martes 8  de  octubre 2024
Fotografía

El cubano Roberto Koltun, un artista con una cámara

El consagrado fotógrafo y reportero inaugura el próximo jueves 29 de marzo su nuevo estudio-galería con la muestra A New Life and Nature
Diario las Américas | GRETHEL DELGADO
Por GRETHEL DELGADO

MIAMI.- Hay fotógrafos y fotógrafos. Unos captan imágenes; otros, como Roberto Koltun, hacen que un instante vibre eternamente en una foto.

Por estos días el artista del lente hace un recuento de su trabajo y lo celebra con la inauguración de un merecido espacio para exponer sus obras en la ciudad de Hialeah.

La primera cámara

Conversar con el fotógrafo y periodista Roberto Koltun es adentrarse en una impresionante cadena de sucesos que abarcan buena parte de la historia contemporánea. No sorprende que este excelente fotógrafo sea, además, un buen narrador.

Los padres de Koltun llegaron a Cuba en 1939, como muchas familias de judíos que escaparon de Europa en los inicios de la Segunda Guerra Mundial. La familia volvió a emigrar en 1957, esta vez hacia Estados Unidos. La madre de Koltun era lituana y solo hablaba ruso, pero pronto la familia asimiló el inglés y con ello una nueva vida. Roberto tenía 13 años y su juventud transcurrió en ese caldo de culturas.

Posteriormente, regresó a Cuba por una temporada, en la que conoció un arte que se convertiría en su vocación.

“Mi padre, en Nueva York, me compró una camarita de cajón, una Kodak Instamatic 127. Yo me iba a la escuela y en el barrio le tiraba fotos a los muchachos, sin saber que esa iba a ser mi profesión. Luego aprendí a revelar fotos en un cuarto oscuro y así fue como me enamoré de la fotografía. Tenía unos 17 años”, confesó el fotógrafo.

Estudió Periodismo en la Universidad de La Habana, a principios de los años 70. A su regreso a EEUU, en 1975, se le presentó la oportunidad de trabajar como fotoreportero en Ecuador. Así comenzó una serie de asignaciones que le darían la experiencia necesaria para consagrarse como un maestro del fotoreportaje.

Trabajó para la agencia EFE, cubrió guerras civiles en Nicaragua y El Salvador, sucesos políticos en Bolivia, Colombia, Panamá, Venezuela, entre otros países. Fue testigo de grandes momentos de la historia cubana. Estuvo en primera fila durante los sucesos de la embajada de Perú en La Habana, cubrió el éxodo del Mariel en el 80 y vio a quienes perdieron la fe lanzando sus balsas a un norte incierto durante la crisis de 1994.

El lente de Koltun ha descrito a Miami en las últimas décadas con sus fotos para El Nuevo Herald y The Miami Herald, donde ha trabajado por casi 30 años, destreza que le valió la entrega de las llaves de la Ciudad de Miami, de manos del Alcalde Tomás Regalado. Entre los premios que ha recibido destaca el Sigma Delta Chi, de la Sociedad de Periodismo Profesional (SPJ), en 2010, por su cobertura del terremoto en Haití.

“A New Life and Nature”

El fotógrafo abre con esta muestra las puertas de su nuevo espacio, Koltun Studio & Gallery, donde pretende exhibir sus trabajos y reunir a otros colegas que deseen exponer sus obras.

La muestra, integrada por unas 20 fotografías de gran formato impresas en papel metálico, reúne su trabajo de varias décadas. El paisaje, el retrato, lo ajeno y lo íntimo se combinan en esta selección.

Una de las joyas de la exposición es la foto de las grandes Celia Cruz y Olga Guillot. Además, hay un retrato de Oswaldo Guayasamín, tomada en la casa del pintor y una serie de fotos del declamador cubano Luis Carbonell.

celia cruz y olga guillot. roberto koltun jpg.jpg
Celia Cruz y Olga Guillot.
Celia Cruz y Olga Guillot.

Pero más allá de enumerar a estos artistas, conversar con Koltun es descubrir el contexto de estas imágenes, saber qué ocurrió el día en que fotografió a Guayasamín, las bromas que se hicieron, los mitos desmontados; es entender por qué reían dos reinas de la canción como Celia y Olga, a quienes se les describía como rivales; es sentir, también, el amor de un abuelo hacia una criatura de solo tres días de nacida, una nueva vida.

Sus fotos del Sahara, las caravanas de camellos, el naranja intenso del desierto en la tarde, la mirada hosca de una musulmana, la ternura de un padre con su bebé en brazos, tienen una innegable carga dramática. Esa dramaturgia de la imagen es uno de los atributos de la fotografía de Koltun.

La narrativa de la imagen

Koltun posee una mirada aguda para lo humano. Es el fotógrafo y el hombre que mira. Es el artista y el que colecciona historias. Se emociona cuando habla de lo más querido y también de lo que más duele. Sabe a qué huele una guerra, cómo suena y cómo mata. Ha sentido el dolor de los haitianos tras un terremoto, captó el inquietante anaranjado del desierto y la angustia de quien parte a un camino incierto.

“Como periodista al fin, me gusta la noticia, la historia. Si no hay nada humano en una imagen, para mí no tiene validez la foto. Lo que importa es lo que está detrás de la cámara, el talento no está en la tecnología”, enfatizó.

También tiene una sensibilidad que no solo se manifiesta en sus puntos de vista y encuadres, sino en acciones como rescatar un perro de la calle, aunque en casa tenga más de cinco y ya no sepa dónde ubicarlos. Su amor por los niños se percibe en su trabajo y en las anécdotas que cuenta.

“Yo vi un niño jugando en Haití con una lata de aceite que convirtió en un carrito. Y el niño era feliz. A veces nosotros nos quejamos, pero hay que valorar las cosas simples”, afirmó. Es precisamente esa mirada humilde, profunda, la que permite a Koltun ver a través de las personas que fotografía, otorgándole otra dimensión a la imagen.

Una mirada joven

“Aún me acuerdo, como si fuera ayer, cuando jugaba bolas con los niños del barrio, y de pronto estoy aquí. El tiempo es una cosa impresionante”, dijo Koltun. Sin embargo, aún conserva el brío de ese muchacho de 17 años que se emocionaba al ver las imágenes que nacían en el cuarto oscuro. No pierde el asombro por los colores de un atardecer o la sonrisa de un niño que corre por la Alameda de Paula, en La Habana.

Por eso, no es raro que entre sus proyectos valore la posibilidad de viajar en una casa rodante en busca de nuevos paisajes, de otros rostros, y “seguir trabajando”.

“Mi meta es alquilarme una camioneta y viajar todo Colorado. Tomar fotos, contar historias”, reveló.

La exposición A New Life and Nature será presentada por el Alcalde de Hialeah, Carlos Hernández, y contará con la participación del rabino Stephen Texon. Esta muestra es respaldada por Temple Beth Shmuel, Diego´s Restaurant y Quality Picture Frame Art Galleries.

La cita es a las 7:30 p.m. en Koltun Studio & Gallery, 48 East 5 St., Hialeah.

¡Recibe las últimas noticias en tus propias manos!

Descarga LA APP

Deja tu comentario

Te puede interesar