MIAMI.- La Cecilia Valdés de Martí Productions regresa a escena en el Mes de la Herencia Hispana, con funciones el 11 y 12 de octubre en el Moss Cultural Arts Center, en Cutler Bay, sur de Florida.
Martí Productions celebra la Hispanidad con una adaptación de Cecilia Valdés, la zarzuela más emblemática de la cultura cubana; funciones el 11 y 12 de octubre
MIAMI.- La Cecilia Valdés de Martí Productions regresa a escena en el Mes de la Herencia Hispana, con funciones el 11 y 12 de octubre en el Moss Cultural Arts Center, en Cutler Bay, sur de Florida.
Con la música de la Orquesta de Cámara de Florida, que dirige Marlene Urbay, la obra respeta la partitura de Gonzalo Roig, quien escribiera la zarzuela basada en la novela costumbrista de Cirilo Villaverde.
Bajo la dirección de Manuel Albelo, el elenco protagónico está conformado por Eglise Gutiérrez y Marinel Cruz, que alternan el rol principal; el tenor Martin Nusspaumer como Leonardo de Gamboa, y Tania Martí en el papel de Dolores Santa Cruz.
DIARIO LAS AMÉRICAS conversó con los actores y el director para conocer detalles de esta producción que narra una historia de amor y venganza.
Ambientada en la Cuba de 1830, la trama, que aborda la problemática del racismo y las clases sociales, se centra en el amor imposible entre Cecilia, una mulata e hija ilegitima de Cándido de Gamboa, y su medio hermano Leonardo, hijo legítimo del esclavista español.
“A pesar de que he tenido la dicha de haber encarnado este personaje tan fascinante varias veces, siempre hay oportunidad para mejorarlo y añadirle cosas nuevas en el buen sentido, y ser más fiel a lo que escribió el gran Gonzalo Roig. Con Marlene, esto ha sido esencial y yo lo estoy disfrutando mucho”, dijo Eglise Gutiérrez.
“Cecilia es bella, llena de vida, fina, con una educación que su padre le pagaba, a pesar de que ella no lo conocía. Con esa combinación de sangre africana y española, tiene una sensualidad más ingenua y un alma más pura. Lo más difícil de interpretarla es no caer en los vicios musicales. Siempre es un sueño encarnarla y descubrir algo nuevo cada vez que lo interpreto”, agregó.
El director Manuel Albelo comentó sobre el aprendizaje que nos deja la obra y los elementos incorporados en esta versión.
“Con una historia imaginaria, aunque se dice que los principales personajes son tomados de la vida real, Cirilo Villaverde al escribir su novela Cecilia Valdés nos enseña la sociedad cubana de aquellos tiempos con todos sus estratos sociales. La enseñanza está en la conversación entre Cirilo y Gonzalo al final de nuestra puesta: ‘Amar y perdurar por amor es lo único que mueve la vida y para lograrlo que no sea necesario derramar una gota de sangre’. Está obra nos presenta las clases sociales y es como una clase de historia representada por una trama interesante llena de emociones”, dijo Albelo.
“Como esta representación es distinta, o sea, el libreto no es el original, el escritor Cirilo Villaverde y el compositor Gonzalo Roig discuten y elaboran la intención de cada personaje. Eso ayuda al espectador a entender mejor el objetivo de cada uno en la trama. Esto no quiere decir que cada personaje no tenga que expresar, sentir y, sobre todo, transmitir cada sentimiento, y en eso se trabaja con cada uno de forma individual. Vamos a presentar una Cecilia de altura el sábado con la consagrada Eglise Gutiérrez, pero el domingo vamos a ser testigos del nacimiento de una nueva Cecilia en la voz de Marinel Cruz. Cecilia Valdés es, sin duda, la más famosa zarzuela cubana y reconocida en todo el mundo”, añadió.
Más allá del desafío vocal, para Marinel Cruz interpretar a Cecilia es encontrar un equilibrio entre las facetas que transita el personaje.
“En lo personal, mi mayor reto de interpretar a Cecilia Valdés, además de las exigencias vocales, es precisamente poder encontrar un balance entre esa dulzura que ella refleja al principio de la zarzuela, y la transición al dolor que siente después, producto de la traición. Me emociona grandemente poder dar vida a un personaje que es un torbellino de emociones, así como lo soy yo. Ella me permite explorar esa sensibilidad, fuerza y pasión, que más allá de su tragedia, la hace una mujer aún más fuerte y resiliente, que enfrenta prejuicios y desengaños sin rendirse”, expuso Cruz.
“Para mí Cecilia es un contraste muy interesante. Es muy sensible, pero fuerte a la vez; es coqueta, soñadora, muchas veces inocente y muy apasionada. Una joven que anhela sentirse plenamente libre, pero que la injusticia social y desigualdad no le permite serlo. De este personaje he aprendido muchísimo. Pero una de las cosas que me llevo de Cecilia es esa fuerza interior con la que enfrenta las adversidades”, agregó.
Por su parte, Martin Nusspaumer descubre nuevos matices de su personaje cada vez que le da vida.
“Me recuerda lo profundamente condicionados que estamos por nuestro entorno y cómo eso influye en nuestras decisiones, incluso en las más íntimas. Interpretarlo me ayuda a reflexionar sobre las contradicciones humanas: la capacidad de amar y lastimar al mismo tiempo, de buscar la verdad mientras uno se esconde detrás de las apariencias. Como artista, me ha enseñado a no juzgar al personaje, sino a entenderlo, y así darle más verdad y credibilidad en escena. Cada vez que regreso a Leonardo descubro algo nuevo”, expresó el tenor.
“Leonardo de Gamboa es un joven complejo, marcado por los privilegios de su clase social y el ambiente en el que creció. Tiene un aire encantador y seductor, pero también un costado oscuro, egoísta y contradictorio. Aunque suele actuar con frivolidad y con un sentido de poder heredado, internamente busca afecto verdadero, lo que lo hace humano y vulnerable. Esa dualidad entre lo tierno y lo cruel es lo que lo convierte en un personaje tan fascinante de explorar”, agregó.
Asimismo, Nusspaumer reveló cómo interpretar este personaje le ha aportado a su bagaje artístico.
“Interpretar a Leonardo ha sido un desafío y, a la vez, un regalo. No es común para los tenores tener la oportunidad de sumergirse en un rol con tantas aristas dramáticas, donde conviven momentos de gran lirismo con otros de enorme crudeza. A nivel actoral, me ha permitido investigar esos rincones incómodos del ser humano que normalmente no mostramos en escena. Y musicalmente se adapta muy bien a mi voz, exigiendo versatilidad entre pasajes de gran fuerza y otros de una intimidad casi confesional”.
Tania Martí, fundadora de la compañía, resalta el valor de esta obra y revela qué le seduce de su personaje.
“Es una puesta distinta. Cirilo Villaverde analizó la sociedad colonial y subrayó la problemática de la esclavitud. Él logró descubrir como trasfondo las relaciones de clases dentro de la sociedad esclavista cubana de la primera mitad del siglo XIX.
El guion, una adaptación de Manny Albelo, logra en una hora y media que el público capte la esencia de lo que se representa”, comentó.
“Dolores Santa Cruz logra liberarse de la esclavitud a través de su trabajo y ahorros. Sin embargo, se vuelve loca y pobre. Adoro ese personaje fascinante y disfruto mucho caracterizarme en escena con todos los atuendos de una esclava rica a la que le roban todo su dinero”.