miércoles 26  de  marzo 2025
TURISMO

Ibiza, entre la nostalgia "hippie" y el bullicio fiestero 

Anclada en el mar Mediterráneo en la costa este española y conocida por su intensa vida nocturna,  la popular isla atrae a más de tres millones de turistas que buscan playa, fiesta y diversión
Vistas de una de las impresionantes playas de la isla: Cala d'Hort.
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Vistas de una de las impresionantes playas de la isla: Cala d'Hort.

A Juanito Mari le encanta contar la historia de Las Dalias, el mercadillo hippie más famoso de Europa. Al mismo tiempo es la historia de su familia y su infancia. Aquí creció. "Las Dalias es un estado de ánimo que hizo famosa en todo el mundo a la isla balear de Ibiza".

Son las diez de la noche. Sopla una suave brisa. Una banda de música etno toca en medio de los alrededor de 200 puestos del mercadillo nocturno. El ambiente está relajado. En el puesto de mojitos se ha formado una cola.

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Vistas de una de las impresionantes playas de la isla: Cala d'Hort.

Mari, de 56 años, bebe satisfecho su cerveza. Aquí se siente en casa. El bar, que pertenece al mercadillo hippie, lo fundó su padre Joan en 1954 para los campesinos de la zona y para los habitantes de la cercana localidad de Sant Carles. Sería el comienzo de una leyenda, aunque nadie lo sospechaba en aquel entonces.

En aquella época aún no había mucho turismo. Solo algunas celebridades, como el príncipe Rainiero de Mónaco o el naviero griego Aristóteles Onassis, viajaron en algunas ocasiones a esta isla salvajemente romántica con sus pinares, costas acantiladas y bahías de color turquesa. Todo cambió en la década de los 60, mucho antes de que el jet set internacional (los ricos y famosos) eligiera la isla como su destino favorito.

Antecedentes

Los primeros en descubrir Ibiza fueron los "peluts" (peludos), tal como llamaba la población local a los hippies. La mayoría de ellos se asentaron en la región de Sant Carles. Por poco dinero compraban a los lugareños las casitas blancas con forma de cubo. Por la noche, se reunían en Las Dalias, el punto neurálgico de la cultura hippie en la isla en aquellos tiempos. Fue una época dorada, recuerda Mari. "Vivimos años hermosos aquí".

No solo el mercadillo Las Dalias es una institución en Ibiza, sino también el bar Ca n'Anneta, situado enfrente de la iglesia pintada de blanco de Sant Carles. Además de las deliciosas tapas que ofrece, también cuenta con una larga historia como el oasis de ese mundillo. "Gracias a la gloria de los viejos tiempos, captamos a muchos nuevos clientes", dice el camarero Pepe Guasch. Hasta el día de hoy, el norte y el noroeste de la isla son el epicentro de la cultura hippie. Menos tranquilo es el ambiente en Sant Antoni, en el oeste de la isla. Este antiguo pueblo de pescadores con su gran bahía es hoy una de las ciudades más grandes de Ibiza, que cuenta con elegantes discotecas y la mayor densidad de clubes en la isla. En Café del Mar, unos de los bares con vistas al mar más famosos de Ibiza, cada noche cientos de personas aguardan el momento para contemplar la puesta del Sol.

En el "Café del Mar" cientos de personas aguardan el momento para contemplar la puesta del Sol
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En el "Café del Mar" cientos de personas aguardan el momento para contemplar la puesta del Sol

Lo primero que se observa desde el avión durante la maniobra de aproximación al aeropuerto es un sinfín de bares, restaurantes y tiendas a lo largo de la Platja d'en Bossa, una de las playas más largas de la isla. "Para mucha gente, Ibiza es una discoteca flotante", dice el músico y guía turístico José Antonio Canseco, que conoce las historias de los ricos y famosos de la isla.

Los clubes elegantes están situados junto al puerto náutico de Ibiza, donde los adinerados anclan sus barcos durante el verano con vista al centro histórico.

Lugares a explorar

Un destino poco conocido es el poblado de Balàfia, una agrupación de cinco viviendas rurales en el norte que recuerdan a los viejos tiempos, cuando campesinas vestidas de negro impregnaban su sello en la imagen de la isla. Sobre algunas de estas "casas payesas" se alzan recias torres de defensa.

En el norte también comienzan varios de los senderos más bonitos de la isla. Desde el poblado de Santa Agnès, conocido por su bar rústico Can Cosmi y la espectacular floración de almendros en febrero, se puede llegar en poco tiempo caminando a la Puerta del Cielo, una gigantesca roca que ofrece una vista espectacular. "La isla tiene un alma dividida", dice Canseco. El músico se dirige a Benirràs, su playa favorita en el norte, donde todas las noches se reúnen hippies para despedirse del Sol con el redoble de tambores.

En la discoteca Pachá cada lunes se celebra una fiesta flower power.
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En la discoteca Pachá cada lunes se celebra una fiesta flower power.

Con 140.000 habitantes, cada año la isla es visitada por más de tres millones de turistas, una cifra que no deja de crecer. Al menos Canseco es optimista: "Si uno realmente quiere, puede evitar el contacto con el ajetreo de la gente".

Desde numerosas ciudades europeas hay vuelos directos a Ibiza. Para explorar la isla, lo mejor es alquilar directamente un coche en el aeropuerto. Es posible contratar a guías turísticos individuales en la página web www.guiasibiza.com. Informaciones: www.spain.info.

FUENTE: REDACCIÓN

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