MIAMI.- Julio Larraz, figura imprescindible del arte contemporáneo latinoamericano, vuelve a sorprender a la Ciudad del Sol con una propuesta que trasciende generaciones. Se trata de Reciprocidad, que se inaugura en Ascaso Gallery y que no es solo una exposición, es un homenaje vivo al diálogo, la continuidad y la libertad creativa.
En esta sala ubicada en el distrito de arte de Downtown, las obras del maestro se encuentran con las de once artistas emergentes que, inspirados por su visión y generosidad, dan testimonio de la huella profunda que Larraz ha dejado en sus vidas, incluyendo a miembros de su propia familia.
“La idea de Reciprocidad nació de un deseo profundo de tender un puente entre generaciones”, expresó Julio Larraz a DIARIO LAS AMÉRICAS. “A lo largo de mi vida he recibido mucho de quienes me precedieron, y me parecía justo y necesario abrir un espacio donde los jóvenes artistas, con quienes comparto afecto y diálogo, pudieran mostrar sus obras junto a las mías. Verlos en esta exposición es un acto de celebración y continuidad”, agregó.
En esta exhibición participan artistas como Maia Larraz, Leticia Sánchez Toledo, Reyner Llanes, Cooper Dragonette, Julio Figueroa Beltrán, Haidy Love Larraz, Reynier Ferrer, Edel Lugones, Yojacne Téllez, Nelson Jalil y Jefreid Lotti, todos vinculados, de una u otra manera, al universo creativo del artista de origen cubano.
Un acto de dar y recibir
El título de la muestra, Reciprocidad, alude a esa dinámica vital que ha marcado la vida personal y artística de Larraz.
“He recibido la inspiración, la enseñanza y el ejemplo de muchos maestros. Con el tiempo comprendí que mi deber era devolver algo de esa riqueza: generosidad, consejos, compañía. En lo personal, también he vivido esa reciprocidad con mi familia, mis amigos y colegas; todo lo que he dado siempre ha regresado multiplicado”, afirmó.
Este espíritu de intercambio se percibe en la forma en que los artistas jóvenes, lejos de imitar su estilo, encuentran en su ejemplo la confianza para buscar sus propios caminos.
“No se trata de que repitan mi estilo, sino de que encuentren en mi ejemplo la confianza para buscar su propio camino. Cuando veo un eco de mis ideas en sus obras, siento que la semilla germinó de la mejor manera: transformándose en algo nuevo y auténtico”.
El arte, un lenguaje familiar
La exposición también adquiere un matiz íntimo y personal al incluir a dos artistas cercanos a su vida: su hija Maia y su nuera Haidy.
“Compartir este espacio con mi familia significa ver cómo el arte se ha convertido en un lenguaje común entre nosotros. Es un orgullo inmenso y, al mismo tiempo, una manera de sentirnos unidos en la creación”.
La libertad como eje vital
Si hay un principio que Larraz ha defendido incansablemente es la libertad artística. Su célebre afirmación, “la libertad es lo más importante en el arte”, encuentra eco en cada rincón de Reciprocidad.
“En esta exposición cada artista tiene plena libertad de mostrar su mundo, sin condicionamientos. Para mí, la libertad es la esencia misma del arte, porque solo desde la libertad se puede crear algo verdadero”.
En un mundo donde el mercado y las tendencias muchas veces condicionan la creación, Larraz no duda en reafirmar su postura: “La libertad creativa no es negociable; sin ella el arte se convierte en propaganda o mercancía vacía. Defenderla es, en mi opinión, defender la dignidad del artista”.
Un momento clave
Con más de seis décadas de carrera, Larraz observa con entusiasmo el presente del arte latinoamericano en Miami.
“La ciudad se ha convertido en una plataforma vibrante para nuestros artistas, donde conviven distintas voces y estilos. Creo que estamos viviendo un momento de gran visibilidad y expansión”.
Su consejo para las nuevas generaciones es claro: “Que nunca pierdan la fe en sí mismos, que trabajen con disciplina y que no permitan que el mercado ni la crítica dicten su rumbo. La autenticidad es la única moneda que nunca pierde valor”.
Más allá de un homenaje a su trayectoria, Reciprocidad es un testimonio del compromiso de Larraz con la enseñanza, la generosidad y el diálogo.
“Nunca he buscado homenajes. Lo que he hecho lo hice por convicción, no por reconocimiento. Pero ver que otros interpretan ese gesto como generosidad y lo celebran, me llena de gratitud y me confirma que vale la pena compartir”.
Al final, lo que Larraz desea que el público se lleve es simple y profundo: “Que entiendan que el arte no es un monólogo, sino una conversación entre generaciones, tiempos y sensibilidades. Y, sobre todo, que se lleven un sentimiento de libertad compartida”, finalizó.
La recepción de apertura de Reciprocidad se llevará a cabo el 19 de septiembre de 6 a 10 pm., y la muestra se extenderá hasta el 8 de noviembre en Ascaso Gallery, 1325 NE 1st Ave, en Miami.