martes 9  de  diciembre 2025
LETRAS

Carlos Carrasquero, el venezolano que escribe desde la fantasía para entender lo humano

El autor venezolano Carlos Carrasquero fusiona literatura, diseño interactivo y emoción en una narrativa sin fronteras

Diario las Américas | CAMILA MENDOZA
Por CAMILA MENDOZA

MIAMI.- Para Carlos Carrasquero la literatura nunca fue una simple afición infantil. Desde muy temprano los libros se convirtieron en un espacio íntimo de exploración, un verdadero laboratorio emocional donde descubrió que las palabras podían despertar sensaciones profundas y duraderas. Y si hay un punto de origen claro en su vocación narrativa, lleva el nombre de J. R. R. Tolkien, ya que El Hobbit fue la puerta que abrió un universo que ya no quiso abandonar.

“Cada página encendía una pequeña hoguera dentro de mí. Fue allí donde descubrí que los cuentos de hadas y las historias de fantasía no eran solo entretenimiento, sino refugios, brújulas y, a veces, espejos donde uno aprende a mirar su propio corazón. A través de la voz de Tolkien entendí que las palabras podían construir mundos enteros, y que esos mundos podían enseñarte a sentir, a soñar y a imaginarte distinto. La literatura es mi forma de estar en el mundo”, confiesa el autor a DIARIO LAS AMÉRICAS.

Nacido en Caracas y formado académicamente en Florida, Carrasquero encontró su voz literaria en la intersección de dos culturas. De Venezuela heredó la musicalidad del lenguaje, la intensidad emocional, y la cercanía humana; de Estados Unidos, la estructura, la rigurosidad académica y una visión más amplia del oficio creativo. Por lo que lejos de fragmentarlo, ese contraste cultural amplió su horizonte.

“La biculturalidad me enseñó a traducirme, a tender puentes entre lo que era y lo que estaba aprendiendo a ser. Crecer y madurar en Estados Unidos ha sido una experiencia magistral en mi vida, porque me permitió convertirme en la mejor versión de mí mismo: un joven feliz, agradecido y orgulloso de las dos tierras que forman mi historia”, afirma.

Sobre su obra

Las historias de Carlos Carrasquero no solo exploran mundos fantásticos y escenarios de ciencia ficción; también buscan reconciliar realidades aparentemente opuestas. En su narrativa, la fantasía funciona como un espejo de conflictos íntimos y universales: el miedo, la búsqueda de identidad, el deseo de pertenecer y la constante necesidad de elegir.

A diferencia de otros autores del género, Carrasquero no comienza construyendo mapas ni sistemas mágicos. Su punto de partida es siempre humano. “Los mundos extraordinarios son solo escenarios”, asegura. “El verdadero pulso está en emociones que todos reconocemos. Los personajes, con sus dudas, deseos y contradicciones, son el motor de toda historia. Sin ellos, incluso el universo más deslumbrante carece de movimiento y sentido”.

Mundos que se nutren

Explorando una combinación poco habitual, Carrasquero fusiona la escritura creativa con el diseño de videojuegos. Comprendió que ambas disciplinas dialogan el mismo idioma cuando descubrió que toda narrativa, sin importar el medio, responde a una necesidad humana ancestral: contar historias que transformen.

En los videojuegos el lector deja de ser un espectador pasivo para convertirse en un participante activo. Puede desviar la trama, alterar el rumbo y, de algún modo, coescribir la historia. Esa interactividad transformó su manera de concebir la narrativa. “Los videojuegos, con su interactividad y su ritmo propio, también guardan una historia en su corazón: personajes que buscan, mundos que responden, emociones que se despiertan a medida que avanzamos. A veces la magia está en permitir que otro complete el gesto”, explica sobre sobre sus relatos literarios que conservan esa apertura donde el lector respira dentro del mundo creado.

Obras como The Bridge of Ashen Vale o The Dragonrider’s Rest dan cuenta de esta filosofía. “Me interesa mostrar que incluso en mundos llenos de magia, lo que define a alguien no es el poder que lo rodea, sino la capacidad de elegir quién quiere ser”, reflexiona. Para Carrasquero, la elección, más que el destino, constituye el verdadero corazón de toda historia.

Un talento latino que avanza

Con dos licenciaturas y una Maestría en Bellas Artes en Escritura Creativa, además de diplomados en Harvard, Carrasquero ha consolidado una visión creativa sólida y coherente. Sin embargo, una de las lecciones más profundas de su formación llegó de manera inesperada: un pequeño videojuego en el que un pájaro saltaba cajas en lugar de volar. Cuando preguntó por qué, el profesor respondió: “Porque quiere saltar”. Aquella frase, aparentemente simple, confirmó una verdad esencial para el autor: “incluso el personaje más pequeño posee voluntad, y respetarla es respetar la narrativa”.

Como creador latino en Estados Unidos, Carrasquero reivindica la complejidad de las voces que nacen entre culturas. “No provenimos de un solo lugar ni de una sola mirada. Y esa condición híbrida, lejos de ser una desventaja, se convierte en un espacio fértil desde donde contar historias que trascienden etiquetas y conectan con lectores de cualquier origen”.

En cada texto, Carlos Carrasquero confirma que la narrativa contemporánea no reconoce fronteras fijas. Que las historias, cuando nacen desde lo humano, pueden tender puentes entre lenguas, culturas y generaciones. Y que la fantasía, lejos de alejarnos del mundo real, puede ser una de las formas más profundas de comprenderlo.

Si desea más del autor y de su obra, visite el sitio web www.carloscarrasquero.com

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