pero también de inacción por parte de la comunidad internacional.
“Recuerdo, que era la única posibilidad de tener algo con qué vestirse, lo peor de todo es que hacíamos hasta colas para comprar lo que debería ser gratis. Los cubanos lo veíamos normal o ni siquiera analizábamos que era un verdadero descaro”, recuerda José Alberto, un cubano residente en Miami.
Lo irónico es que ocurre siempre cuando la situación económica es más precaria, o sea, cuando más se necesitan los productos. Usuarios cubanos de redes sociales denunciaron esta semana la venta repentina de productos mexicanos (fundamentalmente arroz y frijoles) en la red de tiendas recaudadoras de divisas adscritas controladas por el gobierno. Esta mercancía aparece, a solo días después de La Habana recibir los donativos realizados por el gobierno que encabeza Luis Manuel López Obrador en México como parte de una presunta ayuda humanitaria.
“Hace tres días llegó el último envío de ayuda humanitaria mexicana y ya el régimen comienza a surtir las tiendas en MLC con sacos de arroz y granos “Hechos en México” escribió un internauta. El precio fijado para esta mercancía, según los comentarios en varias plataformas digitales es de 24 dólares el paquete.
Por su parte, la Corporación oficialista CIMEX salió al paso para tratar de justificarse: “Los productos que se observan en la foto se comercializan en las tiendas en MLC, y estos son importados al amparo de los contratos de compraventa firmados con suministradores de origen mexicano. Los productos donados resultado de la solidaridad con nuestro pueblo, de forma rápida y responsable han sido distribuidos a la población de forma gratuita”. Sin embargo, las palabras protocolares no coinciden con la realidad.
DIARIO LAS AMERICAS conversó con una residente en Ranchuelo, provincia de Villa Clara, al centro de Cuba y sostiene que: “La propia presidenta del CDR (organización de vigilancia y delación) ha venido vendiendo módulos de alimentos por las casas, aquí no regalan nada, parecen perros cazadores detrás del dinero”
Hace solo unos meses, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) respondió a las denuncias hechas por la venta de donaciones, específicamente de aceite, por parte del gobierno cubano: “El PMA está profundamente comprometido no solo con garantizar que nuestros beneficiarios, algunas de las poblaciones más vulnerables del mundo, reciban la asistencia alimentaria que necesitan, sino también a que todos los dólares de los donantes y las contribuciones en especie se gasten adecuadamente”, dijo el organismo.
“En la gran mayoría de los casos de los países en que operamos, el PMA trabaja estrechamente con los gobiernos anfitriones para garantizar que se cumplan estos compromisos. En casos extremadamente raros hay denuncias de corrupción. PMA emplea el mismo enfoque de tolerancia cero a todos los posibles abusos, sin excepciones. Cualquier denuncia de fraude o corrupción se investiga de inmediato. Los fondos o la asistencia se recuperan cuando es posible”, añade.
Entonces, una vez más, la maquinaria comunista volvió a atrincherarse, pero esta vez no pudo negar su fechoría.
El Ministerio de Comercio Interior de Cuba en una tímida nota publicada en su página web dijo que “la decisión de vender aceite de donación fue una alternativa ante la escasez que se vive en la isla”. En la misiva se “comprometen a reponer el aceite utilizado de la donación del organismo dependiente de la ONU en cuanto se restablezca la producción de la fábrica”. Es decir, una especie de te robo hasta que logre devolverte lo sustraído y sin fecha posible de devolución.
Casualmente, como sucede con el arroz de Obrador el 23 de abril el régimen recibió una donación de aceite de cocina valorada en un millón de dólares; procedente de Rusia e incluido en la ayuda desde el Programa Mundial de Alimentos de la ONU. Andrey A. Guskov, embajador ruso, dijo que se trataba de 253 toneladas de aceite de girasol y 430 toneladas de harina de trigo.
En el muro de Facebook del PMA hay decenas de comentarios que, además de denunciar la venta de los donativos, utilizan la etiqueta #CubaVendeSusDonativos. De igual manera, según Diario de Cuba, numerosas personas criticaron la escasez y las excusas de las autoridades en la cuenta del oficial Canal Caribe en YouTube. "No hay suficiente aceite porque en la calle están a 350 pesos el litro", "la misma muela de siempre y el cubano no se da cuenta, carajo" y "mentirosos manipuladores",
Entonces salta la duda, más allá del llanto culposo de CIMEX: ¿Venden o no venden las donaciones en Cuba?
En el año 2012 la organización opositora ALDECU (Alianza Democrática Cubana) denunció la venta en tiendas estatales de donaciones entregadas tras el paso del ciclón Sandy por la isla. En una carta pública condenaron la actitud asumida por las autoridades cubanas ante la lamentable situación de las personas afectadas por el meteoro.
“En los casos de las ayudas que sí han llegado —fundamentalmente de países que se identifican ideológicamente con el régimen de La Habana—, pero impera la venta de las donaciones en tiendas estatales, lo que implica que el gobierno lucra con lo que se da gratis en beneficio de los damnificados”, dijeron los activistas.
Otro caso similar ocurrió en septiembre de 2017. El régimen comunista tuvo que admitir que estaba vendiendo la ayuda humanitaria recibida tras el huracán Irma. La justificación se convirtió en una resolución ministerial (645/2017 que establecía que las donaciones por catástrofes naturales no serían gratis porque a “los damnificados no se les cobraría el producto que recibían, pero sí los gastos de distribución y transporte”.
La situación de las donaciones vendidas es cuando menos repudiable. Como lo es el silencio de organismos internacionales, gobiernos cómplices y personas que todavía defienden a regímenes totalitarios. DIARIO LAS AMERICAS se comunicó con el Programa Mundial de Alimentos. Al momento del cierre de esta nota no se había recibido respuesta.
FUENTE: DIARIO DE CUBA