MIAMI.- La novela Mi buena mala suerte, de Ruth Behar, y publicada recientemente por la editorial Penguin Random House, es un regalo para los lectores hispanos, que ya pueden leer en su lengua materna el conmovedor relato de una niñez difícil pero llena de aprendizajes. Este libro, editado en inglés en 2017, cuenta con una esmerada traducción al español a cargo de Kianny N. Antigua, además del diseño de portada, la ilustración de cubierta y el diseño interior realizados, respectivamente, por Kristin Smith, Penelope Dullagan y Marikka Tamura.
La historia se ubica en el contexto de la inmigración cubana en Nueva York, ciudad a la que Ruthie Mizrahi (protagonista de la novela) y su familia llegaron tras la llegada de Fidel Castro al poder en la isla. Uno de los aciertos narrativos de Behar es lograr el tono infantil y a la vez punzante de su narradora, la niña que fue y a la que acude en una suerte de reconstrucción de la memoria.
Es así que el lector acompaña a una niña sensible y con una forma especial de ver el mundo, criada en un ajiaco cultural maravilloso de “cubanos y judíos” que “bailan el chachachá y comen matzá en la Pascua judía”.
Ruthie aguza los sentidos del afecto y adora hasta el olor del jabón Maja de su madre, quien extraña “estar de pie en el balcón y bajar la canasta con una cuerda para que la vendedora ambulante la llene de piñas y cocos”. Pero ahora todo ha cambiado, y como narra la niña, ahora sus padres “tienen que dormir en un sofá cama incómodo llamado Castro, el nombre del hombre que les robó su país”.
Otros episodios memorables son las conversaciones de la niña con su abuela polaca, que en 1925 huyó del terror de Hitler y llegó a Cuba para salvarse de la muerte, pero que en 1959 supo que debía partir al exilio nuevamente. En un momento de la novela, su abuela le dice: “Mi vida se ha convertido en un cuento. Y un día tu vida también se convertirá en uno”. Este precioso guiño apunta no solo a esta trama, sino a la historia de su abuela, donde Behar también nos deja el corazón apretado: Cartas de Cuba.
Como indica la nota editorial de Penguin Random House, “en esta inolvidable narrativa multicultural sobre la mayoría de edad, basada en la infancia de la autora en la década de 1960, una joven inmigrante cubano-judía se está adaptando a su nueva vida en la ciudad de Nueva York cuando su sueño americano se descarrila repentinamente”.
Un accidente automovilístico la obliga a llevar un yeso que la inmoviliza, y pasa casi un año postrada en una cama, devorando libros y analizando el mundo al alcance de su imaginación. Es así como, tras vencer el odio hacia quienes provocaron el accidente y ejercitar la compasión como principio para entender a los otros, su madurez espiritual se catapulta y nos deja numerosas lecciones.
Explica la escritora en su página web que este ensayo autobiográfico resume lo que vivió tras “el accidente automovilístico y mi experiencia con el yeso corporal. Conté la historia como una mujer que mira hacia atrás a la niña que había sido. Pensé que había terminado con la historia, pero luego Ruthie comenzó a hablarme. Me di cuenta de que nunca había tenido la oportunidad de contar su historia. Por algún acto de magia, me encontré de nuevo dentro del corazón y el alma de la chica que estaba postrada en cama”.
Según agregó, “una vez que Ruthie fue la que contó la historia, en lugar de la Ruth adulta, la escritura despegó. Todos tenemos puntos de inflexión en nuestras vidas, cuando una puerta se cierra y otra se abre. Mi vida cambió de rumbo después del accidente automovilístico. Tuve que encontrar el coraje para convertirme en una persona diferente de la que esperaba ser. Escribí Mi buena mala suerte para honrar ese momento en que me sentí tan frágil y para dar permiso a todos los lectores jóvenes para hablar sobre sus propias pérdidas”.
Vale destacar que este título, que la escritora Sandra Cisneros describió como "un libro para cualquiera que se recupere de las heridas de la infancia", recibió el premio de autor Pura Belpré 2018. Además, el libro ha recibido otros reconocimientos como el título de Libro Notable por la Association for Library Service to Children, y fue finalista del Premio Nacional del Libro Judío en Literatura Infantil en 2017.
Más sobre la autora
Ruth Behar nació en La Habana, Cuba, creció en Nueva York y también ha vivido en España y México.
Además de escribir para jóvenes, su obra incluye poesía, memorias y los aclamados libros de viajes An Island Called Home y Travelling Heavy, que exploran sus viajes de regreso a Cuba y su búsqueda de un hogar. Fue la primera latina en ganar una beca MacArthur "Genius", y otros honores incluyen una beca John Simon Guggenheim y ser nombrada "Gran Inmigrante" por Carnegie Corporation. Fue ganadora del premio Pura Belpré de Lucky Broken Girl (Mi buena mala suerte).
Tiene una licenciatura en literatura por la Wesleyan University y una maestría y un doctorado en antropología cultural por la Universidad de Princeton.
Es profesora de antropología en la Universidad de Michigan y vive en Ann Arbor, Michigan.